LA DESOCUPACIÓN DE AFGANISTÁN
– Los talibanes siempre estuvieron ahí, llevando a cabo una guerra de guerrillas que terminó desgastando a los ocupantes…
Román López Villicaña*
Dos años duró la primera ocupación de Afganistán por parte de los británicos en 1838, luego de esos años la retirada británica terminó en un desastre que el imperio ocultó lanzando una campaña que terminó bombardeando Kabul al año siguiente. La salida de los británicos se debió a que no pudieron contralar la situación del país pues un levantamiento popular y generalizado terminó por echarlos del país, el cual intervinieron para restaurar en el poder a Shuja Sha un gobierno títere que había firmado con ellos un tratado de “seguridad mutua”, ampliamente rechazado por la población. La salida británica fue un desastre pues en su rápida retirada, tuvieron que caminar por territorio nevado de las montañas del Hindu Kush, donde ante las dificultades del terreno terminaron de masacrarlos los combatientes afganos. Se dice que solo un soldado llegó sano y salvo a Jalalabad quien relató lo ocurrido. Cualquier semejanza con la actual retirada es mera coincidencia, pero habla bien del pueblo afgano, quien se une para luchar contra invasores, pero una vez que esto se soluciona, pasan a pelear ente ellos.
El 12 de octubre de 2001, el entonces presidente Bush declaró: “…esta batalla tomará tiempo… pero no se confundan, ganaremos…” así se iniciaba una guerra que duraría 20 años, en la cual se vieron involucrados varios países de la OTAN que terminaría con una desastrosa retirada parecida a la de los británicos en el siglo XIX. La ocupación fue un asunto muy discutible el número de tropas nunca fue la necesaria para hacerse con el control real del país. Si bien se utilizó tecnología, como el uso indiscriminado de drones, esto solo sirvieron para hacer que la población se uniera contra los ocupantes, pues en dichos ataques, muchos civiles inocentes perdieron la vida. Se calcula que 40 000 civiles murieron, lo cual fue un factor que unió a la población en torno a los talibanes que pasan a ser percibidos como nacionalistas, luchadores contra la ocupación. Esto permitió que los talibanes se ocultaran fácilmente en ese país, en el cual la población vive dispersa en un territorio difícil de transitar pues no hay carreteras y la comunicación es muy deficiente. La ocupación se vuelve una pesadilla para quien no conoce el territorio, lo cual ocurrió a las potencias ocupantes.
Los talibanes siempre estuvieron ahí, llevando a cabo una guerra de guerrillas que terminó desgastando a los ocupantes, quienes muchas veces solo controlaban Kabul y partes de algunas ciudades importantes.
La ocupación ha terminado en un desastre, aunque debe destacarse quien ganó en este río revuelto: 1. Es obvio que los talibanes han ganado, hoy por hoy son la principal fuerza política del país, ya están elaborando una nueva constitución. Seguramente será una basada en la Sharia (ley islámica), por lo pronto se ha restaurado el emirato islámico, que renacerá con la voluntad de proyectar su influencia en la región.
2. China es otro aparente ganador con la desocupación, pues tendrá acceso al litio y a las tierras raras del país, pero lo más importante sin duda es su acceso directo a Irán y de ahí al Mar Arábigo en el Océano Indico y al Golfo Pérsico. Esto contribuirá a que China dependa cada vez menos del estrecho de Malca, cuello de botella controlado por los estadounidenses. China se libra así de la presión ejercida por los Estados Unidos a través del corredor de Wakhan, 60 Km de frontera con China, este resultado beneficiará sin duda al proyecto de la nueva ruta de la seda. Rusia al igual que Irán se libran de la preocupación de la presencia estadounidense en el corazón de Asia Central. Pakistán continúa con la influencia que siempre había tenido con los talibanes a los cuales apoyó abiertamente durante su previa estancia en el gobierno (1996-2001).
Los perdedores aparentes de la guerra son: Estados Unidos, quienes invirtieron 2.2 billones de dólares, cantidad que debe manejarse con cuidado pues mucho de ese dinero fue a parar a manos del complejo militar industrial y de contratistas privados estadounidenses. Si se hubiera invertido productivamente en ese empobrecido país, su situación sería hoy muy diferente. Además, costó la vida a 3 500 soldados, la mayoría de los cuales eran estadounidenses. El prestigio estadunidense es puesto en entredicho en el mundo, el halo de invencibilidad ha quedado maltratado, sin duda, lo mismo que ocurrió el siglo pasado luego de la guerra de Vietnam. Habrá un síndrome de Afganistán como el de Vietnam, está por verse, hay que estar atentos a los acontecimientos futuros.
3. Las potencias europeas de la OTAN también han salido mal libradas de la contienda. Su prestigio dañado por seguir ciegamente a los Estados Unidos, a ver si después de esto se proponen a llevar a cabo una política exterior más independiente, el prestigio de Alemania (el segundo contingente militar) ha quedado dañado en esa región, lo mismo que el de Francia y España. India e Irán están a la expectativa de cómo evoluciona el nuevo gobierno.
Hay que estar atentos a lo que está por venir, es muy pronto para hacer predicciones sobre el nuevo gobierno, así como la oposición que comienza a levantar la cabeza. Mullah Haibatullah Akhunzada, el nuevo Emir al Muminin (príncipe de los creyentes), y su equipo, tienen ante si una tarea titánica, un país con 40 años de guerra, 38 millones de habitantes empobrecidos, cuyo 20 % del PNB depende de la ayuda internacional, y mucho del producto interno bruto es también dependiente de la producción de opio.
El futuro es incierto, el país necesitará inversiones, que por la inestabilidad política no se han llevado a cabo, China cuenta con esos recursos y además están dispuestos a beneficiarse de la riqueza mineral del país, así como invertir en la infraestructura para las comunicaciones que servirán a la nueva ruta de la seda. Es probable que veamos próximamente la entrada de este país a la Organización de Cooperación de Shanghái.
*Dr. Román López Villicaña: Dr. En Relaciones Internacionales por la UNAM. Profesor pensionado por la UDLAP. Colaborador en La Voz del Árabe.
Imagen: LVÁ
La Voz del Árabe (LVÁ) – EDITORIAL – Cd. de México, agosto 30 del 2021
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