jueves, septiembre 21, 2023

La Voz del Árabe

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LAS TENSIONES ENTRE ARABIA SAUDÍ E IRÁN

La paradójica dualidad entre realismo ofensivo y realismo defensivo

Rabih Rayes*

A lo largo del 2019 se han vuelto más evidentes las tensiones en el Mashrek, esto se debe claramente al pulso político entre Arabia Saudí e Irán, por posicionarse como la potencia hegemónica de la región.

Sin embargo, cabe mencionar que pese a que las relaciones entre Riad y Teherán jamás han sido del todo amistosas. El estado de tensión jamás había llegado al grado en que los máximos dirigentes de ambos países lanzaran narrativas de un conflicto directo entre ellos por la hegemonía regional. Baste como muestra, en una entrevista realizada al príncipe heredero del reino de Arabia Saudí, Mohamed Bin Salman (MBS), publicada en la prensa española por el diario El mundo, el 16 de junio de este año,  en el marco de las tensiones en el golfo pérsico, MBS declaró: “La República Islámica de Irán es “un régimen expansionista que ha apoyado el terrorismo y ha difundido la muerte y la destrucción durante las pasadas décadas no solo en la región sino en todo el mundo”. “El reino no quiere una guerra en la región, pero no dudará al tratar con cualquier amenaza a su pueblo, su soberanía o sus intereses vitales”(https://bit.ly/2KjXPH9)

Independiente de que en la región de Medio Oriente la guerra ha sido una constante a lo largo de su historia. Considero que es a partir de la primera década del siglo XXI en que se presenta una paradójica dualidad entre realismo ofensivo y realismo defensivo, en específico entre Arabia saudí e Irán lo cual no solo ha repercutido en la dinámica política de la región sino también, creando un estado de tensión y alarma constante para la seguridad y estabilidad regional e internacional.

No obstante, por el momento, tanto en Riad como en Teherán se ha promovido el pragmatismo político evitando un conflicto directo entre ambas naciones.

Sin embargo, el enfrentamiento entre estos dos países se ha dado de manera indirecta con el objetivo de atraer a su área de influencia a Estados más débiles. Por ejemplo, países como Irak, Líbano, Siria y Yemen. Aprovechando los acontecimientos que se presentan en ellos como los conflictos internos, crisis política y económica fomentando así la desestabilización todo el Mashrek. Este escenario se presta para que estos dos principales actores se envuelvan en una paradójica dualidad entre realismo ofensivo y realismo defensivo.

Para que esta paradójica dinámica llegase a su cúspide durante este año, existen tres hitos históricos que cambiaron la geopolítica de la región y la distribución de fuerzas. Promoviendo así el escenario para que ambos países busquen posicionarse como la potencia hegemónica de la región.

En primera instancia, la operación “Libertad para Irak” emprendida por la administración estadounidense en el 2003 que provocó el derrocamiento del régimen de Saddam Hussein y la disolución de todo su aparato militar y de seguridad es un elemento fundamental a considerar. (Dower, 2012, p. 133).

Cabe mencionar que la intervención estadounidense, más que fomentar la libertad para Irak esta creó un vacío de poder inminente. Pues el régimen de Hussein a pesar de estar asfixiado por casi una década de sanciones seguía siendo capaz de mantener el balance de poder alcanzado después de la guerra Irak -Irán (1980-1988).

Acto seguido, ante este vacío simultáneamente surgió el fortalecimiento de los partidos políticos afines a los intereses de Irán en Gaza (Hamas) y en Líbano (Hezbollah) específicamente en el 2006 cuando Hamas alcanzó el poder y control político de la franja de Gaza, y el partido de Dios tuvo una victoria simbólica en el marco de la guerra entre Israel y Hezbollah conocida también como la guerra de julio.

A raíz de un conflicto que duró 34 días en el cual las hostilidades se centraron en Líbano, el norte de Israel y los Altos del Golán. Los principales beligerantes fueron el ejército israelí y el brazo armado de la organización chií Hezbollah, este último salió fortalecido de la contienda puesto que no solo consiguió una victoria política, sino también, aseguró los intereses iraníes en el Mediterráneo. Desde entonces, Hezbollah se auto proclamado como el defensor de Líbano y los intereses iraníes causando incertidumbre en Riad.

El conflicto comenzó el 12 de julio de 2006 y continuó hasta el 14 de agosto al entrar en vigencia la Resolución 1701 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (CSONU) que estableció un alto al fuego.

En tercera instancia, el cataclismo sirio que inició después de las revueltas populares en 2011 y hasta el momento en que escribo estas líneas ha permeado para que el régimen de Bashar Al-Assad se enfrente a una multiplicidad de actores acrecentando el vacío de poder en la región. En el cual claramente la estrategia iraní se caracterizó por un realismo defensivo de su único aliado árabe en la región.

Por su parte Riad junto con las monarquías del golfo optaron por implementar un realismo ofensivo brindando su apoyo armado y logístico a ciertos grupos opositores al régimen, entre ellos al Ejercito Libre Sirio (ELS) con el objetivo de acrecentar la influencia saudí una vez derribado el régimen de Al Assad.

Por su parte, en Yemen otro escenario catastrófico ante mal denominada “Primavera Árabe” se volvió otro frente más de inestabilidad además de otro escenario dentro de la competencia hegemónica entre Arabia Saudí e Irán.

Conforme al académico Jaime Isla Lope: La crisis de Yemen está amenazando con provocar cambios desestabilizadores, profundos y peligrosos en la Península Arábiga, involucrando a potencias regionales y vecinos que se sienten inseguros. En un plano más amplio, si el conflicto llegara a agudizarse, podría afectar el libre tránsito a la navegación del Mar Rojo, e incluso incrementar la rivalidad en el Golfo Pérsico entre Irán y sus vecinos árabes. (Isla, 2018, p.78)

Definitivamente las tensiones en la región se han vuelto un escenario donde impera el realismo político, el dilema de seguridad y la dualidad del realismo ofensivo y realismo defensivo. Puesto que estas tienen su epicentro en la toma de decisiones de los líderes políticos de Arabia Saudí e Irán.

Por consiguiente, el Objetivo de este ensayo es hacer un análisis de acontecimientos en esa región, bajo los postulados de la teoría del Realismo Ofensivo y Defensivo en la región del Mashrek que han tomado los países de Arabia saudí e Irán desde la caída del régimen de Sadam Husein hasta la escalada de tensiones actuales en el estrecho de Ormuz y su posible extensión al Bab al Mandeb.

Para comprender el escenario actual es fundamental hacer un ejercicio de retrospectiva partiendo desde la operación de “Libertad para Irak” hasta los acontecimientos más recientes. En Yemen y Siria donde es más notoria la paradójica dualidad entre realismo ofensivo y realismo defensivo. Una constante y de mutua retroalimentación entre la competencia por la hegemonía de Teherán o Riad. Ante el panorama descrito líneas atrás se cita a uno de los exponentes clásicos del realismo político “Thomas Hobbes” quien aporta la siguiente reflexión en relación a los orígenes de la guerra: “Las causas de una guerra están en la naturaleza del hombre. En ellas encontramos tres causas principales de una disputa. Primero, la competencia; en segundo lugar, la timidez, la tercera, la gloria. Los primeros concretan la invasión por ganancia, el segundo por seguridad, el tercero por reputación. (Hobbes, 1651, p.239)”

Antes bien, con el objetivo de analizar el espectro general de la región desde la caída del régimen de Sadam Hussein hasta los acontecimientos más recientes, que han impulsado esta paradójica dualidad de realismo ofensivo y defensivo entre la Republica Islámica y el Reino Saudí es fundamental exponer los principios básicos de ambas variantes del realismo.

En ese sentido, Conforme a la variante ofensiva de John Mearsheimer: “Este autor asegura que “la violencia continuará por mucho tiempo en el nuevo milenio “y, en consecuencia, “las esperanzas de paz probablemente no se realizaran toda vez que “las grandes ´potencias, se temen unas a otras y compiten por el poder. (Ulloa, 2014, p.76)”

Por otra parte, mientras que el realismo ofensivo enfatiza en aprovechar la vulnerabilidad del resto de los actores para acrecentar su poder e influencia entre estos. En el realismo defensivo permea el interés por salvaguardar los intereses vitales para la nación. No obstante, ambos están estrechamente relacionados pese a sus pequeñas diferencias ya que ambos parten de la vitalidad por salvaguardar la influencia y el poder adquirido.

Dicho lo anterior, el siguiente ensayo se divide en cuatro partes principales: Primero, la intervención anglosajona en Irak bajo la perspectiva del realismo clásico.

Segundo, El realismo ofensivo iraní especialmente con el apoyo de los partidos afines a sus intereses como los son; Hamas y Hezbollah en las costas del Mediterráneo.

Tercero, El realismo ofensivo saudí en el Mashrek, especialmente en la intervención indirecta en las revueltas populares de Siria y la intervención saudí directa en Yemen. Cuarto, como es que tanto Irán como Arabia Saudí se han enfrascado en una paradójica dualidad de realismo ofensivo y defensivo en los escenarios antes abordados. Finalmente se expondrán las conclusiones.

La ruptura del balance de poder ante la invasión estadounidense a Irak en 2003 bajo la óptica de Hans Morgenthau.

Para comenzar, con forme a uno de los mayores exponentes del realismo clásico, Hans Morgenthau en su libro, The balance of Power, resalta la esencia del balance de poder bajo la perspectiva de la teoría del realismo político. En ese sentido, Morgenthau señala: El balance de poder es una situación en la que dos estados, dos grupos de estados, o todos los países del mundo agrupados en dos centros están concebidos por tener aproximadamente los mismos niveles de poder. Esto puede ser una asociación de poderes unidos contra las ambiciones de un Estado único. Por lo tanto, también significa que el objetivo de un país o grupo de países para preservar el orden internacional establecido o el statu quo. Asimismo, El balance puede ser tanto de manera armoníaca como conflictiva en las Relaciones Internacionales. Pues que, esto dependerá del sistema en cuestión. (Pearson, 2014, p.1)

El 12 de abril del 2003 es esencial para comprender la ruptura del balance del poder entre Irak e Irán. Puesto que el desmantelamiento del aparato de seguridad iraquí en su mayoría sunní. Además de la falta de un proyecto post conflicto por EEUU fue determinante en la ruptura del equilibrio de poder.

Provocando así un vacío y la oportunidad perfecta para que el régimen iraní aprovechase el contexto para adoptar una estrategia basada en el realismo ofensivo buscando ejercer mayor influencia, considerando que, el 62% de la población total de Irak es chiíta y se localiza mayoritariamente al sur del país que colinda directamente con el Reino de Arabia Saudí poniendo al régimen a la defensiva pues hay una frontera de 814 km entre estos dos países.

Ahora bien, para solventar mi argumento se cita la siguiente reflexión de Morgenthau relacionada a la definición de poder: “Para Morgenthau el termino poder es todo aquello que establezca y mantenga el control del hombre sobre el hombre. Así el poder cubre todas las relaciones que sirven a ese fin, desde la violencia física hasta los más sutiles los psicológicos por los que una mente puede controlar las otras. (Ulloa, 2014, p.76)”

El profundo vinculo coexistente entre los iraquíes e iraníes que emana de la religión chií la cual profesan, el 62% de la población total de Irak son una determinante para comprender la estrategia del realismo ofensivo iraní en ese país.

Otro elemento para fortalecer mi argumento son las declaraciones emitidas por el presidente iraní Hassan Rohani durante el expansionismo del Estado Islámico de Irak y el Levante (ISIS) y sus atentados contra los lugares santos para los chiís. (2014-2016).

Bajo ese tenor, el jefe de Estado ofreció estas declaraciones durante un discurso realizado en la ciudad de Joram Abad, cercana a la frontera iraquí Rohani advirtió que su país “hará todo lo necesario” para proteger los lugares santos del islam que se ven amenazados en Irak, debido a las acciones terroristas.

Asimismo, tal como lo confirma el General Wesley Clark en su libro ¿Qué ha Fallado en Irak? La caída de Bagdad llevo solo siete dias. Naturalmente, la operación “libertad para Irak “logró acabar con las fuerzas armadas iraquíes, conquistar Bagdad, y desalojar del poder al régimen de Sadam. (Clark.2003. p. 82)

Sin embrago, considero que el desplome de un Estado y su aparato militar en tan solo 7 dias, más el vínculo psicológico eminente en la religión, capaz de ejercer mayor poder ante el 62% de la población del estado iraquí fomentaron los elementos necesarios que se requieren para la ruptura del balance de poder.

Además, conforme al político y jurista francés del siglo XIX, Charles J. B. Guiraud afirma sobre el balance de poder. Para establecer un equilibrio entre los poderes de modo que evite la unión de muchos poderes en uno solo, además de procurar que el equilibrio de equidad, que se desea asegurar, no pueda inclinarse en beneficio de uno de estos poderes para arriesgarse y afectar el otro. (Guiraud 1847, p.174).

El fracaso geopolítico de EEUU ante la operación libertad para Irak provocó la ruptura del balance en esa región. Asimismo, fue un hito esencial que el régimen de los ayatolas supo aprovechar despertando mayor inquietud en Riad ante el éxito del realismo ofensivo iraní justo en las fronteras del Reino Saudí.

Las implicaciones de la Primavera Árabe en Siria y Yemen dos escenarios del Realismo Ofensivo y defensivo entre Riad y Teherán.

Una vez más, un precario balance de poder se consolido por medio del envío masivo de tropas estadounidenses en el territorio. Conforme a un estudio publicado por la BBC durante el periodo (2003-2007). El número de tropas estadounidenses “en el terreno” alcanzó un máximo de 150.000 (Referencia: https://bbc.in/2k8pOhE )

No obstante, el 19 de agosto de 2010, la última brigada de combate de EEUU abandonó el país, y quedaron 50.000 efectivos militares involucrados en el proceso de transición. Mientras tanto en noviembre del 2011 comenzaron las revueltas populares mejor conocidas como “La Primavera Árabe” bajo este contexto de turbulencia que acogió a la mayor parte de los países del norte de África y el Medio Oriente, el desplome Raíz Hosni Mubarak en febrero del 2011 y la caída del presidente de Yemen Ali Abdullah en febrero del 2012 aunado a la internacionalización del conflicto civil en Siria debido a la represión del Régimen de Bashar Al-Assad.

Una vez más rompieron con el frágil balance de poder alcanzado puesto que dos de los países con mayor poderío militar en el Mashrek Egipto y Siria actualmente se enfrentaban a crisis internas presentando una vez más la oportunidad idónea para que tanto Riad como Teherán implementasen políticas de realismo ofensivo con el objetivo de aprovechar el contexto para establecer regímenes a favor de sus intereses y por lo tanto aumentar su zona de influencia.

En concreto, quiero resaltar que esta dicotomía de realismo ofensivo y defensivo que se gestó con mayor profundidad en el marco de la mal llamada Primavera Árabe. Pues el apoyo a las distintas facciones dentro de los Estados que habiendo alcanzado el poder se inclinaría hacia Teherán o Riad. Promoviendo así una dinámica de suma cero entre Arabia Saudí e Irán, en su intento por posicionarse como la potencia hegemónica en la regional.

Una vez más la inestabilidad alrededor del reino de Arabia Saudí, sin olvidar el impacto del realismo ofensivo emitido por Irán en las fronteras noroeste del país árabe, y después de 3 años de inestabilidad política en Yemen con quien comparte una frontera de 1 458 km.

Acto seguido, el 25 de marzo del 2015 en coalición con el Consejo de Cooperación del Golfo y otros países árabes se lanzó la Operación Tempestad Decisiva. Cuyo objetivo ha buscado restablecer el orden político.

Siria un escenario ambivalente: ¿el realismo ofensivo o defensivo? – Como se menciona el catedrática y especialista en Siria Gilberto Conde en su libro “Siria en el Torbellino: Insurrección, Guerras y Geopolítica “en su comienzo las revueltas populares en siria se distinguieron del resto por mantener tres principales ejes acción. Primero: No a la violencia. Segundo: No a la intervención extranjera y a la injerencia de potencias regionales y mundiales. Tercero: No al Sectarismo Religioso. (Conde, 2017, p.38)

Bajo ese tenor el régimen de Al-Assad por medio de la represión rompió con mantener pacificas las protestas. Eso se detonó en una intervención extranjera por parte de prácticamente todos los Estados de la región, pues a favor o en contra del régimen el apoyo por medio de armamento y logística no falto. Deseo subrayar que, en esa fase del conflicto, Riyadh adoptó una postura de realismo ofensivo viendo la oportunidad de derrocar al régimen y acrecentar su zona de influencia.

Por otra parte, Teherán adoptó una postura de realismo ofensivo buscando mantener el triángulo iraní el cual se había fortalecido después de la guerra de junio en dos 2016 y la victoria política de Hezbollah. Definitivamente, la prevalencia de Al Assad en Siria es vital para los intereses de los ayatolas, con él se aseguraba el suministro de armas a sus grupos afines en el Mediterráneo (Hamas) en Gaza y Hezbollah en Líbano.

Po otro lado, con el surgimiento de ISIS en el escenario sirio en 2014 Irán pasó a tener una postura de realismo ofensivo, los yihadistas del Estado Islámico se convirtieron en una verdadera amenaza para los intereses vitales de Teherán no solo en Siria, sino también en Irak pues como se describió líneas atrás el 62% de la población iraquí es shií. No obstante, con la presencia de los Pasdaran (guardianes de la revolución) y las fuerzas de elite iraní (Al-Qods),

Bajo ese tenor, y prácticamente habiendo debilitado lo suficiente a ISIS, los Ayatolas ahora tienen el camino libre para mantener un realismo ofensivo en esa región que le permita establecer un corredor de 200 km desde Teherán, Bagdad, Damasco hasta las costas del Mediterráneo.

Deseo subrayar una vez más que dualidad del realismo ofensivo y defensivo entre Teherán y Riad también se ha caracterizado por una dinámica de suma cero en donde lo que gana un actor automáticamente lo pierde el otro y así sucesivamente.

Yemen un escenario de Realismo ofensivo entre ambos actores Riad y Teherán – Como se mencionó líneas atrás, el inició de la operación Tempestad Decisiva tenía como el objetivo principal restablecer el control político en el sur de la península. Puesto que, para el Reino Saudí la estabilidad en el Mar Rojo es fundamental para su ambiciosa agenda 2030. Bajo ese tenor, en junio del 2017, el Parlamento egipcio ratifico un acuerdo de cesión de las islas Tiran y Sanfir, Situadas en el Mar Rojo, al Reino Arabia Saudí. (Garduño, 2018, p.78)

Deseo subrayar que amabas islas son esenciales para los macro proyectos de infraestructura que se dirigen desde Riad con el objetivo de posicionarse como la potencia hegemónica de la región y fomentar el tránsito terrestre desde la península hacia el continente africano. Dado que, el reino saudí busca la construcción de la paradisiaca ciudad Neom para el 2030. Vinculando tres regiones fundamentales del Mashrek. El Sinaí, la Península Arábiga y las costas del Mediterráneo.

No obstante, para poder consolidar ese magno proyecto el cual no solo representa el posicionamiento como Arabia Saudí como la potencia hegemónica en esa región. Sino también una zona franca dominada por la monarquía árabe. Es indispensable resaltar que al concretarse ese proyecto posicionaría al Renio Saudí como una potencia a nivel internacional, pues aprovechando lo estratégico que se convierte el Mar Rojo y su paso por Bab el-Mandeb para el comercio internacional y el libre tránsito hacia el Canal de Suez.

Por el contrario, con el apoyo a los Hutíes y su estrategia de realismo ofensivo en Yemen, Irán busca frustrar este magno proyecto o por lómenos hacer de este más costoso mediante para el régimen saudí. Considero que el en contraste con el conflicto en Siria donde claramente Irán manejaba una postura de realismo defensivo al posicionarse como el garante de su único aliado árabe en la región.

En Yemen se ha llevado acabo un Realismo Ofensivo en respuesta al Realismo ofensivo saudí que tuvo su mayor manifiesto al ponerse en Marcha la Operación Tempestad Decisiva. Dicho lo anterior, se cita la siguiente reflexión sobre la participación de un tercer actor ante un contexto de guerra civil: “Existen tres reglas para intervenir en las Guerras civiles. La Primera, no lo hagas. La Segunda, si lo haces elige un bando. Tercero, asegúrate que el bando que elegiste sea el vencedor. (Freeman, 2010, p.30)”

Irán ha sabido explotar esta constante sobre las guerras civiles y comprometerse para que el bando en que apoya sea el vencedero claramente es una postura del realismo ofensivo.

Consideraciones finales – El derrocamiento del régimen de Sadam Hussein y la ruptura del balance de poder previo fueron gestando el contexto político para que Irán adoptase una postura de realismo ofensivo ante el vacío eminente después del desplome de su máximo rival en la región hasta la década de la entrada del siglo XXI “el régimen Bahista de Hussein”.

Asimismo, esta tendencia al realismo ofensivo tuvo su cúspide en el año 2006 cuando tanto Hamas como Hezbollah lograron aparecer triunfantes en sus contextos regionales. El Primero en las elecciones políticas en Gaza y el segundo ante su triunfo político después de la Guerra de junio.

Ahora bien, estos acontecimientos no solo despertaron inquietudes por parte de las potencias occidentales especialmente, EEUU e Israel sino también en Arabia Saudí, puesto que esto convirtió en un claro dilema de seguridad para el régimen saudí. Pues Irán no sólo aparece como un actor formidable capaz de aumentar su esfera de influencia, sino también como un competidor ideológico opuesto totalmente a la tendencia wahabita uno de los pilares claves del régimen saudí.

Del mismo modo, el apoyo por la supervivencia del régimen de Al-Assad en Siria y dado que a pesar de 8 años del conflicto el régimen iraní ha fortalecido su presencia en Siria lo cual no es un escenario idóneo para los intereses saudís por posicionarse como la potencia hegemónica en el Mashrek.

Lo peor del caso, es que desde la implementación de la Operación Tempestad Decisiva Arabia Saudí se ve enfrascada en una guerra civil de la cual no tiene una estrategia clara pues los bombardeos y la asfixia que se generado hacia la población civil le han repercutido es una su imagen no solo como garante de los intereses y la seguridad del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG).

También, ante la comunidad internacional que ve la crisis humanitaria en Yemen como una de las más graves de los últimos años. En ese sentido, el realismo ofensivo iraní apoyando a los hutíes con armamento, asesora militar y logística han puesto en jaque al régimen saudí.  Puesto que el 12 de junio del 2019 los Emiratos Árabes Unidos (EAU), el principal aliado del régimen saudí en la guerra contra Yemen, comenzó la retirada del grueso de sus fuerzas del territorio. Abu Dhabi ya redujo el mes pasado su despliegue en el estratégico puerto de Al Hodeidah, en el mar Rojo, en un 80 %, a menos de 150 militares. Además, retiró sus helicópteros de ataque y armas pesadas.  Bajo ese contexto, se abre otro escenario de tensiones entre Arabia Saudí e Irán ahora en el Golfo Pérsico alertando a todo el mundo. Puesto que se teme llegar a un enfrentamiento directo entre ambas potencias regionales lo cual es alarmante para la seguridad económica y energética del resto del mundo pues más del 60% de las reservas de hidrocarburos se encuentran ahí.

Bibliografía

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  • Cockburn, P-2014. El Regreso del Jihad. Editorial Ariel, México.131ppp
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  • Freeman, C. 2010. Diplomat´s dictionary. Editorial States Instute of peace.EE.UU.338 pp
  • Garduño, M.2018.Temas Contemporáneos de Medio Oriente Ensayos en honor a Luis Mesa del Monte. Editorial Colegio de México. México. 171pp
  • Pearson, N.2014.Hans Morgenthau the Balance of Power. Editorial Achilleus Ralli.pp228
  • Ulloa, J .2014. Libia El Final de la Primavera. Editorial Tirant humanidades. México.500pp

*Rabih Rayes, Internacionalista por parte de La Universidad La Salle. Ha fungido como asesor de analista político en la SRE, en el Departamento de África y Medio Oriente. Temas de mayor interés. La geopolítica y seguridad internacional y su influencia en La región del Medio Oriente. Autor del Artículo : La Paradoja del Factor Geopolítico en Líbano ante la Crisis Política y Social del Medio Oriente, a Raíz de la Primavera árabe en la Revista Académica de la Facultad de Derecho de la Universidad La Salle (Año X No.19 Julio 2012, p.207-220 de la revista: https://goo.gl/oYyjLO) Hoy colaborador de La Voz del Árabe

La Voz del Árabe (LVÁ) – EDITORIAL – Cd. de México, septiembre 11 del 2019

 

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