LA RETIRADA ESTADUNIDENSE DE AFGANISTÁN
– Afganistán es conocido como la tumba de los imperios. Todas las potencias que han tratado de dominar esas tierras han tenido que retirarse tarde o temprano.
Román López Villicaña*
Afganistán es conocido como la tumba de los imperios. Todas las potencias que han tratado de dominar esas tierras han tenido que retirarse tarde o temprano. Persas, mongoles, británicos, soviéticos y ahora estadunidenses. Todos han tenido que retirarse de esa zona, poco amigable, montañosa y mal comunicada.
Afganistán es una creación artificial de los intereses anglo-rusos en Asia Central. En la segunda mitad del siglo XIX la Rusia zarista se expandía rápidamente a través de la zona de menor resistencia, para alcanzar (de acuerdo con algunos teóricos) las aguas calientes del océano Indico. Así ya había incorporado: Bujará, Kokand y Khiva. Estas tomas la llevan a un choque frontal con los británicos, que tenían en su poder el subcontinente índico. Se busca crear un “estado tapón” que impidiera los choques entre ambas potencias.
En 1869 se firma el acuerdo de San Petersburgo que estipulaba ente otras cosas lo siguiente:
- Que el territorio de Afganistán debería ser los que el emir Shir Alí Kan poseía de hecho.
- Que el emir no trataría de ampliar sus dominios a expensas de Bujará y el gobierno inglés lo disuadiría de tal intento, y
- Que el gobierno ruso no permitiría al emir de Bujará llevar a cabo acción alguna contra los territorios afganos.
Además de los territorios mencionados se le agregó al flamante país, el corredor de Wakhan, gracias a lo cual el país tiene 76 Km de frontera con China. Con esto se cortó el paso de los rusos hacia las fronteras con Irán, y de ahí al océano indico.
Afganistán nace como Estado, pero no como nación. Étnicamente el país es un mosaico pues se encuentran: tayikos, kirguises, uzbecos, turcomanos, quizilbash (persas), hazares (mongoles) y la etnia dominante los pashtunes, que son un pueblo dividido pues una parte importante de éste se quedó del lado pakistaní, cuando los ingleses trazaron la línea Durand. Son los pashtunes los que controlan el Estado, pero es un Estado débil debido a que una parte substancial del poder se encuentra en manos de los líderes tribales y los religiosos. Lo montañoso del territorio hace que la sociedad (agrícola en su mayoría) viva de espaldas a Kabul, y donde el gobierno difícilmente controla esas apartadas aldeas. En esas aldeas es donde surge la resistencia al gobierno y se vuelve violenta cuando se percibe que este está controlado por potencias extranjeras.
Lo que le puede dar unidad al país es la religión islámica, el 85% de la población es musulmana sunnita. El restante 15% son musulmanes chiitas. Por esto los talibanes gozan de un amplio apoyo popular, pues se presentan como los nacionalistas que tratan de echar fuera a la ocupación extranjera. Quieren una unidad nacional forjada por ellos, lo que llevaría su retorno al poder. Gobernantes apoyados por extranjeros o son asesinados o se van al exilio.
Luego de la ocupación soviética parecía que el “estado tapón” al fin había desaparecido por siempre. Sin embargo, los estadounidenses lo restauran tratando de impedir el avance ruso-chino hacia el océano, pero al parecer el proyecto ha fracasado. Mantener la ocupación del país ha resultado ser un proyecto costoso en soldados y dinero, para el 11 de septiembre del 2021 se supone que los estadounidenses habrán completado la desocupación del país. Con lo cual los talibanes que ya controlan las dos terceras partes del país seguramente regresaran.
Se abre un nuevo paréntesis en la historia del país. Afganistán por su posición estratégica bien puede convertirse en cruce de comunicaciones y rutas de comercio. China e Irán podrían comunicarse de manera rápida, lo mismo que las repúblicas centroasiáticas que no tienen salida al océano. China podrá tener una ruta alterna para llevar el petróleo de Irán y también fortalecería su comunicación con Pakistán. Hay que estar pendientes del rumbo que tomen los talibanes, ¿optarán por la apertura o por el aislamiento? Pronto lo sabremos.
*Dr. Román López Villicaña: Dr. En Relaciones Internacionales por la UNAM. Profesor pensionado por la UDLAP. Colaborador en La Voz del Árabe.
Imagen: LVÁ
La Voz del Árabe (LVÁ) – EDITORIAL – Cd. de México, mayo 10 del 2021
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