domingo, diciembre 10, 2023

La Voz del Árabe

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LA SOLEDAD ES UNA EPIDEMIA

Un estudio de la Organización Mundial de la Salud publicado en 2021 encontró que la soledad afectaba hasta al 34 % de los adultos mayores en China, Europa, América Latina y EEUU.

HISTORIA DE UN VISTAZO

  • La soledad ha estado en niveles de “epidemia” durante varios años. En una encuesta de 2018 de estadounidenses mayores de 18 años, el 46 % informó sentirse solo “a veces” o “siempre”
  • Un estudio de la Organización Mundial de la Salud publicado en 2021 encontró que la soledad afectaba hasta al 34 % de los adultos mayores en China, Europa, América Latina y EEUU
  • Otra investigación reciente encontró que la soledad entre los adolescentes oscilaba entre un mínimo del 9,2 % en el sudeste asiático y un máximo del 14,4 % en la región del Mediterráneo oriental. La tasa más alta (21 %) se encontró entre los ancianos de Europa del Este
  • Los científicos han relacionado la soledad con un mayor riesgo de obesidad, enfermedades cardíacas, ansiedad, demencia, estrés, inflamación, función inmunológica reducida, falta de sueño y muerte prematura
  • La soledad también se asocia con un mayor riesgo de adicción, y la tasa de muertes atribuidas directamente al alcohol aumentó más de un 25 % en 2020, el primer año de la pandemia, cuando muchos se autoaislaban y trabajaban desde casa. La tendencia continuó en 2021, para entonces un 34 % más que los niveles previos a la pandemia.

La soledad ha estado en niveles de “epidemia” desde hace varios años. En una encuesta de salud de seguros de Cigna de 2018 de 20 000 estadounidenses mayores de 18 años, un sorprendente 46 % informó sentirse solo “a veces” o “siempre”. Estudios más recientes citados por El País 4 incluyen un artículo de la Organización Mundial de la Salud de 2021, que encontró que la soledad afectaba hasta al 34 % de los adultos mayores en China, Europa, América Latina y EE. UU.

Otra investigación reciente encontró que la soledad entre los adolescentes oscilaba entre un mínimo del 9,2 % en el sudeste asiático y un máximo del 14,4 % en la región del Mediterráneo oriental. La tasa más alta, 21%, se encontró entre los ancianos de Europa del Este. 5

Efectos de la soledad en la salud física – Si bien las estadísticas de soledad pueden ser difíciles de precisar, los efectos de la soledad son bien reconocidos en este momento. El Dr. Facundo Manes, neurólogo, neurocientífico y fundador del Instituto Neurológico Cognitivo de Argentina, compara los sentimientos de soledad con “una campana de alarma biológica que nos recuerda que somos seres sociales” 6 y cuando suena esta alarma, los procesos de enfermedad se puesto en movimiento. Los científicos han relacionado la soledad con un mayor riesgo de:

Obesidad  Enfermedad del corazón 
ansiedad  demencia 
Mayores niveles de estrés percibido  Inflamación 
Función inmunológica reducida  Dormir mal 

Un estudio de 2011 encontró que por cada aumento de 1 punto en la escala de soledad de UCLA, una persona tiene un 8 % más de probabilidades de experimentar algún tipo de interrupción del sueño. La investigación también ha demostrado que la falta de sueño tiene el efecto de desencadenar sentimientos de soledad, por lo que los dos problemas tienden a retroalimentarse.

La soledad aumenta su riesgo de mortalidad por todas las causas – La soledad también está fuertemente relacionada con la reducción de la esperanza de vida. Una meta-revisión de 2015 concluyó que la soledad puede aumentar su riesgo de morir hasta en un 30 %. Los adultos mayores también tienen más probabilidades de morir dentro de los 30 días posteriores a la cirugía de emergencia cuando la soledad es un factor.

En el otro lado de la moneda, mantener conexiones sociales fuertes y saludables se ha relacionado con un 50 % menos de riesgo de muerte prematura. Según informa El País:

María Rosa Fernández, presidenta de la Asociación de Rehabilitación Cardiorrespiratoria y Riesgo Vascular de la Sociedad Española de Cardiología, explica que los cardiólogos son tan conscientes de los impactos negativos de la soledad que inmediatamente preguntan a los pacientes que han sufrido problemas cardíacos graves como un infarto sobre su apoyo psicosocial. .

Es fundamental. Un paciente que ha sufrido un episodio cardíaco grave y vive solo tiene más posibilidades de volver a experimentar problemas similares. Una persona sin suficiente apoyo familiar también tiene más riesgo de desarrollar insuficiencia cardíaca’, dijo Fernández…

Los expertos reconocen que todavía nos falta una comprensión clara de cómo la soledad afecta la enfermedad. Pero algunos especialistas lo describen como un círculo continuo y vicioso.

Una teoría es que la soledad desencadena una respuesta neuroendocrina. “Las personas que se sienten solas o que se consideran socialmente aisladas pueden mostrar una actividad elevada del eje hipotálamo-hipófisis-suprarrenal, una mayor respuesta al estrés crónico, presión arterial elevada y niveles elevados de cortisol en la sangre”, afirmó un estudio británico publicado en el Revista de la Real Sociedad de Medicina.

Los niveles elevados de estos mecanismos fisiológicos están relacionados con un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular y muerte. Todo tiene sentido, dice Fernández. ‘El eje hipotálamo-pituitario-suprarrenal se activa en situaciones estresantes y la soledad provoca estrés.’ Pero también nota la influencia significativa del estilo de vida de una persona.

‘Todos los factores sociales y psicosociales tienen un impacto en la salud cardiovascular. Se desconoce la causa exacta, pero no todos los estilos de vida son iguales. Alguien que vive en pareja o en familia tiene menos riesgo cardiovascular. Los seres humanos estamos hechos para vivir en grupo y en compañía de otros'”.

Niños perjudicados por las medidas de aislamiento pandémico – No es sorprendente que las reglas de distanciamiento social y los bloqueos impuestos durante la pandemia de COVID-19 solo hayan empeorado los niveles de soledad ya epidémicos, especialmente entre los niños. Los cierres de escuelas han variado en duración según la ubicación, pero en general, los niños como grupo se han perdido hasta cierto punto la socialización en los últimos tres años.

La soledad, el aislamiento social y la depresión y la ansiedad relacionadas se han citado como resultados probables del cierre de escuelas, llevando a algunos niños con problemas de salud mental preexistentes “al límite”. Un tercio de los padres estadounidenses encuestados dijeron que sus hijos se volvieron más tristes, deprimidos o solos durante la pandemia. 

Los déficits de aprendizaje también se han disparado. Antes de la pandemia, 57 % de los niños de 10 años de los países de ingresos bajos y medianos no sabía leer correctamente. A mediados de 2022, ese número había aumentado al 70 %, gracias al cierre prolongado de escuelas. En América Latina, los niños de 10 años que no pueden leer aumentaron del 50 % al 80 %, y los efectos podrían durar toda la vida, lo que provocaría una pérdida de 21 billones de dólares debido a menores ingresos de por vida.

Mientras tanto, los datos muestran que el sufrimiento que muchos de los funcionarios de salud y administradores escolares han hecho pasar a los niños fue en vano, ya que el cierre de las escuelas no tuvo ningún efecto en la propagación de COVID-19 y mucho menos en su mortalidad, pues su riesgo de morir por ello es menor al 0.0001%.

Efectos de los mandatos de máscara tapabocas en los niños en edad escolar – Los mandatos de utilizar tapabocas también han tenido un efecto trágico en los niños, lo que ha resultado en niveles más altos de problemas psicológicos y de comportamiento, como el sentir desconfianza en el prójimo y permanentemente miedo, irritabilidad, dificultad para concentrarse y problemas de aprendizaje. Un estudio alemán publicado en febrero de 2021 reveló los tipos de problemas que experimentaban los niños como resultado del uso de mascarillas durante un promedio de 270 minutos al día.

En total, 24 problemas de salud se asociaron con el uso de máscaras que caían en las categorías de problemas físicos, psicológicos y de comportamiento. Según lo informado por los autores:

“… se ha habilitado un registro en línea donde los padres, médicos, pedagogos y otros pueden ingresar sus observaciones. El 20 de octubre de 2020, se solicitó a 363 médicos que hicieran las entradas y que los padres y maestros conozcan el registro. Hasta el 26 de octubre de 2020, habían participado en la encuesta un total de 20.353 personas. Sólo el grupo de padres ingresó datos sobre un total de 25,930 niños…

De los encuestados, el 68 % informó que los niños se quejaban de las deficiencias causadas por el uso de la máscara. Los efectos secundarios incluyeron irritabilidad (60 %), dolor de cabeza (53 %), dificultad para concentrarse (50 %), menos felicidad (49 %), renuencia a ir a la escuela/guardería (44 %), malestar general (42 %), problemas de aprendizaje (38 %) y somnolencia/fatiga (37%)”.

La soledad y el aislamiento son herramientas de los tiranos – Cualquier ser humano sensato puede reconocer que aislar a los niños en casa durante meses tendrá consecuencias nefastas tanto para la salud física como mental. Sin embargo, los administradores escolares, los funcionarios de salud y los líderes gubernamentales de casi todo el mundo ignoraron los conceptos básicos de psicología y arrojaron la precaución al viento. Como resultado de sus decisiones, nuestros hijos pueden pagar un precio de por vida y, por lo que sabemos, esa puede haber sido la intención todo el tiempo. Después de todo, la soledad y la falta de vinculación social son dos de los parámetros fundamentales necesarios para inducir la formación masiva en la esfera pública.

La formación de masas, a su vez, es un estado psicológico que permite a los tiranos implementar un control autoritario, y ahora sabemos que esto es precisamente lo que la camarilla globalista está tratando de hacer. Como explica el profesor de psicología Mattias Desmet, la formación de masas es una forma de hipnosis colectiva que hace que las personas sacrifiquen voluntariamente su libertad.

Soledad y adicción van de la mano – Aparte de la mala salud, los problemas de salud mental y un mayor riesgo de mortalidad, la soledad también se asocia con un mayor riesgo de adicción a los cigarrillos, las drogas y/o el alcohol. Como se señaló en la revisión científica de 1992 “La soledad y el abuso del alcohol: una revisión de las evidencias de una interacción”:

“… la soledad puede ser significativa en todas las etapas del curso del alcoholismo: como un factor que contribuye y mantiene en el crecimiento del abuso y como un estorbo en los intentos de abandonarlo.

Informes concordantes demuestran que los alcohólicos se sienten más solos que los miembros de la mayoría de los demás grupos. En los abusadores avanzados, la soledad está obviamente relacionada con una serie de características negativas y, junto con varias de ellas, está directamente relacionada con un mal pronóstico”.

De hecho, investigaciones previas encontraron que el “sentimiento de soledad” era el factor más importante que influía en el pronóstico de los alcohólicos avanzados. Los Centros Estadounidenses de Adicciones también enfatizan que el aislamiento es una barrera para estar y mantenerse sobrio.

La soledad también se asocia con un mayor riesgo de adicción, y la tasa de muertes atribuidas directamente al alcohol aumentó más de un 25 % en 2020, el primer año de la pandemia, cuando muchos se autoaislaban y trabajaban desde casa.

Entonces, no sorprende que las muertes atribuidas al consumo excesivo de alcohol en los EE. UU. comenzaran a aumentar junto con las restricciones de COVID.

Entre 2015 y 2019, 1 de cada 5 muertes (20,3 %) en el grupo de edad de 20 a 49 años ya estaba relacionada con la ingesta excesiva de alcohol y los datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU. muestran la tasa de muertes directamente atribuido al alcohol aumentó más de un 25 % (25,4 %) en 2020, el primer año de la pandemia, cuando muchos se autoaislaban y trabajaban desde casa.

La tendencia continuó hasta 2021, para entonces un 34 % más que los niveles previos a la pandemia. Claramente, designar a las licorerías como un “negocio esencial” durante la pandemia no fue lo mejor para la salud pública.

El uso de antidepresivos aumentó significativamente en los últimos tres años – La soledad a menudo conduce a la ansiedad, la depresión y otros problemas de salud mental, que luego se tratan con medicamentos antidepresivos, y varios estudios han confirmado que las recetas de antidepresivos se han disparado desde que comenzó la pandemia.

En Italia, el uso mensual de antidepresivos durante 2020 fue en promedio un 20% más alto en comparación con los promedios históricos de 2015 a 2019. Durante los primeros cuatro y últimos dos meses de 2020, el uso promedio fue un 30 % más alto que la norma anterior.

Una investigación del Reino Unido encontró que las recetas de antidepresivos aumentaron un 5,1 % entre 2021 y 2022. El uso de antidepresivos entre niños menores de 17 años se disparó un 9,2 %. En total, el 14,7% de los británicos, unos 56,5 millones de personas, tomaron antidepresivos durante esos dos años.

Un estudio que analizó las tasas de prescripción entre los israelíes encontró que la pandemia estaba “asociada con un aumento significativo en la pendiente de la tasa de incidentes de reabastecimiento de antidepresivos”.

Los medicamentos recetados a menudo empeoran las cosas – Desafortunadamente, los antidepresivos a menudo hacen más daño que bien. No sólo no funcionan en la mayoría de los casos, sino que también vienen con una larga lista de posibles efectos secundarios. La razón por la que estos medicamentos se usan con tanta frecuencia en lugar de otras intervenciones parece tener más que ver con la inercia que con cualquier otra cosa, lo que significa que los psiquiatras están acostumbrados a recetarlos y tardan en adoptar otras técnicas que requieren más tiempo y esfuerzo.

Ciertamente no es porque se haya demostrado que los antidepresivos funcionan mejor. ¡Muy lejos de eso! Por el contrario, los estudios han demostrado repetidamente que los placebos funcionan tan bien o mejor que los antidepresivos. En el segmento anterior de “60 minutos”, que se emitió originalmente en 2012, el Dr. Irving Kirsch revisa esta evidencia.

Según Kirsch, quien es director asociado del Programa de Estudios de Placebo en la Facultad de Medicina de Harvard, aunque muchos parecen mejorar cuando toman un antidepresivo, la respuesta no se debe a las sustancias químicas del medicamento, se debe al efecto placebo: la pura expectativa de curación.

Tomar una pastilla de azúcar produciría el mismo efecto, y por lo general lo hace. De hecho, la diferencia entre los dos es clínicamente insignificante. Y no solamente eso: Kirsch, para su sorpresa, descubrió que no importaba qué medicamento le administraran. Prácticamente cualquier fármaco probado contra los antidepresivos proporcionó la misma cantidad de alivio.

La única vez que se ve una diferencia clínica, dice Kirsch, es en los niveles más extremos de depresión. En esos casos, los antidepresivos superan al placebo, pero en la depresión leve a moderada, que es la que afecta a la mayoría de los pacientes, no hay diferencia.

Pero, ¿qué pasa con todos esos estudios que respaldan el uso de antidepresivos? Después de revisar la evidencia, Kirsch descubrió el truco utilizado para sesgar la percepción. Los fabricantes de medicamentos simplemente enterraron los estudios negativos y solo publicaron aquellos con resultados positivos.

La dependencia inducida por drogas es un lugar común – Lamentablemente, muchos han sido engañados al pensar que necesitan un antidepresivo u otra droga psiquiátrica y terminan luchando con problemas que son mucho peor que la queja inicial. Según lo informado por The Berkshire Eagle: ¡Me dijeron repetidamente que debido a que lo tomé según lo prescrito, no podía ser dependiente y que Ativan era inofensivo’! A Geraldine Burns, de Boston, se le recetó Ativan, una de varias píldoras clasificadas como benzodiazepinas o “benzos” (incluidas Xanax, Valium y Klonopin) que a menudo se recetan para tratar la ansiedad y el insomnio, después del nacimiento de su segundo hijo en 1988.

Se había quejado de una ‘sensación de pesadez’ y le dieron Ativan en el hospital. La remitieron a un psiquiatra que le recetó Ativan para que lo tomara con regularidad. Comenzó a experimentar ansiedad, agorafobia y ataques de pánico, todo lo cual nunca antes había tenido.

Burns pronto se topó con un artículo en una revista que describía sus quejas iniciales de una “sensación de pesadez” como síntomas de una infección uterina que comúnmente ocurre después del parto. Los antibióticos eliminaron la infección y la sensación de pesadez, pero Burns siguió tomando Ativan, según lo prescrito por su psiquiatra.

Durante los siguientes nueve años, la dosis de su prescripción aumentaría y también sus problemas médicos. Le recetarían antidepresivos y muchos otros medicamentos para tratar su creciente listo de dolencias…”.

La historia de Burns es una de varias que aparecen en la película de Holly Hardman “As Prescribed”. Burns se volvió adicto a Ativan y luchó durante años para dejarlo. Como resultado de sus experiencias.

Burns se convirtió en un defensor de los pacientes y en la fuerza impulsora detrás de un nuevo proyecto de ley en Massachusetts que requeriría que los médicos informaran a los pacientes sobre los riesgos del uso a largo plazo de benzodiazepinas e hipnóticos no benzodiacepínicos antes de prescribirlos. El proyecto de ley también requiere el establecimiento de un protocolo para destetar a los pacientes de estos medicamentos. Durante una audiencia del proyecto de ley, Burns dijo: 

“Todas las personas en esta sala hoy eran buenos pacientes. Ninguno de nosotros tomó más de lo que nos dijeron. Ninguno de nosotros abusó de ellos. Nos dijeron que eran seguros, inofensivos y no adictivos y eso no es cierto.

Llamé a mi psiquiatra y le conté mis síntomas cuando traté de dejar de tomar Ativan. Me dijo que siguiera tomándolo, que tendría que tomarlo por el resto de mi vida y que dejara de cuestionarla”.

Superando la soledad – Si luchas con la soledad, no estás solo. Las siguientes son varias estrategias, extraídas de una variedad de fuentes, que pueden ayudar. Es importante darse cuenta de que no existe una píldora o poción para curar la soledad, pero existen estrategias que pueden minimizar los daños secundarios que puede causar.

Únete a un club: los enfoques proactivos para conocer a otras personas incluyen unirse a un club y planificar reuniones con familiares, amigos o vecinos. Muchas comunidades también tienen jardines comunitarios donde puedes beneficiarte del aire libre mientras se relaciona con tus vecinos.
Aprende una nueva habilidad: considera inscribirte en una clase o tomar un curso educativo.
Crea rituales de conexión: los rituales son un medio poderoso para reducir la soledad. Los ejemplos incluyen tener sesiones de conversación semanales con tus amigas y/o hacer de la hora de la comida un momento especial para conectarse con tu familia sin prisas.
Considera una limpieza digital: si tu vida digital ha superado las interacciones cara a cara, considera tomarte un descanso de las redes sociales mientras tomas medidas proactivas para conocer gente en persona.

Las investigaciones muestran que Facebook puede ser más dañino que útil para tu bienestar emocional, lo que aumenta tu riesgo de depresión, especialmente si las publicaciones de tus contactos provocan envidia. En un estudio, usuarios de Facebook que se tomaron un descanso de una semana del sitio informaron niveles significativamente más altos de satisfacción con la vida y una vida emocional significativamente mejorada.

Haz un buen uso de los medios digitales: para otros, una llamada telefónica o un mensaje de texto puede ser un salvavidas muy necesario. Ejemplos de esto incluyen enviar mensajes de texto alentadores a las personas que luchan contra la soledad, ofreciendo apoyo y ayuda para vivir una vida más saludable y llevar a cabo cambios de estilo de vida saludables.
Haz ejercicio con otras personas: unirse a un gimnasio o inscribirse en un club o deporte de equipo dirigido por el acondicionamiento físico creará oportunidades para conocer gente y, al mismo tiempo, mejorar tu estado físico.
Compra localmente: frecuentar de manera rutinaria tiendas locales, cafeterías o mercados de agricultores te ayudará a desarrollar un sentido de comunidad y alentará la formación de relaciones.
Habla con extraños: hablar con extraños en la tienda, en tu vecindario o en tu viaje diario al trabajo suele ser un desafío, pero puede tener muchos beneficios valiosos, incluido el alivio de la soledad (la tuya y la de los demás). Hablar con extraños construye puentes entre personas comunes que de otro modo no podrían forjar una conexión.

Las personas del sexo opuesto, diferentes estilos de vida o diferentes culturas tienen la clave para abrirse a nuevas ideas o hacer conexiones con las antiguas. 

Voluntario: el voluntariado es otra forma de aumentar tus interacciones sociales y allanar el camino para nuevas relaciones.
Adopta una mascota de compañía: un perro o un gato pueden brindar amor y consuelo incondicionales, y los estudios muestran que tener una mascota puede ayudar a protegerte contra la soledad, la depresión y la ansiedad. El vínculo que se forma entre una persona y una mascota de compañía puede ser increíblemente satisfactorio y sirve, en muchos sentidos, como una relación importante y gratificante. La investigación sobre esto es realmente bastante profunda.

Por ejemplo, tener un perro como compañero podría agregar años a tu vida, ya que los estudios han demostrado que tener un perro juega un papel importante en las tasas de supervivencia de las víctimas de un ataque cardíaco. Los estudios también han revelado que las personas con Medicaid o Medicare que tienen una mascota hacen menos visitas al médico.

La aceptación incondicional y el amor que un perro le da a su dueño impacta positivamente en la salud emocional de su dueño de maneras tales como:

·        Aumentar la confianza en uno mismo y la autoestima

·        Ayudar a conocer nuevos amigos y promover la comunicación entre los residentes mayores y los vecinos.

·        Ayudarle a sobrellevar la enfermedad, la pérdida y la depresión.

·        Reducir los niveles de estrés

·        Proporcionar una fuente de contacto y afiliación.

Si estás buscando un amigo peludo, visita un refugio o a la Protectora de animales local. La mayoría están llenos de gatos y perros que buscan a alguien a quien amar. No alimentes la comercialización insensata de cachorros. Miles de animales están esperando la oportunidad a amarte y ser amados.

Mover y/o cambiar de trabajo: si bien es la más drástica de todas las opciones, puede ser parte de la respuesta para algunos. Para que valga la pena, asegúrate de identificar el entorno o la cultura que mejor se adapte a tu personalidad y considera la proximidad con amigos y familiares de toda la vida.

 

Asociación Morelense de Lucha Contra el Cáncer A.C.

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Información: AMORCC Imagen: LVÁ

La Voz del Árabe (LVÁ) – VIDA y SALUD – Cd. de México, mayo 17 del 2023

 

Las declaraciones y opiniones expresadas en esta publicación sitio web en Internet son exclusiva responsabilidad de su autor y no representan necesariamente el punto de vista de La Voz del Árabe.

*Descargo de responsabilidad: este artículo no pretende proporcionar consejos médicos, diagnósticos o tratamientos. Las opiniones expresadas aquí no reflejan necesariamente las de Asociación Morelense de lucha contra el Cáncer AC, La Voz del Árabe, o su personal.

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