MUSEO DIEGO RIVERA ANAHUACALLI – CdMx
– Durante su vida, Diego Rivera reunió una impresionante colección de figuras prehispánicas, a las que llamaba “el idolaje”. El pintor concibió la idea de realizar una construcción que albergara a estas piezas y fuera, asimismo, una obra artística habitable.
El museo del más grande muralista mexicano, un espléndido lugar que es obligada la visita, es parte de la historia del arte mexicano, la plática mexicana siempre ha sido de muy alto nivel reconocida en todo el mundo.
El Museo Diego Rivera Anahuacalli, “Casa del Anáhuac” es un museo en la Ciudad de México, se ubica al sur en la delegación Coyoacán.
Fue diseñado por el exponente del muralismo mexicano Diego Rivera para albergar su vasta colección de piezas precolombinas, una de las más grandes del país, mismas que fue recolectando desde su regreso de Europa en 1920. Retomando características de la arquitectura teotihuacana y Mexica, Diego Rivera planeó este espacio, como un sitio donde se llevarán a cabo diversas expresiones del arte como teatro, danza, pintura y música, inmersos en una atmósfera cuya arquitectura es una búsqueda de la esencia de lo mexicano a través de su rico pasado precolombino.
Al morir Diego Rivera, el museo seguía en construcción por lo que su hija, Ruth Rivera, junto con el arquitecto Juan O ‘Gorman terminaron este proyecto con la ayuda de Dolores Olmedo, la construcción concluyó en 1963.
La construcción de este museo y su colección fue para regresarle al pueblo mexicano una parte de su cultura, que es una herencia artística de sus ancestros.
El diseño del museo imita un teocalli, que significa “casa de los dioses”. Se construyó con piedra volcánica tomada del mismo terreno proveniente de la erupción del Xitle y elementos arquitectónicos indígenas, de esta forma se pueden conocer las raíces prehispánicas, así como el origen de cada corriente cultural que predominaba en la zona.
En el edificio principal en la parte baja y media, se encuentra una vasta colección de piezas arqueológicas de la cultura Mexica, en la parte superior se encuentra una exposición dedicada a su creador Diego Rivera, la cual cuenta con un mirador en la parte más alta del mismo y permite una bella vista de los alrededores de la zona y su área verde hacia abajo.
En el museo Anahuacalli, además de encontrar la colección de Diego Rivera y bosquejos de sus pinturas, también cuentan con una variedad de talleres para todo público. Entre ellos podemos encontrar: danza folclórica, yoga, danzón, canto y solfeo, guitarra, etc.
Estas actividades forman parte de la misión del museo, puesto que se busca promover la creatividad artística de los mexicanos, por ello también existen espacios dentro del museo para realizar diversas exposiciones, prestaciones y eventos sobre tradiciones de la cultura mexicana
A lo largo de su vida, Diego Rivera reunió una impresionante colección de figuras prehispánicas, a las que llamaba “el idolaje”. El pintor concibió la idea de realizar una construcción que albergara a estas piezas y fuera, asimismo, una obra artística habitable.
En 1941, de regreso de su viaje a San Francisco, Rivera emprendió la construcción de este proyecto, que buscaba generar una continuidad entre el arte moderno y la estética precolombina. El pintor eligió los terrenos del Pedregal de San Ángel, que anteriormente rodearon al volcán Xitle. Los había adquirido, junto con Frida Kahlo, con la finalidad de construir una granja. Después, pensando en dejar un legado al pueblo de México, Diego Rivera imaginó el Anahuacalli como una obra arquitectónica única; una Ciudad de las Artes en permanente creación.
La erupción del Xitle, en el año 400 a.C., originó un paisaje de capas de lava que, al solidificarse, formaron un ecosistema de plantas desérticas. A esta biósfera se integró la arquitectura del Anahuacalli, pensado por Diego como un receptáculo sagrado en conexión con el inframundo.
La Coatlicue parece devorarnos cuando cruzamos el vestíbulo. En cada esquina del edificio, los cuatro elementos son representados por sus respectivas divinidades: la diosa del maíz, Chicomecóatl, para la tierra; Ehécatl, dios del viento, para el aire; Huehuetéotl, dios del fuego, para este elemento, y Tláloc, dios de la lluvia, para el agua.
Cerca de dos mil figuras teotihuacanas, olmecas, toltecas, nahuas, zapotecas y del noroeste de México nos acompañan en un recorrido desde el inframundo al sol. Un espacio amplio e iluminado en el primer nivel del Museo exhibe dieciséis bocetos para distintos murales de Diego Rivera. La terraza del Anahuacalli ofrece una vista privilegiada al mar de lava del Pedregal y a su naturaleza agreste, ambas fuentes de inspiración para el pintor.
MUSEO DIEGO RIVERA, ANAHACALLI http://museoanahuacalli.org.mx/contacto/planea-tu-visita-2/
Información: Museo Anahuacalli / Imagen: Museo Anahuacalli
La Voz del Árabe (LVÁ) – MÉXICO – Cd. de México, enero 8 del 2021
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