QUÉ SIGNIFICA LA VISITA DE AL-SHARAA A LA CASA BLANCA

–Después de años de sanciones y aislamiento, el alcance de Washington marca un cambio dramático en su enfoque hacia Damasco.

Abdullah Al-Kahwagi

Bueno, pues aquí prueba que terrorista cualquier podrá ser presidente, Al-Sharaa hoy presidente de Siria fue gran terrorista de ISIS o Daesh, fuerzas terroristas peligrosas acabaron con país árabe de historia milenaria, Sisia, pero también Irak y muchos otros países árabes, peligroso ser presidente de Siria si fuiste terrorista peligros, pero hay respuesta fácil para comprender esta cuestión, algo quieren los Estados Unidos y país sionista Israel para aceptar a Siria como “país importante” de Mundo Árabe, no hay petróleo, tampoco gas, pero hay muchos sirios y gran terreno para pasar gaseoducto o petróleo hasta Israel o cualquier lugar de Mediterráneo, Siria lugar estratégico en Medio Oriente para occidente, es claro para todos, pero duda que no aclara: ¿qué quiere Trump de Siria? Pronto sabremos dudosa amistad de su país con árabes, cuando sabemos odiaban hasta hace poco tiempo, cuando sabemos acabaron con Irak, cuando sabemos judíos acaban con Líbano y mucho más que han hecho durante últimos años, hoy son amigo, ¿verdad cierta que son amigos…?

Dejo nota de Arab News que causará algo en quien lea, buena, mala, solo lector dirá, lo último será saber a final de cuentas qué quiere con Siria dejando acabar a Gaza por otro lado, Palestina muere y dejan sola, pero gran táctica es matar un país para después tomar como amigo, caso Siria, sabemos cuantas fuerzas ocultas atacaron Mundo Árabe, a todos atacaron por petróleo y mucho más, pero hoy, muerto país sirio quiere revivir para adueñarse a Siria y darlo a Israel, ¿es verdad esto…?  

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QUÉ SIGNIFICA LA VISITA DE AL-SHARAA A LA CASA BLANCA PARA LAS RELACIONES ENTRE ESTADOS UNIDOS Y SIRIA Y LA POSICIÓN DE SIRIA EN EL MUNDO

–Después de años de sanciones y aislamiento, el alcance de Washington marca un cambio dramático en su enfoque hacia Damasco. Los analistas dicen que el debut de Al-Sharaa en la Casa Blanca podría redefinir el papel regional de Siria y remodelar décadas de tensas relaciones con Estados Unidos.

Arab News – 11/11/2025 – Quizás nada ilustra mejor el dramático cambio geopolítico que se está produciendo en Medio Oriente que las imágenes que surgieron del presidente sirio Ahmed Al-Sharaa jugando baloncesto con el almirante Brad Cooper, comandante del Comando Central del ejército estadounidense.

Las imágenes, aparentemente filmadas el día antes de la histórica reunión de Al-Sharaa con el presidente estadounidense Donald Trump en la Casa Blanca, fueron publicadas en las redes sociales por el ministro de Asuntos Exteriores sirio, Asaad Al-Shaibani, junto con una simple leyenda: “Trabaja duro, juega más duro”. Sin duda, el presidente sirio ha estado trabajando duro.

No hace muchos años, el comandante del CENTCOM, responsable de todas las operaciones militares estadounidenses en Oriente Medio, tenía la vista puesta en Al-Sharaa como terrorista designado con una recompensa de 10 millones de dólares por su cabeza.

No era la primera vez que Al-Sharaa se codeaba con un antiguo enemigo. En septiembre, compartió escenario en la Cumbre Anual de Concordia 2025 en Nueva York con David Petraeus, el general estadounidense retirado.

En 2006, Petraeus fue comandante de las tropas estadounidenses en Irak que capturaron a Al-Sharaa, entonces insurgente, y lo encarcelaron durante cinco años.

En la cumbre de septiembre, Petraeus admitió que era “un fan” de su antiguo enemigo y agregó: “Su trayectoria de líder insurgente a jefe de estado ha sido una de las transformaciones políticas más dramáticas en la historia reciente de Medio Oriente”.

Han pasado sólo 11 meses desde que Bashar Assad fue derrocado después de 24 años en el poder, los últimos 13 de los cuales Siria pasó envuelta en una sangrienta guerra civil. Sin embargo, en esos 11 meses, la rehabilitación internacional de Siria y la aceptación de Al-Sharaa han sido tan rápidas y completas como espectaculares.

La reunión del lunes en Washington entre Trump y Al-Sharaa fue la culminación de meses de diplomacia pragmática por parte de Estados Unidos y sus aliados en la región, y de la determinación de Al-Sharaa de demostrar que es un presidente para todos los sirios.

En febrero, el primer viaje al extranjero de Al-Sharaa como líder fue a Arabia Saudita, donde se reunió con el príncipe heredero Mohammed bin Salman. En septiembre, Al-Sharaa hizo historia al convertirse en el primer líder sirio en dirigirse a la Asamblea General de la ONU en seis décadas.

En esos 60 años, dijo, Siria había caído “bajo el dominio de un régimen tiráno que ignoraba el valor de la tierra que gobernaba y oprimía a un pueblo bondadoso y pacífico”. Ahora, Siria estaba “recuperando el lugar que le corresponde entre las naciones del mundo”.

Añadió: “En nombre del pueblo sirio, extiendo mi gratitud a todos los que apoyaron su causa, a quienes los ayudaron en su tragedia, a quienes los acogieron en sus países y a todas las naciones y pueblos que se regocijaron con la victoria de la voluntad del pueblo sirio y que hoy los acompañan en su marcha hacia la paz y la prosperidad”. Dijo que agradecía especialmente a Arabia Saudí, Turquía, Qatar, Estados Unidos y la Unión Europea.

Al mes siguiente, Al-Sharaa regresó a Riad, esta vez para la conferencia de la Iniciativa de Inversión Futura. En una sesión a la que asistió el príncipe heredero, Al-Sharaa no ocultó la importancia que le confería al apoyo saudí. “Nuestra primera visita al extranjero fue a Arabia Saudita porque reconocemos que la llave del mundo reside aquí, en el Reino”, afirmó.

El preludio inmediato a la histórica reunión del lunes en la Casa Blanca fue la eliminación de Al-Sharaa y su ministro del interior, Anas Hasan Khattab, de la lista de sanciones del Consejo de Seguridad de la ONU dirigida contra Daesh y Al-Qaeda.

En mayo, Trump anunció que planeaba levantar las sanciones estadounidenses contra Siria para “darles una oportunidad de alcanzar la grandeza”. Las sanciones, dijo, “fueron brutales y paralizantes, y cumplieron una función importante, realmente importante, en su momento. Pero ahora les toca brillar… Así que, ¡buena suerte, Siria! ¡Muéstranos algo muy especial!”.

En un comunicado emitido en aquel momento, la Casa Blanca declaró: “El mundo debería tomar nota: si desean dar pasos significativos hacia la paz y la estabilidad, Estados Unidos está dispuesto a actuar con rapidez para apoyarlos”. Trump, añadió, cree que “existe un gran potencial en trabajar con Siria para detener el radicalismo, mejorar las relaciones y asegurar la paz en Oriente Medio”. En aquel momento, las restricciones al comercio y la inversión en Siria, impuestas en virtud de la Ley César de Estados Unidos, quedaron suspendidas durante seis meses.

El lunes pasado esa suspensión se renovó por otros seis meses, permitiendo “la transferencia de la mayoría de los bienes de origen estadounidense de uso civil básico, así como software y tecnología, hacia dentro de Siria”. Siria había solicitado la eliminación total de las restricciones, no una nueva suspensión. Es evidente que Estados Unidos sigue dispuesto a utilizar la Ley César como incentivo y como medida coercitiva.

La suspensión de la ley, según declaró el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, en un comunicado, “apoya los esfuerzos de Siria por reconstruir su economía, restablecer los lazos con socios extranjeros y fomentar la prosperidad y la paz para todos sus ciudadanos”.

Trump, añadió, había “dejado claro que Estados Unidos espera ver acciones concretas por parte del gobierno sirio para pasar página y trabajar por la paz en la región”. Cuando Trump y Al-Sharaa se reunieron y se dieron la mano en Riad en mayo, fue el primer encuentro entre un líder estadounidense y uno sirio en un cuarto de siglo.

En ese momento, Al-Sharaa todavía tenía una recompensa de 10 millones de dólares por su cabeza como Terrorista Global Especialmente Designado, una designación que duró una década y que solo fue retirada formalmente el viernes de la semana pasada.

Al-Sharaa era el líder de Hayat Tahrir al-Sham, anteriormente la rama siria de Al-Qaeda, que surgió como grupo independiente en 2016 y derrocó al régimen de Assad. La designación de HTS como organización terrorista extranjera por parte de Estados Unidos fue revocada en julio.

Desde entonces, el Departamento de Estado ha intentado persuadir a los otros 14 miembros del Consejo de Seguridad de la ONU para que levanten las restricciones impuestas al nuevo liderazgo de Siria. El resultado fue la Resolución 2799, aprobada el jueves con una sola abstención de China.

Tras la votación en la ONU, Trump dijo que Al-Sharaa estaba “haciendo un trabajo excelente. Es una zona difícil, y él es un tipo duro, pero me llevé muy bien con él. Y se han logrado muchos avances con Siria”.

Burcu Ozcelik, investigadora principal del centro de estudios de defensa y seguridad RUSI, con sede en Londres, afirmó que el resultado de la votación permitirá a Siria afrontar varios desafíos.

“La trayectoria de moderación del enfoque de Al-Sharaa hacia el gobierno y su propio pragmatismo, si son aprovechados y apoyados por la comunidad internacional, pueden generar dividendos económicos y democráticos para Siria”, dijo a Arab News. “Pero debemos ser realistas sobre la gravedad de las presiones multifacéticas que recaen sobre el gobierno de Al-Sharaa y la tarea titánica de reconstruir Siria”.

Un informe del Banco Mundial publicado en octubre indicó que casi un tercio del “capital bruto previo al conflicto” del país resultó dañado, y estimó el costo de la reconstrucción en 216 mil millones de dólares, aproximadamente diez veces el producto interno bruto proyectado de Siria para 2024.

Pero el informe dejó claro que existía apetito por la inversión en la nueva Siria entre los 189 estados miembros del Banco Mundial, una cooperativa internacional que proporciona préstamos y donaciones con bajos o nulos intereses a los países en desarrollo.

“Los desafíos que tenemos por delante son inmensos, pero el Banco Mundial está preparado para trabajar junto al pueblo sirio y la comunidad internacional para apoyar la recuperación y la reconstrucción”, dijo Jean-Christophe Carret, director de la división de Oriente Medio del Banco Mundial, en octubre.

“El compromiso colectivo, la acción coordinada y un programa de apoyo integral y estructurado son fundamentales para ayudar a Siria en su camino hacia la recuperación y el desarrollo a largo plazo.” Aparte de la financiación, Al-Sharaa también enfrenta desafíos políticos internos.

“También debemos reconocer que el debate sobre el federalismo para la futura gobernanza de Siria no se toma en serio dentro del país; se trata en gran medida de un conjunto de ideas impulsadas desde el exterior”, dijo Ozcelik.

No obstante, “la diplomacia pragmática puede ser un motor constructivo de cambio en Siria, y la reunión del lunes es un reflejo del tan necesario optimismo que Al-Sharaa ha logrado generar para el país”.

Añadió: “La legitimación externa ofrecida por el presidente Trump es importante, pero debe ir acompañada de una legitimación política interna e inclusiva dentro de Siria. Esto llevará tiempo, pero es esencial para la estabilización del país”.

Sanam Vakil, directora del programa para Oriente Medio y Norte de África del centro de estudios Chatham House, con sede en Londres, declaró a Arab News: “La visita de Al-Sharaa a la Casa Blanca marca un punto de inflexión crucial en las relaciones entre Estados Unidos y Siria.

“Al darle la bienvenida y mostrar su apoyo al alivio de las sanciones, la administración Trump apuesta a que el diálogo puede generar una mayor estabilidad regional que la que jamás logró la contención”.

Esta medida, añadió, también “refleja el reconocimiento por parte de Washington del papel estratégico de Siria, no solo en la lucha contra el terrorismo y las rutas energéticas regionales, sino también como un país que busca la estabilidad y la renovación económica tras décadas de guerra e injerencia externa”.

Tras la reunión en la Casa Blanca, se supo que Siria había aceptado unirse a la Coalición Global contra Daesh, formada en 2014, convirtiéndose en el nonagésimo país en hacerlo y sumándose a miembros regionales como Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Irak, Kuwait, Qatar, Bahréin y Jordania.

Según un comunicado estadounidense, Siria está colaborando con Estados Unidos para eliminar los remanentes del ISIS o Daesh y detener el flujo de combatientes extranjeros. Estados Unidos, añadió, permitirá que Siria reanude las operaciones en su embajada en Washington para fortalecer la coordinación en materia de lucha contra el terrorismo, seguridad y economía.

La invitación de Trump al nuevo gobierno sirio para unirse a la coalición “señala un nuevo nivel de confianza en Al-Sharaa y su administración”, dijo a Arab News Caroline Rose, directora de las carteras de Nexo Crimen-Conflicto y Retirada Militar del Instituto New Lines.

“Durante el último año, Washington y Damasco han coordinado estrechamente sus acciones e intercambiado información de inteligencia sobre la actividad del ISIS, Daesh, facilitando avisos que impidieron varios intentos de atentados por parte del ISIS”.

Según ella, Estados Unidos también quiere lograr “un acuerdo de integración de seguridad” entre Damasco y las Fuerzas Democráticas Sirias lideradas por los kurdos, que han discutido la integración, pero se han enfrentado con las fuerzas del nuevo gobierno en varias ocasiones.

“Estados Unidos pretende utilizar la admisión de Siria en la Coalición Global como herramienta para acelerar las conversaciones y presionar a ambas partes para que alcancen un consenso relativo”.

Información: ArabNews / Imagen: El presidente Donald Trump conversa con el presidente de Siria, Ahmad Al-Sharaa, en la Casa Blanca en Washington, el lunes 10 de noviembre de 2025. (Oficina de prensa de la Presidencia de Siria/AP)

La Voz del Árabe (LVÁ) – EDITORIAL – Cd. de México, noviembre 18 del 2025

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