CARACTERES DE LOS MANUSCRITOS DEL MAR MUERTO
-Inteligencia artificial analiza a detalle los caracteres de los Manuscritos del Mar Muerto
Entre los expertos, Lambert Schomaker, profesor de Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial, lleva tiempo trabajando en técnicas que permiten a los ordenadores leer la escritura a mano y ha investigado cómo la forma en que alguien sostiene un bolígrafo o un lápiz óptico afectaría a la escritura.
El uso de ordenadores es adecuado para analizar grandes conjuntos de datos, además, la imagen digital hace posible todo tipo de cálculos informáticos, a nivel micro de los caracteres, como la medición de la curvatura (llamada textural), así como de los caracteres completos (llamada alográfica).
El primer paso fue entrenar un algoritmo para separar el texto (tinta) de su fondo (el cuero o el papiro) y se desarrolló una red neuronal artificial que mantiene intactos los trazos de tinta originales realizados por el escriba hace más de 2 mil años.
El experto destacó la importancia de esta característica, pues los antiguos trazos de tinta se relacionan directamente con el movimiento muscular y son específicos de cada persona.
Los análisis de las características texturales y alográficas demostraron que “las 54 columnas de texto del Gran Rollo de Isaías se dividían en dos grupos diferentes que no estaban distribuidos al azar en el rollo, sino que estaban agrupados, con una transición alrededor de la mitad”.
Un segundo análisis de las similitudes entre las columnas escritas, utilizando los patrones de los fragmentos de las letras, confirmó la presencia de dos personas diferentes.
Además, “conseguimos demostrar -destaca Schomaker- que el segundo escriba muestra más variación dentro de su escritura que el primero, aunque su escritura es muy similar’.
El tercer paso se realizó con un análisis visual específico y promediado de las letras aleph (“a”) en las primeras y últimas 27 columnas, con el que se observaba que son diferentes.
Algunos aspectos del pergamino y la posición del texto habían llevado a algunos estudiosos a sugerir que después de la columna 27 había comenzado un nuevo escriba, pero esta teoría no era generalmente aceptada.
Sin embargo, Popovic aseguró que ahora pueden confirmarlo con un análisis cuantitativo de la escritura y con sólidos análisis estadísticos. “En lugar de basar el juicio en pruebas más o menos impresionistas, con la ayuda de ordenador, podemos demostrar que la separación es estadísticamente significativa”.
El equipo considera que este análisis abre una vía nueva para analizar los textos de Qumrán a partir de sus características físicas y cree que puede acceder al nivel de los escribas individuales, para observar cuidadosamente cómo trabajaron en estos manuscritos.
Información: EFE / Imagen: Agencia
La Voz del Árabe (LVÁ) – CULTURA – Cd. de México, abril 26 del 2021
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