EL PRÍNCIPE Y LA EXTRATERRITORIALIDAD

La Voz del Árabe tiene memoria, este artículo fue publicado el 26 de noviembre del 2018, hoy lo recordamos. – El cataclismo que envuelve al Mundo Árabe, después de la llegada de la “Primavera Árabe” la distribución de fuerzas en la región ha cambiado.

Rabih Rayes *

En el marco de un vacío de poder en el Mashrek a raíz de la falta de interés por la administración Trump, la región del Medio Oriente se encuentra en una pugna interna en dos ámbitos específicos: uno de ellos el ámbito geopolítico, y el otro es el religioso entre la sunna y la chía.

En consecuencia el cataclismo que envuelve al Mundo Árabe, después de la llegada de la “Primavera Árabe” la distribución de fuerzas en la región ha cambiado.

Los países considerados “poderosos” desde una perspectiva militar dentro del Mundo Árabe “Egipto y Siria” actualmente enfrentan graves crisis internas. En contraste con Arabia Saudita y sus aliados dentro del Consejo de Cooperación para los Estados Árabes del Golfo (CCEAG) con excepción de Qatar.

Existen tres países que se disputan el liderazgo geopolítico en la región, son; La Turquía moderna del Presidente, Recep Tayyip Erdoğan, quien se mantuvo en el poder tras el intento de golpe de Estado en julio del 2016.

Por otra parte, se está “la némesis” de todos los países árabes y de mayoría SunnitaIrán” con un régimen clerical con ambiciones expansionistas utilizando una estrategia de guerra de guerrillas respaldando a Hezbolla en Líbano, Hamas en la Franja de Gaza, los hutíes o huzies yazidies (facción religiosa cercana a los Chiitas) y al régimen sirio de Bashar Al-Assad de carácter alawita (un grupo ramificado de la creencia Chiita) aspirando por un liderazgo geopolítico y religioso todos bajo la zona de influencia directa de Teherán.

Por ultimo está el Reino de Arabia Saudita encabezado por el “Príncipe heredero Mohammed bin Salmen Abdulaziz Al Saud” (MBS). Ahora bien, el heredero al trono saudí un joven de 33 años se encuentra frente a un desafío interno regional e internacional, puesto que, con su famosa “visión 2030” para la modernización de Arabia Saudita, busca el liderazgo en su reino. Asimismo, colocar a la Monarquía Saud como la familia real de toda la región, tanto en el ámbito geopolítico como, en el religioso, considerando que dos de los tres lugares más importantes para la religión musulmana están en la ciudad de la Meca y Medina custodiados con recelo por el régimen saudí.

Sin embargo, el joven príncipe (MBS) actualmente se enfrenta “Al dilema de la Extraterritorialidad” derivado de sus ambiciones, dentro de la dinámica política dentro del reino. Además de las aspiraciones geopolíticas del reino de Arabia Saudita por posicionarse como la potencia regional en lo geopolítico y religioso (sunní) frente a una Turquía ambivalente.

Puesto que viaja con la vanidad de modernidad. No obstante, de manera análoga con un sentimiento de nostalgia, el escenario regional incita a recordar la época dorada del glorioso Imperio Otomano, un gigante geopolítico y una potencia mundial con sede en Estambul.

Asimismo, el régimen clerical iraní enfrascado en una narrativa defensiva, ante la administración Trump y el retorno a la época de las sanciones antes de la firma al “Acuerdo Nuclear con Irán

Ahora bien, después de la desaparición del periodista saudita Jamal Khashoggi, en un consulado saudita en Estambul, además de la difusión en prácticamente todos los medios del mundo el 17 de noviembre del presente año, en donde la Agencia Central de Inteligencia (CIA) descubrió que el príncipe heredero de saudí, Mohammed bin Salman, ordenó el asesinato del periodista, por ende se considera relevante analizar la ficción de “Extraterritorialidad” que sin duda alguna el príncipe descuidó, por ende sus ambiciones políticas y la contienda por la supremacía regional del reino Saudí se verán debilitadas ya que tanto Turquía e Irán maximizaran esta oportunidad para sus propios interés geopolíticos en la región.

Llegado a este punto se cita la definición de guerra política del comandante militar estadounidense, Matthew Bridgway, que asertivamente define el panorama que se avecina. “La guerra política es un aspecto de la gran estrategia que combina la propaganda política, la diplomacia pública, la subversión y las operaciones psicológicas”.

Ahora bien, surge una interrogante que queda en el aire, ¿Qué es la ficción de la Extraterritorialidad? La cual se analizará. Asimismo, a groso modo se realizará un análisis en prospectiva con la intención de ilustrar, porque, este término del Derecho Diplomático ha sido y será un blasón maximizado por Turquía e Irán, respaldado por toda la comunidad internacional.

Puesto que tal como se citó, la guerra política abarca también la propaganda política, en específico “la política de escándalo” la cual Manuel de Castelles en su libro Comunicación y Poder define de la siguiente manera “los escándalos son batallas por el poder simbólico en las que están en juego la reputación y la confianza”.

En definitiva, la ficción de la extraterritorialidad se ha convertido en todo un dilema para el príncipe. Para comprender mejor el escenario político y sus consecuencias se abordará con mayor detalle este concepto jurídico.

Uno de los padres del Derecho Internacional, Hugo Grocio, codifico el término “extraterritorialidad” para salvaguardar la vida de los diplomáticos en otros Estados. Se entiende como extraterritorialidad una ficción jurídica de la cual determinadas partes integrantes del territorio de un Estado no se consideran sujetas a la jurisdicción de ese Estado. Los supuestos más típicos son los de las embajadas y las bases militares extranjeras.

Este privilegio descansa en el principio “par in parem non habet imperum” que tal como lo explica “Javier Pérez de Cuellar en su libro Manual de derecho diplomático”, la extraterritorialidad excluye la subordinación de Un Jefe de Estado a otro, y finalmente en la obligación del país visitado de garantizarle inviolabilidad e independencia.

Así, por ejemplo, el Consulado de Arabia Saudita en Estambul, jurídicamente se considera como territorio del Reino de Arabia Saudita, en donde el príncipe y ningún alto funcionario del gobierno saudita es un subordinado de otro Jefe de Estado, es decir el presidente turco, Recep Tayyip Erdoğan.

A pesar de que al momento de que escribo estas líneas la CIA sostiene que la orden de la ejecución del asesinato del periodista saudí, Jamal Khashoggi, fue directamente del príncipe, es importante resaltar algunas cuestiones sobre el Reino de Arabia Saudita y los Derechos Humanos.

Para comenzar, el 10 de diciembre de 1948 en París con la Resolución 217 (III) en el seno de la Asamblea General de las Naciones Unidas (AGONU) se proclamó la Declaración Universal de los Derechos Humanos como un ideal común para todos los pueblos y naciones. La declaración establece, por primera vez, los derechos humanos fundamentales que deben protegerse en el mundo entero y ha sido traducida en más de 500 idiomas.

No obstante, a pesar de ser un hito en la historia existen dos países que en su momento siendo miembros de La Organización de las Naciones Unidas (ONU) se abstuvieron en su votación fueron la antigua URSS, y el Reino de Arabia Saudita.

Sin embargo, analizando desde una perspectiva jurídica, es conocido que en materia de Derechos Humanos, los países islámicos que se rigen bajo la Sharia (Ley Islámica), no comparten del todo la cosmovisión occidental acerca de los Derechos Humanos.

No obstante, conforme a Hugo Saúl Ramírez García y Pedro de Jesús Pallares Yabur en su libro: Derechos Humanos “hacen la distinción entre el Hard Law, es decir los Tratados Internacionales y el Soft Law entiéndase como las declaraciones internacionales sobre derechos humanos y los principios del derecho internacional”.

Dicho lo anterior, es importante resaltar que desde la cosmovisión occidental, existe una categorización de los Derechos Humanos; los de Primera Generación, (Derechos Civiles y políticos: Tratan sobre la libertad y la participación en la vida política. Los de Segunda Generación (Derechos Económicos. Sociales y Culturales, incluyen el Derecho a Ser y los de Tercera Generación (Derechos de Solidaridad o de los Pueblos contemplan cuestiones de carácter supranacional como el derecho a la paz y a un medio ambiente sano).

Ahora bien, conforme a la oficina del Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU estos son los tratados o protocolos adicionales de Derechos Humanos de los cuales Arabia Saudita prácticamente no ratifica salvo algunas excepciones.

Primero: Convención contra la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes. Ratificado el 23 septiembre de 1997. Segundo: Protocolo Facultativo de la Convención contra la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes. Sin firma ni ratificación. Tercero: Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos. Sin firma ni ratificación. Cuarto: Segundo Protocolo Facultativo del Pacto Internacional de Derechos Civiles y políticos destinado a abolir la pena de muerte. Sin firma ni ratificación.

Quinto: Convención Internacional para la protección de todas las personas contra las desapariciones forzadas. Sin firma ni ratificación. Sexto: Convención para la Eliminación de todas las formas de Discriminación contra la mujer. Firmado y ratificado el 07 septiembre 2000. Séptimo: Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales. Sin firma ni ratificación. Octavo: Convención Internacional sobre la protección de derechos de todos los trabajadores migratorios y de sus familiares. Sin firma ni ratificación.

Noveno: Convención sobre los Derechos del Niño. Ratificado el 26 enero de 1996. Decimo: Protocolo facultativo de la Convención sobre los Derechos del Niño relativo a la participación de niños en los conflictos armados. Ratificado el 10 junio del 2011. Décimo Primero: Protocolo facultativo de la Convención sobre los Derechos del Niño relativo a la venta de niños, prostitución infantil y la utilización de niños en la pornografía. Ratificado el 18 agosto del 2010. Décimo segundo: Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad. Ratificado el 24 junio del 2008.

En concreto, sin importar la generación de los Derechos Humanos, ni la familia del derecho o el tratado, a la que el régimen pertenezca existe una constante en cualquier tipo, la inalienabilidad del derecho a la vida y la dignidad humana. Del cual el periodista saudí, Jamal Khashoggi, fue privado.

Por ende, la ficción de extraterritorialidad se convierte en un dilema para el príncipe, puesto que, a pesar de que jurídicamente la privación del derecho a la vida del periodista se realizó a uno de sus súbditos en su propio territorio, creó una ventana de oportunidad para la comunidad internacional y específicamente, Turquía e Irán parta la “política de escándalo”

La cual ha sido muy bien aprovechada por el presidente turco Recep Erdoğan, puesto que, con el funeral sin cuerpo, acto simbólico para el periodista saudí, Jamal Khashoggi, realizado el 16 de noviembre, favoreciendo así la política de escándalo creando una cortina de humo al interior y exterior de Turquía con la finalidad de que el presidente turco surja como una figura política fuerte dentro del mundo islámico específicamente para los suniitas.

Ahora bien, el politólogo y académico Samuel Huntington en su libro el Choque de las civilizaciones y la reconfiguración del orden mundial, pese a ser una obra altamente criticada en el ámbito académico y diplomático es importante rescatar de ella las siguientes cuestiones: Primero, conforme a la percepción de Huntington, el mundo musulmán carece de un país líder que dirija a la civilización.

Segundo, existen tres posibles países para ocupar ese liderazgo, Arabia Saudita, Turquía e Irán. Sin embargo, Huntington desacredita las posibilidades de Irán, puesto que el 90% del mundo islámico es sunita.

Tercero. Para el politólogo, la rivalidad se encuentra enfrascada entre Turquía y Arabia Saudita, siempre y cuando Turquía deje atrás sus ambiciones de ser más europea que islámica. Aunque el enfrentamiento más evidente actualmente es entre Irán y Arabia Saudita por el liderazgo regional tanto político como ideológico, es importante resaltar que con los acontecimientos recientes con las relaciones tensas con EEUU bajo la administración Trump y el acercamiento de Turquía a una Rusia fortalecida e interesada por incrementar su influencia en la región del Medio Oriente, es muy probable que la hipótesis de Huntington se convierta en una prospectiva geopolítica.

Puesto que la política de escándalo hacia el príncipe debido al dilema de la extraterritorialidad, está acompañado de un intento turco por reposicionarse geopolíticamente si se toma en cuenta que Turquía es el segundo ejército más grande de la Organización del Atlántico Norte (OTAN) y actualmente está renovando su arsenal militar a expensas de considerar a EEUU.

Para finalizar, es importante resaltar que independientemente de que la ficción de extraterritorialidad garantice la inmunidad, la política de escándalo en la era digital no tiene restricciones, por ende, la extraterritorialidad y las ambiciones del príncipe no solo son un dilema jurídico sino también, probablemente se convierta en un alto costo político para el reino de Arabia Saudita

Bibliografía: W. Freeman, Jr, Chas. Diplomat´s dictionary. Segunda Edición. Washington, DC. United States Instute of peace. / Hungtinton, Samuel P. El Choque de las Civilizaciones y la reconfiguración del orden mundial. Primera Edición. Barcelona. Paidós Surcos I. 2005. / Castells, Manuel. Comunicación y Poder. Primera edición México. Siglo XXI. 2012. / García Ramírez, Hugo Saúl y Pallares Yabur, Pedro de Jesús Derechos Humanos. Primera edición. México. Oxford University press México. 2011. / Pérez de Cuellar, Javier. Manual de derecho diplomático. Primera edición México. Fondo de cultura económica. 1997.

*Rabih Rayes: Internacionalista egresado de La Universidad La Salle. Ha fungido como asistente de analista político en la SRE (México), en el Departamento de África y Medio Oriente. Sus temas: Geopolítica y seguridad internacional y su influencia en La región del Medio Oriente. Autor del Artículo : La Paradoja del Factor Geopolítico en Líbano ante la Crisis Política y Social del Medio Oriente, a Raíz de la Primavera árabe en la Revista Académica de la Facultad de Derecho de la Universidad La Salle (Año X No.19 Julio 2012, p.207-220 de la revista: https://goo.gl/oYyjLO). Hoy colaborador de La Voz del Árabe.

Imagen: Pixabay – LVÁ

La Voz del Árabe (LVÁ) – EDITORIAL – Cd. de México, abril 20 del 2019

La Voz del Árabe (LVÁ) – EDITORIAL – Cd. de México, noviembre 26 del 2018


Descubre más desde La Voz del Árabe

Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.

2 comentarios en «EL PRÍNCIPE Y LA EXTRATERRITORIALIDAD»

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Descubre más desde La Voz del Árabe

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo