lunes, octubre 2, 2023

La Voz del Árabe

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LA MUERTE DE JOHN MAGUFULI, VALIENTE AFRICANO

– La muerte de John Magufuli, valiente africano que luchó por la libertad.

El colonialismo ha sido y sigue siendo la peor pesadilla de los pueblos más ricos del mundo, pues mientras sus recursos naturales superan en mucho aquellos que poseen los colonialistas, esa fortuna se vuelve una desgracia ante la criminal actuación de los ladrones genocidas por excelencia.  

Ejemplos hay de sobra; simplemente recordemos cómo los europeos se repartieron África como si fuera un pastel, donde curiosamente los únicos no invitados a la repartición de territorios fueron los africanos. Lo más grave y por lo que todos debiéramos estar interesados en el presente artículo es porque hoy día se torna evidente que no sólo quieren adueñarse de alguna región remota en los confines del planeta, sino del planeta en sí mismo.

Para no extendernos demasiado, concentrémonos en un solo lugar. En el mundo occidental, los líderes africanos son invisibles, hasta que atraen la ira de los Globalistas, la Curia Pandémica, la OMS y sus Medios de Comunicación obsesionados con el Virus (todos actores indispensables de una misma maquinaria imperialista de destrucción).

Como bien aseveró Celia Farber en una publicación realizada por The Solari Report, no habrá nunca lamentaciones por parte de la prensa internacional ante la pérdida de ningún ser humano que se atreva a cuestionar los métodos de los colonialistas, máxime si con astucia se puso de manifiesto la corrupta falsedad del discurso que les permite continuar con sus depredadoras fechorías. Sin más preámbulo, demos paso a tan reveladora investigación:

El miércoles 17 de marzo del presente año, la aparentemente irreal noticia salió de Tanzania: “Hemos perdido a nuestro valiente líder, el presidente John Magufuli, que ha muerto de una enfermedad cardíaca”, dijo la vicepresidenta de Tanzania Samia Suluhu Hassan, en una transmisión de televisión que conmocionó al mundo y reveló el nuevo orden colonial de Covid en términos inequívocos: No importa lo que Magufuli haya logrado para Tanzania, tratando, por ejemplo, de protegerla de los estragos económicos del Covid, porque su “negación” significaba que el mundo, (incluida Tanzania) estaba mejor sin él. Tanto para Black Lives Matter como para quienes están detrás de ese movimiento (sólo hay que ver quienes los financian) ningún sentimiento o declaración piadosa se aplicaría a los liberadores económicos de África. (Los africanos han sido esclavos y deben seguir siéndolo para veneficio de la oligarquía genetista).

Todos opinan tras las trincheras de Covid  y más de uno sintió que la muerte de Magufuli estaba relacionada con la provocación que el difunto mandatario profesó al complejo industrial global del Covid en mayo pasado, cuando secretamente hizo que muestras no humanas de frutas, cabras, ovejas y hasta un aceite de automóvil se probaran para Covid en la prueba de PCR, devolviendo resultados positivos de una pata, una codorniz y una cabra. Con humor, descaro y audacia, Magufuli se había pasado de la raya, desenmascarando el fraude y la ilegitimidad del aparato de pruebas de PCR en el que se basó la OMS para justificar el bloqueo global, el terror y el despliegue de vacunas. Después de los inquietantes resultados, Magufuli suspendió al jefe del Laboratorio Nacional de Salud de Tanzania, Nyambura Moremi, y formó un comité de investigación de 10 personas. La Unión Europea había dado a Tanzania 27 millones de euros para imponer estrictas medidas de bloqueo de Covid, pero junto con los presidentes de Bielorrusia y Burundi, Magufuli expulsó a la OMS de su país.

No es ningún misterio por qué el Dr. Magufuli asumió el absurdo de usar la prueba de PCR como una herramienta aterradora para un (putativo) virus de la Corona. Magufuli obtuvo su licenciatura en ciencias en educación, con especialización en química y matemáticas como asignaturas de enseñanza de la Universidad de Dar es Salaam en 1988 y posteriormente obtuvo maestrías y doctorados en química, nuevamente de la Universidad de Dar es Salaam, en 1994 y 2009, respectivamente. A finales de 2019, fue galardonado con un doctorado honorario por la Universidad de Dodoma por mejorar la economía del país.

Además, había declarado que las vacunas no funcionaban y eran peligrosas, mientras mantenía a Tanzania abierta a los negocios y se negaba a adherirse al distanciamiento social o a las máscaras (conocidas en México acertadamente como tapabocas, porque eso es lo que en el fondo pretenden hacer: “taparnos la boca”).

Mientras tanto, como si apoyara la noción de que la Covid sólo se convierte en un problema cuando un país se somete a sus dictados, Tanzania no apareció junto a ningún “caso” o muerte por Covid. Al 18 de marzo, las cifras oficiales, según Nuestro Mundo en Estadísticas eran: 509 casos, 183 recuperados, y 21 muertes, desde enero 22 del 2020.

En Twitter, comenzaron a surgir algunos de sus extraordinarios logros, totalmente ausentes de los informes de los medios de comunicación masivos (en su inmensa mayoría al servicio del sionismo, el colonialismo y las élites psicópatas e infrahumanas).

“Magufuli será recordado por estas 4 cosas”:

1-Transformó a Tanzania en un país de ingresos medios en un breve periodo.

2-Construyó el mejor ferrocarril eléctrico de África, que todavía es un sueño en los Estados Unidos.

3-Masacró la corrupción y el saqueo de los recursos de TZ.

4-Minimizó exitosamente al Covid-19, o, mejor dicho, le restó toda la parte propagandística reduciéndolo a lo que realmente es: un virus más aún menos letal que la influenza estacional. – Serial Twitter

“Su muerte es una victoria para los imperialistas que no se detendrán ante nada hasta que controlen África. Era un verdadero líder que tenía los intereses de su pueblo en el corazón.”  – Charlas Generacionales de Jóvenes

“Hay que ser tanzano para entender lo grande que era Magufuli”. – Protas Manunited

“Fue muy único en la toma de decisiones. Ahora volvemos a robar minerales”. – Mwesiga Credius

Magufuli, que luchó contra la corrupción y los sobornos extranjeros, rechazó un préstamo de 10 mil millones de dólares de China, prohibió a los funcionarios del Gobierno viajar al extranjero y redujo radicalmente el tamaño de su gabinete y sus salarios, incluyendo el propio. Se informó que en 2019, según el Twitter “Blacks Region”, China ofreció dar a Tanzania un préstamo para expandir el puerto de Dar es Salaam si aceptaban no construir un nuevo puerto, hacer que los chinos manejaran el puerto durante 30 años y proporcionar a los chinos un arrendamiento de 99 años. “El presidente Magufuli se negó, diciendo que sólo un loco firmaría eso”.   NOTA: Cabe mencionar que eso fue precisamente lo que sucedió con el Puerto de Hong Kong, el cual fue manejado por el Imperio Británico por 99 años, otorgándole trillonarias utilidades a cambio de una limosna para los chinos.

Pero volviendo a nuestro tema central, Magufuli también luchó contra las minas de oro extranjeras y las acusó de extensa corrupción criminal. Reuters informó en 2017: “El presidente tanzano John Magufuli ha dicho que cerrará todas las minas si las compañías mineras retrasan las negociaciones para resolver una disputa sobre miles de millones de dólares en impuestos atrasados que el gobierno dice que deben. “El propio Magufuli tuiteó el 1° de julio de 2020 que el Banco Mundial había declarado a Tanzania “país de ingresos medios”, cinco años antes de lo previsto. “DIOS BENDIGA TANZANIA”, escribió.

Nada de esto convenció a los voceros de los Estados Unidos, que emitieron una declaración condescendiente, por así llamarla, reafirmando que ahora la tarea de los Estados Unidos era retomar la perspectiva de la Covid y la “Corrección Política” en ese gobierno. -Ofrecimos nuestras condolencias a los tanzanos “mientras abogamos por el respeto de los derechos humanos y las libertades fundamentales y trabajamos para combatir la pandemia de Covid-19. Esperamos que Tanzania pueda avanzar por un camino democrático y próspero-. La helada declaración parecía sugerir que Magufuli no había hecho nada de lo anterior, pero que todo se lograría ahora que estaba fuera del camino.

¿Qué derecho tenemos a condenar el “negacionismo” de la Covid de Magufuli cuando muestran 21 muertes y reportamos más de 500.000? (Un número falso de principio a fin). ¿Tal vez la” negación de Covid ” es la mejor política de la historia? Tal vez, como el Rey del Bosque de Goethe, sólo mata si le tienes miedo y crees en él.

A título personal, la prepotencia plasmada en las declaraciones estadounidenses me provoca un malestar similar a la náusea, sumada de indignación.

Ciertamente, la muerte de Magufuli fue inesperada. El populista tanzano anticorrupción, apodado “el bulldozer”, parecía la imagen misma de la salud. Sin embargo, no había sido visto desde febrero 27, creando muchas insinuaciones y programación predictiva de sus enemigos de que estaba escondido en algún lugar, muriendo de Covid. La idea de que había muerto de una enfermedad cardíaca, mientras estaba siendo tratado en un hospital por ello, también parecía inverosímil, para un líder tan relativamente joven y energético.

Si bien fuera cierto que el corazón de Magufuli se había rendido, es imposible subestimar cuántos enemigos jurados de sus políticas económicas radicales, sin remordimientos y anti globalistas estaban agrediendo a sus estrellas, algunas de ellas abiertamente. Los tanzanos, mientras tanto, se lamentaban, lloraban y gritaban desconsolados ante el cuerpo de su amado líder, quien era conducido a través de Dar es Salaam para yacer en su Estado.

Nunca tendrías ni idea de que Magufuli fuera tan amado en su país si sólo miraras los titulares de los medios occidentales, consistentes en su tono helado de Covid Imperial, proyectando que Magufuli fue legítimamente barrido por el mismo “virus” que “negó” mientras estaba vivo.

Ninguno de los medios corporativos “ni uno” citó la declaración del vicepresidente Samia Suluhu Hassan de que el presidente Magufuli había muerto de una enfermedad cardíaca. Era como si ese evento internacional en particular no ocurriera, como si el giro de la historia estuviera coordinado y pre-escrito, lo que no debería sorprendernos a ninguno de nosotros. En cambio, la prensa mundial (fuera de África) publicó titulares casi idénticos, reduciendo el reinado transformador de 6 años de Magufuli a una competencia de escupir sobre su “negación de la Covid”, mientras impulsaba un “rumor” sin fuentes de que había muerto de Covid.

Algunos titulares típicos:

“John Magufuli: El presidente de Tanzania muere a los 61 años tras rumores de Covid – BBC News

“John Magufuli, líder de Tanzania que minimizó a Covid, muere a los 61” – The New York Times

“Presidente de Tanzania, John Magufuli, niega Covid-19 y ha muerto a los 61”- New York Post

“El presidente de Tanzania, John Magufuli, que instó a los ciudadanos a “orar por el coronavirus” ha muerto – CNN

“Magufuli, líder escéptico de Covid en Tanzania, muere tras semanas de rumores sobre su salud – NBC News

“John Magufuli, presidente de Tanzania que niega la Covid, muere a los 61 años – The Guardian

Curiosamente, todos sacaron su ángulo de desaprobación, no de la declaración oficial del gobierno de Tanzania, sino de la TELEVISIÓN keniana (KTV), que le generó hostilidad política.

El rumor (que desplazó la declaración del Vicepresidente tanzano) ni siquiera se atribuyó a una fuente nombrada, sino que también incluyó el rumor secundario de que Magufuli había tenido que ser trasladado a Kenia -o posiblemente a la India- para ser tratado por su “Covid” de alto secreto (la nueva arma multifacética derivada de una prueba errónea que se puede usar para manipular a las grandes masas y contra enemigos políticos para prácticamente cualquier resultado deseado).

Algunos citaron a un “líder de la oposición” más allá de las fronteras de los medios de comunicación occidentales. La fuente del rumor citado internacionalmente quedó clara: El hombre que Magufuli derrotó en las últimas elecciones, Tundu Lissu, quien, desde el exilio en Europa se convirtió en el oráculo de lo que había matado a Magufuli. “El Covid lo derribó”.  Lissu fue citado por varios periódicos diciendo, incluso agregando cruelmente: “Es justicia poética”, y por supuesto, la acusación banal y ubicua, diseñada para atraer galletas de recompensa de la Fundación Bill & Melinda Gates: “Negó la ciencia.” ¡¡¡Si, ajá, habló para ustedes el gran científico y médico Bill Gates, con múltiples demandas internacionales activas por asesinato!!!

En este tuit, Lissu dibuja la línea poscolonial/Virus-Colonial en la arena, dejando claro cómo ve el futuro de Tanzania, como uno de “ciencia” y “cooperación internacional.” Twitter

El Deccan Herald publicó abiertamente titulares citando a Lissu como una autoridad sobre la muerte de Magufuli: Magufuli murió de coronavirus, dice líder de la oposición de Tanzania. – The Deccan Herald / 18 de marzo de 2021

Algunos actores, como The Guardian, cuya credibilidad endeble ante muchos científicos que cuestionan sus enormes conflictos de interés incluso habían ido tan lejos como para pedir que Magufuli fuera “controlado”.” Es hora de que África controle al presidente antivaxxer “antivacunas” de Tanzania. – The Guardian / Febrero 8, 2021

¿No es este lenguaje rotundamente racista? ¿O es el Farma-Colonialismo un cheque en blanco para el racismo que está prohibido en otros contextos?

El autor, locutor y nutricionista Keidi Obi Awabu comentó en su emisión dedicada a la muerte de Magufuli: “Los políticos de la oposición parecen ser los preferidos de la prensa occidental”.

The Independent publicó un titular similar que no aclaraba en absoluto que no tenía fuentes reales para su afirmación de que Magufuli estaba enfermo de “Covid”.

Covid escéptico líder tanzano “recibiendo tratamiento en India” para coronavirus. – The Independent / 11 de marzo de 2021

La Historia Se Repite – El martilleo de los medios internacionales contra Magufuli fue una recreación traumática de cómo calumniaron y atacaron al expresidente sudafricano Thabo Mbeki hace 20 años, por salirse del camino de las ONG farmacéuticas sobre el VIH / SIDA.

El colonialismo en África ha sido reemplazado por lo que yo llamo “Colonialismo de virus”, que exige que cada nación se alinee con las pandemias declaradas por la OMS, desde el VIH hasta la Covid. No deben cuestionar ninguna faceta de la llamada “ciencia”, que ocluye una vasta gama de lesiones incalculables infligidas a África en nombre de estas supuestas emergencias virales. Dios no permita que ellos mismos decidan cuáles deben ser sus políticas y prioridades de salud del gobierno. El colonialismo nunca muere; simplemente toma nuevas formas.

El Incidente de la Pata-Pata – Mientras que Mbeki invitó a 33 expertos en VIH a Pretoria en el año 2000, de ambos lados del debate sobre la causa del VIH y la medicación (y se vio obligado a renunciar por ello), Magufuli hizo algo mucho más simple, pero posiblemente aún más provocador para las Potencias Coloniales globalistas. A principios de mayo, se paró ante las cámaras y narró los resultados de un experimento del gobierno tanzano que literalmente hizo un agujero en el casco de todo el Buque de Propaganda Covid. Había entendido que la “prueba” PCR Covid estaba creando la ilusión masiva de enfermedad y muerte por venir, contando “casos”, y decidió ver cuán confiable era la prueba. Los resultados fueron tan impactantes como cómicos.

Y es que el mismo inventor de la prueba PCR, por cierto ganador del Premio Nobel, aseguró que NUNCA debería ser utilizada dicha prueba para diagnosticar enfermedad infecciosa alguna.

Hablando lenta y deliberadamente, Magufuli dijo: “Tomamos muestras de cabras. Tomamos muestras de ovejas. Tomamos muestras de una pata. Incluso tomamos muestras de aceite de coche. Continuó diciendo que también habían tomado muestras de “otras cosas” que incluían: jaca, un pájaro kware y un conejo. Dieron a todas las muestras no humanas nombres humanos y edades, y este fue el resultado que anunció:

El aceite del automóvil (llamado Jabil Hamza, hombre, 30) dio negativo en la prueba de PCR. La jaca (llamada Sara Samuel, de 45 años) no fue concluyente. La fruta paw-paw,” la llamamos Elizabeth Ane”, dijo. “El resultado de la pata-pata (una especie de papaya) se volvió positivo, es decir que tiene Corona. Eso significa que el jugo de la pata-pata es positivo”. La muestra de aves también fue positiva, al igual que la muestra de cabras.

Sonriendo al sol, Magufuli dijo, mostrando su sutil sentido del humor: “Eso significa que todas las pata-pata deben estar aisladas también. Luego se preguntó si todas las cabras que tenemos aquí, o al menos la que dio positivo, también deberían estar aisladas.”

Había dejado claro su punto de vista, pero también era serio: instruyó a las fuerzas de seguridad de Tanzania para que investigaran lo que él veía como una clara corrupción con estos llamados kits de prueba. Entendió que la prueba era la puerta de entrada para el adelantamiento, por parte de la OMS y sus fuerzas satélites, de la población, la economía, las libertades civiles y los recursos de Tanzania. “Recordemos que no es ni la primera, y seguramente tampoco será la última vez que la OMS se presta a implementar programas experimentales en África sin ningún consentimiento informado, y que le ha costado la vida a miles de personas en el eternamente victimizado continente”.

Control de la Población Disfrazado de Caridad. – “Algo está sucediendo”, dijo. “Dije antes que no debemos aceptar que toda ayuda está destinada a ser buena para esta nación. En otra charla dijo: “Las vacunas son peligrosas”, y también hizo hincapié en la observación de sentido común: “Hemos vivido durante más de un año sin el virus y la buena evidencia es que la mayoría de ustedes no usan máscaras.”

Como Doctor en Química, Magufuli ocupó un puesto como químico industrial en Tanzania durante muchos años, e incluso denunció los efectos esterilizantes de la vacuna Gardasil:

“En cierto país, sus niñas – menores de 14 años – fueron vacunadas contra lo que se decía que era cáncer de cuello uterino, pero más tarde se supo que la vacunación estaba destinada a hacerlas infértiles”, dijo. (como breviario cultural, si de prevención y efectividad se trata, el Gardasil, además de sus turbios efectos colaterales para muchos usuarios, nunca será ni remotamente tan efectivo como la prueba del Papanicolaou).

Debajo de la guerra de Covid yace una batalla espiritual que muchos cristianos ven como nada menos que un ataque satánico. Este es otro frente que los medios seculares internacionales, acusando a Magufuli de “negar la ciencia”, atacaron y se burlaron de él.

Llamó a Covid “el diablo” (shatani) y dijo que “no puede vivir en el cuerpo de Cristo.” La Dra. Stella Immanuel, de America’s Frontline Doctors, hizo puntos similares en sus discursos, enfatizando que el miedo en sí era diabólico y estaba matando gente.

El video “paw-paw” de Magufuli se volvió viral en las redes sociales, entre las filas cada vez mayores de “escépticos” de Covid, que entendieron que la prueba de PCR, que su inventor Kary Mullis siempre destacó, no estaba diseñada para identificar la “infección” con un virus, sino que podía tomar cualquier molécula individual y amplificarla en masa, ya que uno puede proyectar sombras en una pared y hacerlas parecer temibles.

El Dr. Mullis aseguró que después de aumentar el material a analizar más de 30 veces uno podría encontrar en los resultados prácticamente cualquier cosa que se buscara. ¿Y qué hizo la “honorable y libre de conflictos de interés” OMS? Instaurar una prueba con “40 ciclos” ¡como para obtener tantos positivos como sea posible! Ya sólo hay que disminuir el número de ciclos cuando uno quiera propagar un discurso de que las medidas ESTÁN FUNCIONANDO, porque con menos ciclos de aumento menos positivos serán registrados. TODO ESTO LO SABÍA MAGUFULI.

“Una ilusión biotecnológica, usada para colapsar la economía y la libertad del mundo entero”.

En febrero 24, días antes de la última vez que fue visto, Magufuli estaba en forma rara, revelando un proyecto de carretera masiva en Dar es Salaam, y haciendo hincapié en que sólo el partido gobernante CCM podría haber logrado esto. Su mantra era “Hapa Kazi Tu” (El Trabajo Es Mi Único Enfoque). Tanzania es un país rico, dijo. “Tenemos que usar nuestra riqueza para desarrollarnos.”

Irónicamente, una de las últimas cosas que su gente le escuchó decir fue en respuesta a la pregunta de cómo se terminó el proyecto a tiempo. “Se completó a tiempo porque nadie usó Corona como excusa para retrasarlo”, dijo, aplaudiendo a los contratistas e instruyendo a los funcionarios gubernamentales a que ni siquiera pensaran en usar al Covid como excusa para retrasar el desarrollo de los proyectos de infraestructura crítica de Tanzania. Su última aparición pública terminó con un coro cantándole una serenata.

El abogado keniano, académico y ex Director de la Comisión Anticorrupción de Kenia, Patrick Lumumba, es un gran admirador de Magufuli. Después de una reunión con Magufuli, acuñó un nuevo verbo: “magulificar.” Explicó: ¿Qué es ‘magulificar’? Magulify, que no encontraremos en el diccionario inglés, pero espero que encuentre un lugar en el próximo número del diccionario Africano, es crear un ambiente donde los recursos sean usados eficientemente, crear un ambiente donde el liderazgo sea disciplinado, y servir al país con dedicación y en el espíritu de patriotismo. Cuando dices y haces eso, entonces, has sido magulificado.”

Que su espíritu eterno proteja a Tanzania de la inútil prueba de PCR, del terror absurdo de Covid, del encierro y de todos los saqueos internacionalmente sancionados por los que Magufuli dio su vida para mantener a raya.

Esa pata-pata, “Elizabeth Ane”, esa cabra, y esa codorniz, con sus pruebas positivas de Covid, siempre serán una espina en el costado del complejo industrial de Covid, gracias al ingenio y el coraje de John Pombe Magufuli.

Descansa en Paz.

Fuente original de publicación en lengua inglesa, antes de ser editada y adaptada para su publicación por LVA, puede consultarse en https://home.solari.com/john-magufuli-death-of-an-african-freedom-fighter/

Traducido y adaptado por Mauricio Saraya Ley.

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La Voz del Árabe (LVÁ) – EDITORIAL – Cd. de México, julio 26 del 2021

 

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2 comentarios en «LA MUERTE DE JOHN MAGUFULI, VALIENTE AFRICANO»

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