KAMAL JUMBLATT

–Los pilares de su agenda política para la comunidad drusa en el Líbano

Alejandro Puente*

Cada año en el mes de marzo, la comunidad drusa del Líbano conmemora al Sr. Kamal Jumblatt, afamado político, abogado, escritor y líder comunitario que fue asesinado en 1977 junto a sus compañeros Fauzi Shadeed y Hafez Al-Hussaini.

¿Quién fue Kamal Jumblatt? – Antes de responder a la pregunta, es necesario resaltar que los drusos son un grupo étnico religioso que ha vivido en Medio Oriente durante casi mil años, con alrededor de poco más de un millón de adherentes a su comunidad internacional, y que en la actualidad habitan principalmente la región del Levante, están repartidos entre el Líbano, Siria, Israel y Palestina, y un reducido número de drusos en Jordania; sin embargo, también existe una importante diáspora en Alemania, Australia, Reino Unido, Francia, Estados Unidos, Brasil y Venezuela.

Kamal Jumblatt fue un destacado líder druso, desempeñó un papel significativo en la configuración estructural de la política libanesa a mediados del siglo XX. Ocupó el cargo de ministro de economía y comercio del Líbano. Fundó el Partido Socialista Progresista (PSP), lideró a la comunidad drusa en la defensa de principios izquierdistas y panarabistas mientras navegaba por el intrincado panorama sectario demográfico del Líbano durante la guerra civil.

El presente artículo, rasca la superficie sobre los cimientos que marcaron la influencia de Kamal Jumblatt en la formulación de políticas públicas para la sociedad libanesa, enfocándose particularmente en el papel de la comunidad drusa dentro de la configuración de la agenda política y los procesos de toma de decisiones.

Dentro del contexto histórico, el Líbano se ha caracterizado por complejas divisiones sectarias y rivalidades políticas entre sus diversas comunidades religiosas; los drusos, históricamente siempre han buscado representación e influencia dentro del marco político del país. Jumblatt surgió como una figura clave en esta búsqueda de empoderamiento político defendiendo los derechos e intereses del pueblo druso libanés.

En 1949, fundó el PSP como plataforma para promover su agenda política y representar los intereses de su comunidad; el partido abrazó ideologías de izquierda y defendió la justicia social, la igualdad y el panarabismo; una ideología y movimiento político que surgió a finales del siglo XIX y principios del XX en respuesta al colonialismo europeo;  esencialmente aboga por la unidad y cooperación entre países del mundo árabe, esto incluye naciones de Medio Oriente y el norte de África donde se habla el idioma árabe.

Kamal Jumblatt a través de su partido, buscó movilizar a la población drusa y establecer su presencia en la política libanesa con gran poder de persuasión en la formulación de políticas públicas, su liderazgo impactó significativamente en áreas relacionadas con el bienestar social, el desarrollo económico y las complejas relaciones sectarias demográficas dentro del Líbano. Como líder carismático e influyente que le caracterizaba, Jumblatt pudo conseguir apoyo tanto dentro de la comunidad drusa, como a través de las diversas líneas nacionales, forjando alianzas con otras facciones políticas para promover objetivos comunes.

Una de las contribuciones notables de Jumblatt a la formulación de políticas fue su defensa de los derechos a los grupos marginados incluidos campesinos y obreros; defendió la reforma agraria y los programas de bienestar social destinados a mejorar las condiciones de vida de la población rural, muchos de los cuales han pertenecido a la comunidad drusa; también jugó un papel clave en la estructuración de la política exterior del Líbano, particularmente en lo que respecta a sus relaciones con algunos países vecinos y el mundo árabe en general. Su inclinación hacia una postura panarabista y su apoyo en el contexto discursivo a los derechos palestinos, influyeron en la posición del Líbano sobre asuntos regionales, puntualmente contra la política exterior israelí contribuyendo así una alineación trazada con los movimientos nacionalistas árabes.

Para el año 1970, Kamal Jumblatt recibió el “Premio Lenin de la Paz”, galardón que originalmente se había nombrado “Premio Stalin de la paz entre los pueblos”. El premio fue establecido por la Unión Soviética como herramienta de propaganda para promover la ideología y los intereses soviéticos a nivel internacional; fue otorgado a personas y organizaciones que se consideraba habían realizado contribuciones significativas a la paz y el desarme de acuerdo con los principios soviéticos.

Sin duda resulta satírico y un tanto incoherente el nombre del galardón, considerando como indicador de análisis coyuntural dentro del contexto histórico soviético, la implementación de sus políticas expansionistas y de ocupación que caracterizaron al sistema soviético en su agenda política. El hecho de que Jumblatt recibiera dicho galardón, reflejó su alineación con las ideologías izquierdistas y panarabistas, que a menudo simpatizaban con los intereses soviéticos durante la Guerra Fría. Sin embargo, vale la pena señalar que las opiniones políticas de Jumblatt, como suele suceder con el perfil de líderes populistas, fueron diversas y evolucionaron con el tiempo, su aceptación del premio pudo haber estado influenciada por consideraciones políticas más que por una estricta adhesión a la ideología soviética.

Actualmente, puede resultar inocua la concesión del Premio Lenin de la Paz a Kamal Jumblat, pero en esa época, destacó las intersecciones entre la geopolítica global y los conflictos regionales, así como la compleja dinámica de las alianzas políticas durante el período de la Guerra Fría.

Puntualizando algunos desafíos de su legado, a pesar de los esfuerzos por lograr cambios mediante la movilización política y la formación de coaliciones, Kamal Jumblatt enfrentó numerosos retos, incluida la oposición de facciones rivales y presiones externas. Su asesinato en 1977, fue un trágico recordatorio de los riesgos que implica desafiar el statu quo nacional y abogar por nuevas reformas en el Líbano.

De acuerdo al autor William W. Harris en su libro “Faces of Lebanon: Sects, Wars and Global Extensions”, los sirios fueron considerados como presuntos culpables por la muerte de Jumblatt, esto después de numerosas advertencias que el ex-presidente sirio Hafez Al-Assad, padre del actual presidente Bashar Al-Assad, expresara abiertamente a Jumblatt sobre evitar sentarse en una silla en particular, ubicada dentro de un edificio gubernamental en una de sus visitas a la República Árabe Siria.

No obstante, los drusos libaneses afirman que el legado de Jumblatt perdura a través de su hijo Walid Jumblatt y su nieto Taymour Jumblatt quien su padre, Walid de casi 74 años, ya le había pasado el liderazgo de la comunidad en 2017. Taymur Jumblatt de 42 años, asumió oficialmente el mando del partido político en junio de 2023, en un momento que el Líbano se estaba recuperando de tres años de crisis económica agotadora, ampliamente atribuida a la elite gobernante de la cual la dinastía Jumblatt es un componente central.

El PSP, sigue siendo una fuerza importante en la política libanesa. La comunidad drusa continúa desempeñando un papel en la formulación de políticas públicas, aunque el principal reto, es legislar dentro del complicado sistema político sectario y de poder compartido en el Líbano, especialmente cuando se trata de negociar con el actual y dominante partido libanés musulmán chiíta, Hezbollah. La estructura del sistema político libanés, se caracteriza por un complejo marco confesional, que refleja la diversa composición religiosa y sectaria del país. Algunas características clave del sistema político libanés incluyen lo siguiente:

Confesionalismo: es un sistema de gobierno que asigna el poder político y la representación entre las principales comunidades religiosas del país. Este sistema de gobierno libanés, tiene sus raíces en el Pacto Nacional de 1943, que estableció un acuerdo de poder compartido entre las comunidades cristiana y musulmana del Líbano.

Democracia parlamentaria: el parlamento es la máxima autoridad legislativa, sus miembros son elegidos mediante un sistema de representación proporcional basado en cuotas sectarias o cuotas confesionales; este sistema tiene como objetivo mantener un delicado equilibrio de poder entre las diferentes sectas nacionales. El parlamento es un órgano legislativo unicameral que consta de 128 escaños; sus miembros son elegidos por períodos de cuatro años y los escaños se asignan entre las comunidades religiosas.

Presidente: tradicionalmente, es un cristiano maronita según el equilibrio confesional del país. El presidente es el jefe de Estado libanés y es elegido por el Parlamento por un período de seis años.

Primer Ministro: es el jefe de gobierno y es designado por el presidente en consulta directa con el parlamento. El puesto suele ser ocupado por un musulmán sunita, nuevamente esto es de acuerdo al equilibrio confesional del Estado.

Consejo de Ministros: está encabezado por el Primer Ministro y es responsable de implementar las políticas y decisiones gubernamentales.

Gabinete: está compuesto por ministros de diferentes comunidades religiosas, este instrumento gubernamental, refleja la composición confesional del país.

Consociativismo: el sistema político libanés, a menudo se describe consociacional, lo que significa que está diseñado para acomodar y gestionar la diversidad sectaria del país a través de acuerdos de poder compartido y toma de decisiones basada en el consenso.

El sistema político del país también está influenciado por actores externos, incluidos países vecinos y potencias internacionales, que a menudo tienen intereses creados hacia el objetivo de una utópica estabilidad nacional y dinámica política libanesa.

A pesar de los objetivos previstos de promover la estabilidad y la inclusión, el sistema político confesional del Líbano ha enfrentado constantes críticas por perpetuar el sectarismo, fomentar el clientelismo político y obstaculizar la gobernanza efectiva. A lo largo de los años, se han manifestado llamados a reformar el sistema político para abordar estos desafíos y promover una mayor rendición de cuentas, transparencia y representación para todos los ciudadanos libaneses.

En conclusión y abriendo una puerta al debate crítico, algunos libaneses consideran el liderazgo de Kamal Jumblatt al frente del PSP y su defensa de la comunidad drusa, como un importante punto de inflexión histórico que dejó un impacto duradero en la política libanesa. A grandes rasgos, sus esfuerzos por promover la justicia social, la igualdad y el panarabismo, continúan resonando dentro del Líbano hoy en día, subrayando la influencia duradera de la sociedad drusa en la formulación de políticas públicas y gobernanza. Sin embargo, existen indicadores que deben plantearse en la actualidad debido a que la comunidad drusa libanesa, también está compuesta por distintos niveles socioeconómicos y las narrativas nacionalistas, se van ajustando a los constantes cambios geopolíticos.

 

*Alejandro Puente – Maestría en Ciencias Políticas y Comunicación Política por la Universidad de Tel Aviv. Es analista de información en política exterior de Medio Oriente y Norte de África. También es profesor en la escuela de Relaciones Internacionales de la Universidad De Las Américas (UDLA-CDMX). Ha realizado estancia de investigación en Israel sobre los drusos y su rol como importante minoría étnica y religiosa de Medio Oriente. Colaborador frecuente en La Voz del Árabe.

 

Imagen: 1. Taymour Jumblatt / 2. Walid Jumblatt / 3. Kamal Jumblatt

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La Voz del Árabe (LVÁ) – ESPECIALES – Cd. de México, abril 8 del 2024

 

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