sábado, septiembre 23, 2023

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LOS CÓDICES

-De los códices prehispánicos quedan pocos porque la mayoría fueron quemados, pues tomaron edificios amoxcalli y luego, los “autos de fe” que organizaban los frailes europeos eliminaban lo que consideraban del demonio…

Alan Mac Donald

Los antiguos pobladores de las tierras mexicanas no tenían un idioma escrito como tal, todo era enseñado y transmitido pictográficamente mediante “pinturas”. La palabra para denominar al libro era “Amoxtli”, más cercano al verdadero nombre que deberían de tener estos códices originales. Sin embargo, al llegar los españoles, los amoxtli fueron denominados “libro de pinturas” y fue hasta el siglo XIX que los estudiosos del área mesoamericana le dieron el nombre de “Codex” que permanece vigente hasta hoy. En el presente artículo te informaremos todo al respecto de estos antiguos códices.

¿Quiénes los hacían? – Los “tlacuilos” eran personas con cualidades artísticas y de dibujo, que se elegían desde pequeños, se adiestraron en la lengua náhuatl y realizaban los códices en los lugares que requirieran de sus servicios. El lugar donde guardaban sus códices se llamaba amoxcalli (casa de libros).

¿Cómo se leían? – Se leían completamente extendidos en horizontal, protegidos por petates (esteras) en el suelo. El sentido de su lectura tenía una función didáctica, ya que tanto el lector como los oyentes se sentaban alrededor de él y podían moverse como quisieran.

¿Cómo se catalogaban? – De acuerdo con su pueblo de origen, su material constituyente, los cuales normalmente eran papel de amate, piel de venado, tela de algodón tejida en telar de cintura y (tal vez) papel de maguey para los prehispánicos, para la época post -colonial fueron el papel europeo, tela industrial, pergamino y materiales actuales.

También se clasificaron conforme su formato, como tiras de piel o papel amate en composición horizontal. Según se guarde puede llamarse rollo o biombo.

Otra catalogación era con respecto a su temática que abordaba, que podían ser: Calendáricos-rituales, almanaques, ruedas, históricos, genealógicos, cartográficos, lienzos, mapas y planos, económicos, catastros, censos, registros, financieros, planos de propiedades, tributos, etnográficos, misceláneos, de litigios, historia natural y catecismos indígenas.

De los códices prehispánicos quedan pocos porque la mayoría fueron quemados, pues tomaron edificios amoxcalli y luego, los “autos de fe” que organizaban los frailes europeos eliminaban lo que consideraban del demonio, ya que la Iglesia lo consideraba como “hecho en inspiración diabólica”.

Los frailes-cronistas que fueron responsables de muchos de los códices fueron Olmos, Motolinía, Mendieta, Sahagún, Durán, Valadés, Torquemada y muchos laicos los preservaron. De estos códices sólo dos quedaron en México y el resto (menos de veinte) están en Europa.

Códices coloniales – Los tribunales novohispanos pidieron a los indígenas que escribieran sus pruebas escritas para que se legalizaran los pocos derechos que les habían dejado. Entonces empezaron a producir sus manuscritos pictóricos.

¿Dónde están ahora? – Muchos de los códices se encuentran actualmente en el Museo de Antropología e Historia en el Fondo de Códices y el Archivo Histórico del INAH, en la Sección de Testimonios Pictográficos de la Biblioteca Nacional de Antropología e Historia. Documentos tales como el Códice Boturini, que aborda la salida de los mexicas de su antigua tierra al valle de México antes de Tenochtitlán.

El resto de códices se encuentra fuera de territorio mexicano, como es el caso del Códice Burbónico está en la Cámara de Senadores de París en el Palais Bourbon, o el Códice Mendoza, que cuenta el origen del pueblo mexicano de Tenochtitlán, su poderío y sus costumbres.

Sin lugar a duda, los códices han formado una parte primordial para el estudio de lo que fue la cultura de los antiguos pobladores del ahora consolidado país mexicano. Es un completo deleite poder ver la antigua cultura, historia y tradición mexica reflejadas de esta forma pictórica tan peculiar que ha logrado preservar de forma especial las culturas que anteceden a todos los mexicanos.

REFERENCIAS

Galarza, Joaquín (2019). Los códices mexicanos Arqueología mexicana, 6 – 13.

Graulich, Michel Las fiestas del año solar en el códice borbónico Mikulska, Katarzyna (2017). ¿El dios en mosaico? La composición de   la imagen de la deidad en los códices   adivinatorios. Trace. Travaux et Recherches dans les Amériques du Centre,  (71),40-75.[fecha de Consulta 8 de Febrero de 2021]. ISSN: 0185-6286. Disponible en: https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=4238/423850280003

 

*Alan Mac Donald – Ingeniero civil egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México, plantel FES Acatlán, donde tomó el cargo de presidente del Capítulo Estudiantil de la Sociedad Mexicana de Ingeniería Sísmica y fue miembro directivo de dos organismos estudiantiles (CE-ACI y CECICM). Aficionado de la mitología e historia universales con especial entusiasmo por la cultura mexicana. Cofundador de la empresa mexicana MEKALI, donde funge como escritor y director creativo. Colaborador en La Voz del Árabe. Contacto: alan.mac05@yahoo.es

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Imagen: LVÁ       

La Voz del Árabe (LVÁ) – MÉXICO – Cd. de México, marzo 26 del 2021

 

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