MONUMENTO A LA REVOLUCIÓN EN LA CDMX
El Monumento a la Revolución a cien años de ser inaugurada su construcción, con una inversión estimada en 360 millones de pesos para su remodelación, el 20 de noviembre de 2010, hoy a 9 años es un gran atractivo turístico…
El Monumento a la Revolución es una obra arquitectónica y un mausoleo dedicado a la conmemoración de la Revolución mexicana. Es obra del arquitecto Carlos Obregón Santacilia, quien tomó la estructura de la Sala de los Pasos Perdidos del malogrado Palacio Legislativo Federal del arquitecto francés Émile Bénard para edificar el monumento, concluido en 1938.
Actualmente es uno de los más reconocibles en la Ciudad de México, forma parte de un conjunto integrado por el propio monumento, la Plaza de la República y el Museo Nacional de la Revolución. Se localiza en la Colonia Tabacalera de la alcaldía Delegación Cuauhtémoc, cerca del Centro Histórico de la Ciudad de México.
En 1897, el presidente General Porfirio Díaz lanzó una convocatoria para la construcción de un Palacio Legislativo, mismo que albergaría además de las cámaras de senadores y diputados, dependencias de gobierno y más oficinas. No resultó ganador del primer lugar ninguno de los participantes, tras abundantes escándalos y conflictos por dicho concurso, el gobierno del presidente Díaz designó al arquitecto francés Émile Bénard como el encargado de diseñar y edificar un fastuoso recinto para los diputados y senadores, este arquitecto nunca vio su sueño realizado, la obra fue cancelada tras el derrocamiento de Díaz por la Guerra de la Revolución Mexicana.
La realización del proyecto si se hubiese construido, sería más grande que el Capitolio de Washington DC. El sitio elegido para la edificación fueron unos terrenos pantanosos cerca de la colonia Tabacalera y del Paseo de la Reforma.
La primera piedra para la construcción del Palacio Legislativo Federal fue por el presidente Porfirio Díaz el 23 de septiembre de 1910 como parte de los festejos del Centenario de la Independencia de México. Debido a los retos que suponía la cimentación del edificio en un terreno inestable la estructura metálica se construyó sobre una cama de 17,000 pilotes, la estructura metálica fue hecha de acero por Miliken Bros, en Estados Unidos.
La construcción se detuvo ante el inicio de la Revolución Mexicana. El gobierno del nuevo presidente Francisco I. Madero una vez en el poder continuó con las obras, pero tras su fallecimiento se interrumpió la construcción. Años después la estructura de acero quedó abandonada y en permanente desgaste. Émile Bénard volvería a México para intentar dar vida a su proyecto en 1922, propuso un monumento a los grandes hombres de la lucha de la revolución, llamándole Panteón a los Héroes. El presidente electo Álvaro Obregón aceptó el proyecto, pero fue asesinado en 1928, un año después falleció el arquitecto Bénard.
La estructura deteriorada se comenzó a desmantelar para usar el material en vías férreas, pero en 1933, cuando el arquitecto Carlos Obregón Santacilia pasaba por el lugar, vio que la estructura central de lo que iba a ser la Sala de los Pasos Perdidos, del palacio, estaba en perfectas condiciones, por lo que sugirió al Ingeniero Alberto J. Pani aprovechar la única parte aprovechable del malogrado palacio para honrar a la entonces recién concluida Revolución mexicana. El propio arquitecto Obregón Santacilia creció cerca del monumento, en la calle de Vallarta, por lo que conocía a pleno el terreno.
Carlos Obregón Santacilia había realizado previamente obras como las oficinas del Banco de México entre 1925 y 1926 y la Secretaría de Salud, de 1926 y 1929, ambas en la Ciudad de México. Por ello tenía acceso a la presentación de ideas de obras públicas, pero esta propuesta inicialmente fue rechazada por Pani, quien tenía una idea para hacer un monumento a la revolución. Dicha propuesta fue aceptada luego de que Pani consiguió convencer a Plutarco Elías Calles de involucrarse en el proyecto y convencer al presidente Abelardo Rodríguez.
La adaptación de la estructura de la Sala de Pasos Perdidos en Monumento a la Revolución Mexicana abarcó de 1933 a 1938. Entre los cambios que se realizaron fue recubrir la cúpula con láminas de cobre, remover el águila que remataba la linternilla de la cúpula monumental, que se trasladó al actual Monumento a La Raza al norte de la ciudad. Obregón Santacilia dio un estilo sobrio Art Déco vigente en esa época, con un contraste notorio entre las piedras usadas de cantera de color claro y piedra volcánica negra. Otros elementos alineados a este estilo son las 18 lámparas reflectoras que circundan a la plaza de la República, las 4 astas banderas de ese mismo estilo, así como los grupos escultóricos y águilas diseñadas y ejecutadas por el escultor mexicano Oliverio Martínez de Hoyos, y las lámparas del mismo monumento.
El Monumento a la Revolución a cien años de ser inaugurada su construcción, con una inversión estimada en 360 millones de pesos para su remodelación, el 20 de noviembre de 2010, se reinauguró como parte de los festejos del Centenario de la Revolución. Conservando su arquitectura original, han sido renovados el Museo Nacional de la Revolución, el mausoleo, se rehabilitó la fuente adyacente, además fueron restaurados desde la piedra hasta el cobre. Consta de un elevador transparente en el centro, que lleva al mirador que ha sido reabierto al público.
El 4 de febrero de 1936 se emitió un decreto que otorgaba al monumento la función de recinto funerario. Para este fin, se adaptaron criptas en las columnas donde permanecerían los restos de Venustiano Carranza que fueron trasladados en 1942 del Panteón Civil de Dolores, con motivo de la ceremonia de conmemoración del inicio de la Revolución Mexicana, a este su nuevo lugar.
Los restos fúnebres de Francisco I. Madero fueron traídos del Panteón Francés el 20 de noviembre de 1960. Los de Plutarco Elías Calles, que estaban en el Panteón Civil de Dolores, fueron traídos nueve años más tarde en 1969.
Por lo que respecta a los de Lázaro Cárdenas, han permanecido ahí desde su fallecimiento el 19 de octubre de 1970, en tanto que los últimos que fueron depositados han sido los de Francisco Villa que fueron trasladados desde el Panteón Civil de Hidalgo del Parral, Chihuahua en 1976, depositados durante la ceremonia anual conmemorativa del movimiento revolucionario; por el momento ya no se planea hacer otra tumba.
En el sótano del monumento se encuentra el Museo Nacional de la Revolución, fue inaugurado el 20 de noviembre de 1986. El museo se enfoca a mostrar la historia de México, tiene como exposición Permanente “Sesenta y tres años en la historia de México 1857-1920” que abarca desde la promulgación de la Constitución de 1857 hasta la Presidencia de Venustiano Carranza, enfocándose en el periodo revolucionario.
Con una inversión de 65 millones de pesos, reabren el Museo Nacional de la Revolución, la secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda en conjunto con la autoridad del espacio público capitalino, ampliaron 1,325 metros cuadrados el espacio del Museo Nacional de la Revolución. Su remodelación incluye tres secciones: Museo del Sitio, la nueva exposición permanente y una sala para exposiciones temporales. En el Museo del Sitio, se puede apreciar las etapas constructivas de lo que sería el Palacio Legislativo que terminó siendo el Monumento a la Revolución. La exposición permanente cuenta con más de 400 piezas que recorren la historia desde el periodo de la Reforma hasta el Cardenismo, contando con insignias, indumentarias, banderas y documentos oficiales que constatan el legado histórico del periodo revolucionario.
De igual forma está dividida en ocho etapas, la consolidación del Estado mexicano, el Porfiriato, la Revolución Democrática, la Guerra Civil, la Constitución, entre otras. Además, en la nueva museografía, se rinde homenaje a La Bola, personajes anónimos que participaron en el movimiento armado, caracterizados en esculturas que dan la bienvenida al museo.
Encumbrado por el Monumento a la Revolución, se ve revitalizado por un elevador que conduce a la cúpula del monumento, para observar una vista panorámica de la urbe metropolitana, al por subir los 57 metros que conducen a la cumbre, su horario es de 10 a 17 horas.
Visítalo porque es para los mexicanos, también para los extranjeros que desean conocer MÉXICO…
Visita el sitio del Monumento a la Revolución y conocerás algo verdaderamente grandioso, sobre todo histórico… – http://www.mrm.mx/
Información: cdmx.com / Imagen portada: LVÁ-agencias
La Voz del Árabe (LVÁ) – MÉXICO – Cd. de México, mayo 31 del 2019