TENAYUCA EN EL EDOMEX
-En1925 la Dirección de Arqueología, de la Secretaría de Educación Pública, reinició los trabajos de exploración comenzados en 1914, así se descubrió un edificio arquitectónico prehispánico sobre un basamento cuadrangular…
Tenayuca es una localidad mexicana que se ubica al pie del cerro del Tenayo en la Sierra de Guadalupe en el municipio de Tlalnepantla de Baz, a 10 kilómetros al noroeste del centro de la Ciudad de México. Se caracteriza por tener calles empedradas y está construido sobre una extensa zona arqueológica con vestigios de cultura teotihuacana, y chichimeca, así como acolhua y mexica, después de los siglos XII-XIII. En la antigüedad se asentó en la orilla norponiente del gran Lago de Texcoco. El estudio de la zona comenzó en 1914 y se le calificó como monumento arqueológico. La Dirección de Antropología, dependiente de la Secretaría de Agricultura y Fomento, ya había tomado nota desde 1898 del promontorio de tierra y lodo que existía en el centro del pueblo, donde luego se descubriría la actual pirámide.
El nombre de Tenayocan (más propiamente Tenayohcan)2 tiene en su composición los elementos de la lengua náhuatl “tenamitl”, que significa muro al que se agrega el sufijo “yoh”, que indica abundancia, “lleno de”, y la terminación “can”, lugar, de manera que, en conjunto significa Lugar lleno de murallas o Lugar amurallado, como lo indica también el jeroglífico del pueblo, representado en los códices por un cerco, con un muro almenado en la parte alta. El cronista Fernando de Alva Ixtlilxóchitl lo asocia a Oztopolco, que podría significar Sitio de la cueva grande, lugar donde residía el rey Xólotl, como puede verse en la lámina II del Códice Xólotl.
Se estima que la ciudad de Tenayocan, situada al pie del cerro del Tenayo, en la Sierra de Guadalupe, fue fundada en el posclásico, a finales del siglo XII y principios del siglo XIII, por el líder chichimeca Xólotl, con lo cual esta tribu tuvo su primera capital en la cuenca o Valle de México. El grupo chichimeca expandió sus dominios a otros asentamientos, hasta formar su chichimecatlalli (“tierra o asiento de los chichimecas”). Tenayocan fue el principal lugar de poder político chichimeca, hasta que el tlatoani Quinatzin trasladó el reino a Tetzcoco.
Xólotl, ya asentado en Tenayocan, recibió a tres grandes señores chichimecas que recién llegaban al Valle de México y quiso emparentar con ellos, por lo que casó a sus dos hijas: Cuetlaxxochitzin y Tziuacxochitl, así como a Cuatetzin, hija de Chalchiutlatonac, y les otorgó tierras en Azcapotzalco, en Xaltocan y en Cohuatlichan, donde ellos formarían sus propios reinos. Al cambiar el reino a Tetzcoco, Tenayocan quedó en manos de un señor principal: Tenancacaltzin, quien enfrentó la guerra contra los mexicas, mandados por los tepanecas de Azcapotzalco en 1347, y se apoderó de la ciudad. Después de la Triple Alianza, en 1430, Tenayocan quedó bajo el dominio de Tenochtitlan, y después de la conquista de México en 1521, entró en un periodo de decadencia.
En el año de 1925 la Dirección de Arqueología, dependiente de la Secretaría de Educación Pública, reinició los trabajos de exploración comenzados en 1914, y así se descubrió un maravilloso edificio arquitectónico prehispánico sobre un basamento cuadrangular, formado por una amplia escalinata dividida por una doble alfarda y dos templos gemelos, en su parte superior, dedicados a Tláloc y a Huitzilopochtli. Esta pirámide posee similares rasgos arquitectónicos de otras pirámides mexicas: Templo Mayor de Tenochtitlan y Tlatelolco. Su estructura se compone de otras de menor tamaño que corresponden a épocas diferentes. En total, se han contado ocho etapas diferentes. Desde la primera etapa de construcción es posible ya observar el basamento piramidal con doble escalera que conducía a los dos templos gemelos de su cumbre. Se piensa que la concepción arquitectónica de esta edificación sirvió como modelo para la construcción del Templo Mayor. La semejanza arquitectónica con otras pirámides, como la de Santa Cecilia y la de Teopanzolco, permite afirmar que fueron construidas por pueblos de una misma cultura.
El edificio muestra varios signos o petroglifos, principalmente en la escalinata del lado poniente, con diferentes significados y otros que representan fechas, y está rodeado por un muro de serpientes (coatepantli) bien conservado, compuesto por 138 cabezas de reptil, alguna vez cubiertas de estuco y pintadas en colores azul, verde y rojo. En lados opuestos de la pirámide el muro de estas serpientes era negro en el lado norte y oriente, y otro azul en el lado sur y parte del oriente, y representan la noche y el día, respectivamente. Este arreglo estético está relacionado con un simbolismo de tipo astronómico ligado al culto solar. Asimismo, se piensa que en este lugar los astrónomos de entonces registraban diversos acontecimientos de tipo astrométrico, como los equinoccios de primavera y de otoño y los solsticios de verano y de invierno. La orientación del edificio contrasta con la puesta del sol y su paso por el cenit, y llama la atención haberla construido hacia donde se oculta la estrella Aldebarán, de la constelación de Tauro.
En los costados de la edificación se pueden observar diversas plataformas de menor tamaño, llamadas tzompantlis, donde colocaban los cráneos de sus víctimas, así como unas serpientes enrolladas nombradas xiuhcóatl, serpientes de fuego.
En el estudio de la zona participaron arqueólogos mexicanos de la talla de Alfonso Caso, quien realizó una descripción de las inscripciones en las paredes en 1928, y los arqueólogos José Reygadas Vertiz e Ignacio Marquina, quienes participaron en las primeras y más completas excavaciones en 1935. A unos 300 metros del lugar, se localizan algunos vestigios de origen prehispánico, nombrados Tenayuca II, ruinas de habitaciones de sumo interés histórico.
Se localiza al sur de la pirámide y su construcción pudo haberse iniciado en 1524-1525 después de la llegada de los frailes franciscanos. En el Mapa Geográfico del Valle y la Ciudad de México de 1550 se identifica un pequeño templo nombrado tanaiaca.
Su edificación con cantera rosa de la Sierra de Guadalupe y con materiales de adoratorios o parte de la pirámide es ostensible, de tal forma que se pueden admirar varios jeroglíficos labrados en algunas piedras.
El edificio presenta una fachada sobria con una puerta con arco de medio punto rebajado y dos contrafuertes, y en la parte superior un nicho con la figura de San Bartolomé Apóstol. Todos los años el 24 de agosto el pueblo celebra su fiesta patronal.
Entre la pirámide y la parroquia se encuentra la Plaza Wichita, nombrada así en honor al hermanamiento entre Tlalnepantla de Baz y esa ciudad norteamericana. El monumento arqueológico se localiza en la plaza principal del pueblo de San Bartolo Tenayuca.
Anexo a la zona arqueológica existe un museo de sitio operado por el INAH, llamado Museo Xólotl, inaugurado en 1985. Ofrece al público un recorrido histórico de la región de Tenayuca, considerado el primer poblado importante de los chichimecas en la cuenca de México, fundado por Xólotl en 1224.
Su acervo está compuesto por materiales cerámicos y líticos del sitio, así como restos óseos de humanos y animales, además de algunos objetos, escudos circulares, por ejemplo. Cuenta con servicios sanitarios y expendio de publicaciones. Las piezas que se encuentran en museo fueron creadas por Rafael Hanson en 1945.
La manera más sencilla de llegar a Tenayuca es desde la Ciudad de México por el eje central Lázaro Cárdenas, o por Calzada Vallejo, al final, donde se encuentra el pueblo de Tenayuca.
TENAYUCA I – SITIO ARQUEOLÓGICO
El sitio arqueológico se localiza en el costado norte del jardín central del poblado de San Bartolo Tenayuca, en el municipio de Tlalnepantla de Baz, Estado de México. Aunque actualmente se encuentra dentro de una zona totalmente urbanizada, en la época prehispánica existían numerosos recursos naturales que permitieron el desarrollo de una de las poblaciones más importantes de la Cuenca de México.
Al ubicarse en la ribera salitrosa del lago de Texcoco tuvieron la materia prima para producir sal, y, al mismo tiempo, de los ríos Tlalnepantla y San Javier o San Camilo se abastecieron de productos acuáticos vegetales y animales y agua suficiente para el desarrollo de la agricultura. Del cerro del Tenayo y otros más de la Sierra de Guadalupe se obtuvo la cantera para la construcción de sus monumentos y de otras ciudades como Tenochtitlán y Tlatelolco.
Aunque la fundación de Tenayuca se atribuye al grupo chichimeca encabezado por Xólotl en el año 1250; su historia estuvo estrechamente vinculada con los mexicas de Tenochtitlán, quienes dominaron este pueblo como vasallo después de la fundación de la Triple Alianza
Un rasgo que distingue al centro ceremonial Tenayuca es su Templo Mayor; es decir, su extraordinario basamento piramidal de cuerpos escalonados característico de la arquitectura religiosa del periodo Postclásico Tardío (1200 – 1521). En este tipo de basamentos se rendía culto a las dos deidades principales: Tláloc, dios de la lluvia y los mantenimientos, y Huitzilopochtli, dios de la guerra. Sin duda, el Templo Mayor de Tenayuca es el más completo de los que se conservan en el centro de México y donde aún se conservan las expresiones religiosas y artísticas de los pueblos nahuas.
Este templo fue agrandado en siete ocasiones, cada una corresponde a una etapa constructiva. La más antigua construida alrededor de 1250 y la última entre 1450 y 1500. En esta etapa se construyó la plataforma del Coatepantli (muralla de serpientes) que rodea el basamento y sobre la cual se encuentran las representaciones de estos reptiles con sus cuerpos en forma curveada aparentando estar en movimiento. Las cabezas, labradas en piedra, muestran con detalle colmillos, ojos y la lengua bífida. A los costados del basamento se encuentran pequeños altares y representaciones de serpientes enroscadas.
Las cabezas de estas serpientes son distintas a las del monumento, pues, aunque también tienen profusamente representados los colmillos, resalta su cresta y por estas características, se vinculan con la llamada Xiuhcóatl; es decir, la serpiente de fuego que se relaciona con el fuego nuevo y con los ciclos de renovación que ocurrían cada 52 años.
TENAYUCA II – Aunque la mayor parte de la antigua ciudad de Tenayuca quedó bajo las construcciones modernas, a finales de la década de los ochenta del siglo pasado se recuperó, a través de una investigación de rescate arqueológico, un conjunto de estructuras habitacionales contemporáneas al centro ceremonial. Complejo habitacional conocido ahora como Tenayuca II: se encuentra a trescientos metros del centro ceremonial.
Acceso – Tenayuca I: Desde la ciudad de México se llega por la Calzada Vallejo (Eje 1 Poniente) hasta su límite norte, pasando el Río de los Remedios. Otra opción es trasladarse por el Eje Central Norte hasta la avenida Tenayuca, dar vuelta hacia el norte en la calle Cuauhtémoc.
A Tenayuca II: seguir por la calle Quetzalcóatl a calle Tízoc, seguir por calzada Santa Cecilia hasta circuito Pirámide. En transporte público utilizar la línea 3 del Metrobús que se desplaza de Etiopía a Tenayuca.
Domicilio – Tenayuca I: Calle Quetzalcóatl s/n, San Bartolo Tenayuca, 54150, Tenayuca, Tlalnepantla de Baz, México.
Tenayuca II: Circuito Pirámide 51, Fraccionamiento Izcalli Pirámide II, 54140, Tenayuca, Tlalnepantla de Baz, México.
Servicios disponibles en la zona – Tenayuca I: Museo de sitio, vigilancia, custodia, estacionamiento, sanitarios y guardarropa. – Tenayuca II: Vigilancia y custodia
Horario – martes a domingo de 10:00 a 17:00 horas. / Costo de acceso: Entrada general: 65 pesos.
Correos electrónicos: cinah_edomex@inah.gob.mx / humberto_gonzalez@inah.gob.mx / Teléfonos: 01(722) 215-7080 / 01 (722) 215 8569 / 01 (722) 213 9581. Ext. 198031.
Información: INAH / Imagen: INAH
La Voz del Árabe (LVÁ) – MÉXICO – Cd. de México, marzo 11 del 2022
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