– Las guerras que presenciamos hoy son manifestaciones de este nuevo orden que está surgiendo.
Dr. Román López Villicaña
Presenciamos hoy el surgimiento de un Nuevo Orden Mundial (NOM) o más bien vemos la evolución del orden mundial en el que hemos vivido desde 1945. Para esa fecha los Estados Unidos originaban más del 51% de la producción de las manufacturas mundiales; no había sido destruida por la guerra mundial y se había enriquecido con la fuga de capitales y la destrucción de Europa y de gran parte de Asia. La conclusión resultó en que Estados Unidos surgió como el estado más poderoso del planeta, poniendo prácticamente a Europa Occidental y a Japón bajo protectorado (en términos del antiguo sistema colonial practicado sobre aquellos estados que medianamente podían ofrecer alguna resistencia al colonialismo). La URSS por su parte, aunque salió victoriosa de esta guerra (fue quien realmente venció al nazismo) con la enorme pérdida de 20 millones de seres humanos, por lo que termina en desventaja cuando se le compara con los Estados Unidos.
El mundo se transformó en bipolar con las dos potencias tratando de equilibrar su poder, las dos se convirtieron en potencias nucleares por lo que las luchas por la hegemonía se dieron en la periferia y no en un enfrentamiento directo entre los dos rivales. La economía mundial continuó regida por las instituciones creadas por los Estados Unidos luego de la guerra, y todavía en gran parte continúa hoy, pero el mundo ha cambiado. De los años ochenta hasta hoy China ha surgido como un nuevo polo de poder y Rusia se ha recuperado luego de la desintegración de la URSS en 1991 y reclama un lugar entre las grandes potencias mundiales.
Las guerras que presenciamos hoy son manifestaciones de este nuevo orden que está surgiendo. Estados Unidos en su afán de seguir disfrutando de su hegemonía mundial, agredió a Rusia quien discretamente se acercaba a China (luego de su ruptura a fines de los sesenta). La expansión de la estadunidense OTAN hizo que Rusia reaccionara se preparara y terminara su acercamiento con China. Rusia ante la inminente incorporación de Ucrania a esa organización, luego del golpe de estado del Maidan, no tuvo más que actuar e impedir que las tropas de la OTAN se establecieran a 300 Km de Moscú. Por esto Rusia ocupa Crimea que es la llave para el control del mar Negro y que no puede permitir que un país rival se apoderara de ella. Esto trajo rigurosas sanciones de Estados Unidos y su comparsa occidental, las que finalmente no perjudicaron sino más bien beneficiaron a la economía rusa, que ha logrado enfrentar con éxito a la OTAN por casi un año, y parece que saldrá victoriosa del enfrentamiento. Estados Unidos pensaba tener en estas fechas, ya de rodillas a la economía rusa, además de aprovechar las tensiones internas que surgirían para dividir en varios estados más pequeños a ese gran país y con eso dejara de ser un rival importante por la hegemonía mundial.
El deterioro de la hegemonía estadounidense también se ha visto reflejada en el caso de la guerra de Gaza, entre Israel y ese pequeño enclave al que han tratado de reflejar como algo maligno y terrorista y no como un pueblo que lucha por su libertad y que busca salir del asfixiante control y bloqueo a que lo somete la ocupación israelí. El conflicto iniciado el 7 de octubre del año pasado no ha podido ser controlado por Israel, a pesar de que luego de las dos semanas que siguieron al 7 de octubre Israel lanzó sobre Gaza 22 mil bombas dadas por Estados Unidos. Además, los estadunidenses han dado a Israel más de 57 000 proyectiles más todo su apoyo logístico necesario para que Israel “acabara” con Hamas lo cual no podido hacer ni hará puesto que Hamas es una idea que ha prendido en el pueblo palestino y parte del pueblo árabe. Lo que ha estado haciendo es llevar a cabo un genocidio que actualmente investiga la Corte Internacional de Justicia de Naciones Unidas. Estas acciones de destrucción masiva han llevado a que el Estado de Israel sea visto como un agresor al que ya casi no le sirve el cobijo del holocausto, también ha arrastrado el prestigio de los Estados Unidos ante el resto de los países del mundo quienes han comenzado a voltear a ver a China y los polos de poder emergentes reunidos en los BRICS y sus agregados.
El gobierno israelí de Benjamín Netanyahu ha tratado de expandir el conflicto para evitar ser echado del poder, pero hasta ahora ha fracasado, lo que aparece con claridad es el surgimiento de un arco de resistencia donde participan milicias yihadistas de Irak, Hezbollah en el Líbano y de los Hutíes (zaydíes) en Yemen que atacan la navegación norteamericana e israelí en el mar Rojo. Irán puede estar detrás de la organización de esos movimientos como Hezbollah organizado entre los chiitas libaneses ampliamente discriminados en su propio país. La resistencia iraquí a la presencia de Estados Unidos al parecer fue tejida por el difunto general iraní Qasim Sulaymani asesinado por un dron, al parecer de origen estadunidense. La paz en esa región no se podrá alcanzar sin la creación de un estado palestino, que ya Israel no puede ocultar pues palestinos e israelíes cuentan con el mismo número de población en el territorio. La esperanza de Israel de lograr el reconocimiento de los estados conservadores del Medio Oriente se ha esfumado con sus acciones en Gaza, no hay posible salida del conflicto con proposiciones del gobierno de Netanyahu de dos meses de tregua y la devolución de los rehenes, pues los palestinos no ganarían nada luego de tanto sufrimiento.
En tiempos de la hegemonía estadunidense, hubiera sido muy difícil que un estado semi fracasado como el yemení, o un movimiento como Hezbollah se levantara contra los todo poderosos Estados Unidos hoy luego del fracaso en Irak, en Siria y en Afganistán, todo parece posible lo que resulte de estos conflictos una vez que la cortina de humo se disipe puede dar las bases para poder predecir hacia donde se encaminará el nuevo orden mundial multipolar.
*Dr. Román López Villicaña – Profesor retirado UDLAP.
Imagen: LVÁ
La Voz del Árabe (LVÁ) – EDITORIAL – Cd. de México, enero 29 del 2024
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