viernes, diciembre 19, 2025
Editorial

¿EL FIN DE LA GUERRA EN GAZA?

– La creación del “hogar nacional” como decía la declaración Balfour, representó solo desgracias para el pueblo de Palestina.

Román López Villicaña*

La guerra en Gaza, la mas sangrienta y destructiva que ha enfrentado ese enclave a lo largo de la historia de ocupación israelí. Continua el día de hoy con toda la furia del ejército israelí volcado sobre esa población inerme, que castiga más que a la resistencia de Hamas a la población civil y dentro de esta a las mujeres y niños. No debe perderse de vista la gran cantidad de niños masacrados y obligados junto a sus padres a sufrir el hambre y la desnutrición.

Esta limpieza étnica y genocidio que lleva a cabo Israel ha sido provocada en parte por el nacionalismo extremo surgido en Israel en los últimos años apadrinado en esta ocasión por Benjamín Netanyahu. Este nacionalismo que ya se ha dado a lo largo de la historia de Israel, como bien señala Shlomo Sand, ha llevado en algunos periodos a levantar un muro entre los gentiles y el “pueblo sagrado” de Israel. Como es obvio esto ha llevado al estancamiento y a la disminución de ese pueblo, al perder el contacto, con otros pueblos que mucho han contribuido a su prosperidad. Baste recordar como miles de judíos se unieron a los ejércitos musulmanes, a los que vieron como liberadores de la opresión bizantina. En ese periodo algunos judíos vieron como muchos no habían sido expulsados por los romanos, lo cual se ha vuelto un mito compartido por una gran parte de ese pueblo.

La creación del “hogar nacional” como decía la declaración Balfour, representó solo desgracias para el pueblo de Palestina. Primero se levantaron contra la llegada de colonos judíos y fueron reprimidos por los británicos, luego fueron expulsados de sus tierras para dar lugar a los judíos quienes proclamaban “una tierra sin pueblo para un pueblo sin tierra”, lo cual no era Palestina. La resolución de partición de 1947, por la Asamblea General de la recién creada Organización de Naciones Unidas, no fue aceptada por los árabes pues siendo la mayoría de la población les daba un menor territorio. Le daba al futuro Israel el desierto del Neguev pues se encuentra en los límites de la península de Sinaí, quien a su vez es orilla del canal de Suez. La arteria marítima más importante durante todo el periodo colonial inglés, pues era la comunicación directa con la perla de su imperio: la India.

Las desgracias sufridas por los palestinos luego de la expulsión de sus tierras, ha sido terrible, pues los judíos han desarrollado un sentimiento de superioridad que se ha dado en todos los pueblos que han sido potencias coloniales. Esto por supuesto ha impedido el surgimiento de un estado palestino independiente, al que se han opuesto casi todos los gobiernos de Israel desde la independencia. Dicha oposición ha llevado a instaurar un régimen de apartheid que obliga a los palestinos a sentirse extranjeros en su propia tierra.

El nacionalismo extremo desarrollado por el gobierno de Netanyahu quien ha aprobado la creación de un sinnúmero de asentamientos en la Cisjordania lo cual está prohibido por el derecho internacional. Derecho del cual se burla Israel pues cuenta con el apoyo incondicional de los Estados Unidos, quienes detienen cualquier condena contra de ese país, en la ONU, además de apoyarle con todo el armamento que necesita mucho del cual se usa hoy para masacrar a los palestinos.

Netanyahu que desde 1996 ha estado en el poder o cercano a él, ha declarado que permitiría un estado palestino desmilitarizado, que reconozca a Israel como estado judío, que no permita la capital palestina en Jerusalén y no al retorno de los refugiados palestinos cuya diáspora fue provocada por los mismos israelíes.

El hoy odiado Hamás contra el que lucha el ejército israelí, fue fomentado por su propio gobierno para restarle fuerza a la Autoridad Nacional Palestina, pues parecía encaminarse hacia la formación de un estado independiente. Hamás no es popular pues es una derivación de la Hermandad Musulmana creada en marzo de 1928 en Ismailía Egipto por Hassan el-Banna. Esta organización se volvió popular pues creó “sucursales” en casi todos los países árabes. El gobierno egipcio que fue derrocado por el actual presidente al-Sissi aquel de Mohammad Morsi, no simpatiza Hamás y más bien lo ven como enemigo. Cabe señalar que sus aliados de Yemen, los Hutíes interrumpen la navegación por el canal de Suez una de las principales fuentes de ingreso de ese país. Esto mismo ocurre con otros países de la región, no ven bien a Hamás por su orientación islamista.

Paz no se dará en esa región hasta que exista un estado palestino independiente, que cumpla con las aspiraciones de ese pueblo. Pues cualquier arreglo que se dé, fracasará al final pues los masacrados y huérfanos de hoy buscarán la venganza mañana.

Netanyahu luego de casi 8 meses de guerra y destrucción no ha logrado liberar a los rehenes israelíes ni acabar con Hamás la cual no es un ejército, es una idea que quedará para siempre en la mente de los palestinos.

*Román López Villicaña. Profesor retirado UDLAP

 

 Imagen: LVÁ       

La Voz del Árabe (LVÁ) – EDITORIAL – Cd. de México, abril junio 13 del 2024

 

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