HACIA UN MUNDO TRIPOLAR

– Hoy el mundo se enfila hacia un esquema tripolar, muy pocas veces se ha dado este esquema en la historia, en los años sesenta y setenta del siglo pasado, se dio algo similar…

Román López Villicaña*

Como ya hemos comentado existen en el mundo varios alineamientos entre las grandes potencias, aunque generalmente son mejor conocidos como: el multipolarismo, el tripolarismo y el unipolarismo.  

El multipolarismo es el que más se ha visto en el mundo moderno, de acuerdo con este alineamiento coexisten varias potencias a nivel internacional, las cuales se equilibran entre sí. Generalmente se trata de 5 grandes potencias que mantienen la paz a nivel internacional, impidiendo que alguna se vuelva más poderosa que las demás. Este sistema es estable pues si se diera la coalición de dos potencias las otras 3 desafiarían sus intenciones hegemónicas.

Si las 5 coinciden pueden cambiar el sistema para que la situación siga estable. Aunque este se considera un sistema estable, se ha visto a lo largo de la historia que puede fallar. Después de las guerras napoleónicas, se convocó al congreso de Viena de 1815 donde se “restaura al mundo” (según Kissinger). Francia la potencia vencida por la coalición de las otras 4: Gran Bretaña, Prusia, Rusia y Austria, deben aceptar a Francia vencida como una de las grandes potencias para no alterar el equilibrio de poder, pues no había potencia para substituirla. Un mundo con 4 potencias termina convirtiéndose en un mundo bipolar, pues es factible que se de la coalición de dos potencias contra otras dos.

Con el sistema de 5 potencias se llegó a la primera guerra mundial en la cual Alemania y Austria desafían a las tres potencias restantes, resultando que dos son vencidas: Austria y Alemania, cuyos territorios son distribuidos entre las potencias vencedoras: Austria es fragmentada en varios nuevos estados naciones, de donde surgen: Checoeslovaquia, Hungría, partes fueron a dar a Rumania y otras a Yugoeslavia. Alemania se le privó de la Prusia Oriental y perdió sus colonias en África: Camerún, Togo, África Sudoccidental alemana (Namibia) y África oriental alemana, hoy Tanzania, Ruanda y Burundi. El Imperio Otomano otro derrotado, nunca fue considerado una gran potencia europea.

El mundo que surge de la primera Guerra Mundial, ese de la Sociedad de Naciones repite el esquema de 5 potencias: Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Italia y Japón. Dado que Estados Unidos no fue miembro por desaprobación del congreso de ese país, su lugar lo ocupó China. Al finalizar la segunda guerra mundial, se repite el esquema de 5 potencias siendo los miembros permanentes del Consejo de Seguridad: Estados Unidos, URSS, Francia, Gran Bretaña y China. Hasta hoy siguen siendo estas potencias las que ocupan el lugar privilegiado en la ONU pues son las que gozan de veto en el Consejo de Seguridad, aunque el panorama internacional se haya modificado. Hoy economías como las de Japón, Alemania, Brasil o India sobrepasan las economías de Gran Bretaña o Francia que siguen ocupando un lugar que no debería de corresponderles.

Hoy nuevamente entramos en un periodo de transición tal como vivimos antes de la primera guerra mundial, en la cual Alemania trató de eliminar a la Gran Bretaña de su papel hegemónico en el concierto de las 5 potencias. Hoy parece ser China, la que desafía a los Estados Unidos, o por lo menos eso percibe Estados Unidos.

El mundo se enfila hacia un esquema tripolar, y muy pocas veces se ha dado este esquema en la historia, en los años sesenta y setenta del siglo pasado, se dio algo similar, con la URSS, China y los Estados Unidos, en esa ocasión Estados Unidos atrajo a China hacia su esfera de influencia, cosa que le permitió derrotar a la URSS en la llamada guerra fría.

Hoy nuevamente estas tres potencias pretenden reconfigurar el orden mundial, y consideran que el esquema creado por Estados Unidos luego de la segunda guerra mundial ya no les favorece. Actualmente observamos una alianza de China y Rusia en contra de Estados Unidos. Estados Unidos se ha transformado en la potencia del status quo, es decir que no quiere modificar el sistema que le ha favorecido desde la segunda guerra mundial en tanto que las otras dos insisten en cambiarlo o por lo menos quieren modificarlo para hacerlo mas acorde con sus necesidades: China quiere instaurar la nueva ruta de la seda, a lo que se opone Estados Unidos, quiere recuperar su provincia rebelde de Taiwán a lo que también se oponen.

Rusia por su parte quiere el reconocimiento de gran potencia que perdió luego de la caída de la URSS. Estados Unidos se inquieta ante el surgimiento de China como gran potencia desafiante de su hegemonía que ha gozado casi desde el fin de la segunda guerra mundial y de su unipolaridad desde la caída de la URSS. Percibe a China como una amenaza para la posición disfrutada desde hace bastante tiempo.

La guerra de Ucrania es un intento de EEUU de atraer a su lado a Rusia, para poder enfrentar a China, cuestión que no parece probable en el corto plazo. Habrá que ver que ofrece Estados Unidos a Putin en su próxima reunión en Arabia Saudita, para ver si puede romper la alianza ruso-china, y así sin llegar a caer en la trampa de Tucídides (es decir en una guerra de consecuencias incalculables) recuperar su papel hegemónico mundial.

Hay, sin embargo, académicos que consideran que Estados Unidos está en decadencia, que las acciones de su nuevo presidente, Donald Trump, son acciones desesperadas por recuperar ese tan ansiado y cada vez mas desvanecido papel hegemónico mundial.

*Román López Villicaña – Profesor retirado UDLAP

Imagen: LVÁ      

La Voz del Árabe (LVÁ) – EDITORIAL – Cd. de México, febrero 5 del 2025

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