SAMI NMEIR, EMBAJADOR DEL LÍBANO HABLA CON LVÁ

-En tres meses festejaremos los 72 años de relaciones diplomáticas entre México y Líbano. La cooperación siempre ha sido mutua, ambos países, México y Líbano siempre han sido amigos.

Luis Miguel Cobo

La reunión fue excelente, como siempre en la embajada del Líbano en la CDMX uno se siente en casa, sin que faltara alguien todos extienden su salado cuando llegas, cuando te ven, de cerca o de lejos, la amabilidad libanesa sobre sale de inmediato. La hermosa casa de más de 71 años de edad, la misma embajada libanesa de siempre, aun de pie en lugar privilegiado en Polanco, siendo la sede diplomática abrió sus puertas a La Voz del Árabe (LVÁ), la cita con el Sr. Embajador Sami Nmeir (SM) para la entrevista fue en punto.

En su oficina el saludo del recibimiento, en la sala ya sentados llegó el delicioso café árabe, una vez cada uno en su sitio la plática comenzó:

LVÁ – ¿Cómo ha sentido su llegada a México?

SN – El gobierno de Líbano me honró con mi nombramiento como embajador en México, un país enorme, muy importante, hermoso y que cuenta con una comunidad libanesa muy pujante, muy fuerte. Me siento bien y con mucho ánimo de seguir y para trabajar y hacer muchísimas cosas.

LVÁ – ¿Dónde fue su anterior misión diplomática?

SN – Tengo 22 años de haber ingresado al servicio diplomático, empecé como primer secretario y encargado de negocios en Abu Dhabi, Emirato Árabes Unidos, después primer secretario en Londres por cuatro años, más tarde primer secretario en Roma por tres años, luego dos años como vicedirector de Protocolo en la Cancillería en Beirut. También fui consejero en la embajada de Líbano en el Vaticano por cuatro años. Por cinco años y medio Cónsul General de Líbano en Dubai, Emiratos Árabes Unidos. Y llevo seis meses como Embajador en México. Soy embajador concurrente en México acreditado en toda Centroamérica: Belice, Guatemala, Nicaragua, Honduras, Costa Rica y El Salvador, a donde en breve iré a presentar mis cartas credenciales, y así sucesivamente.

LVÁ – ¿De qué lugar de Líbano es, dónde nació?

SN – Nací en una aldea muy bonita que seguramente usted conoce por haberla visto en algunas fotografías, es Zahlé, un lugar donde hay un  bonito río y los mejores restaurantes de Líbano. Está a la mitad de Líbano, es la capital de Bekaa. Además de ser muy famoso por su gastronomía, también lo es por la producción de vino (tinto y blanco) y de arak, a esa ciudad la llaman “la novia de Líbano”. Es también famosa porque es la ciudad de los poetas y los diplomáticos. Son muchos los poetas que nacieron en Zahlé, y también son muchos los diplomáticos distinguidos en Líbano que han sido oriundos de esta ciudad es muy marcado, por eso se considera especial…

LVÁ – ¿Cómo ha encontrado las relaciones bilaterales entre Líbano y México, y cuál será su prioridad en su misión diplomática?

SN –  En tres meses festejaremos los 72 años de relaciones diplomáticas entre México y Líbano. En noviembre 22 de 1943 Líbano obtuvo su independencia, de los primeros países con los que Líbano entabló relaciones diplomáticas además que abrió una embajada fue con México, esta misma donde estamos es la sede diplomática desde 1947. A nivel bilateral los asuntos políticos del mundo, de Derechos Humanos, de los cambios climáticos, en estos asuntos de las mejores relaciones con las que contamos es con México, difícilmente podría haber mejor relación con México que la actual. La cooperación siempre ha sido mutua, ambos países se han apoyado en los votos en las Naciones Unidas, siempre nos apoyamos mutuamente Líbano y México. De igual forma la cooperación académica, cultural, turística es muy buena, sobresale mucho por la comunidad libanesa que vive en México. El punto que deseo trabajar más es la cooperación económica. La embajada de México en Líbano también está realizando un buen papel para el apoyo del intercambio académico y cultural entre ambos países.

Líbano es un punto turístico en especial para la comunidad libanesa mexicana de origen libanés, pero de igual manera queremos que este punto turístico abarque más gente mexicana para que conozca Líbano, es un país de gran historia, a pesar que está lejos, México es un destino hoy preferido de los libaneses, comentado y promocionado, la historia y ruinas históricas de México son temas muy comentados, las culturas indígenas, Azteca, Maya y todas las demás, la Riviera Maya es de las más buscadas por los libaneses, inclusive los museos mexicanos, de la CDMX todos son muy buscados por el turismo libanés. Le comento que antes los jóvenes libaneses se casaban en la isla de Chipre, en Grecia o Italia, ahora nos hemos enterado que hay varias bodas de libanes (de Líbano directamente) que se realizan en Tulum, en Cancún, en la Riviera Maya o bien en San Miguel de Allende, eso es un turismo diferente, es un intercambio muy bueno e importante y muy sano.

No cabe duda que el tener líneas aéreas diversas, europeas o estadounidenses o las que sean, el mundo está cada vez más cerca, mejor conectado, eso ayuda mucho a que se presenten este tipo de eventos. Mi mayor reto es mejorar las relaciones económicas y el intercambio comercial. México produce y exporta a Líbano, no al nivel que debería puesto que es un país industrializado, de los mayores del mundo… Quizá México en algún momento no le dio la importancia debida a nuestro país de lo que pueda representar para México aquella zona, no deben de ver a Líbano como un país pequeño y de poca cantidad de gente, como un pequeño mercado, Líbano es una plataforma para los países del Golfo y para los países de África, esto es producto porque existe una gran comunidad libanesa tanto en los países del Golfo como en África que pueden ser el puente natural para realizar un buen comercio.

Esto es por parte de México y Líbano, el problema mayor es que estamos encontrando diversos obstáculos como los aduaneros, aranceles, al productor libanés, es uno de mis  retos el buscar un marco legal que pueda bajar esos impuestos y aranceles que se cobran sobre los productos libaneses, así podremos hacer que fluya más mercancía de un país a otro, porque Líbano jamás sería un competidor para México, no tenemos la posibilidad ni por tamaño ni la posibilidad para competir, pero queremos hacer llegar a México productos libaneses por lo menos alimentos, productos orgánicos, productos de alta calidad, además sabemos que a los mexicanos les gusta mucho la comida libanesa, la comida sería mucho mejor producida en México si fuera hecha con los productos originales de Líbano, más frescos y no tan triangulados así serían más selectos. Y sólo hablamos de alimentos, pueden haber otros como los vinos, le doy dos ejemplos: ¿usted sabía que Líbano importa de México el garbanzo?

LVÁ – No, no lo sabía…

SN – En Líbano el garbanzo mexicano lo tienen y consideran como producto de primera calidad, el mejor por su alta calidad. Nosotros queremos venderles el “humus” ya hecho y no lo permiten, es un obstáculo que tenemos. Por otro lado los productos vitivinícolas, somos un país que producimos vino desde la época de Jesús, está en la Biblia, su primer milagro en las Bodas de Caná, fue en Líbano, con vino libanés. El mercado mexicano de vinos es amplísimo, hay vinos chilenos, españoles, italianos, españoles, franceses y muchos más, de todas partes, toda la producción libanesa no es equivalente a uno de esos, pero no podemos exportar el vino a México porque tiene un arancel, impuestos muy caros que lo coloca fuera del rango competitivo, es irreal lo que sube el precio, no es costeable aquí un vino libanés por el precio. Hay gusto por el vino libanés y lo traen de manera triangulada, por Montreal o por Houston y llega a México muy caro, un precio muy elevado. Hay que hacer un alto y una de mis metas es hacer un marco legal para que esos productos no lleguen tan caros, es que no representamos ningún peligro para ningún país, es simplemente mejorar; es como en Líbano está de moda la comida mexicana y podríamos llevar comida texmex, sin embargo llevan comida directa de México, queremos que los productos libaneses no se triangulen y que no compren en países vecinos, que  compren producto libanés para que el gusto y la calidad sean auténticos. Si no se logra un acuerdo comercial entre México y Líbano, haremos por lo menos un marco jurídico en una carta de entendimiento sobre algunos productos para poder bajar los impuestos. Como un dato adicional, le comento que toda la producción de vino libanés es de diez millones de botellas…

LVÁ – En las dos visitas a México del canciller Gebran Bassil habló mucho de la inversión entre México y Líbano y viceversa. ¿Se ha logrado alguna inversión desde aquella visita del canciller?

SN – Hasta hoy no se han producido los frutos que deseamos. Quizá de ambas partes no se ha llevado con esmero ese acercamiento, pero han habido acercamientos y ha servido porque se ha entrevistado con los altos jerarcas de México, sí ha servido, en estos momentos estamos muy cercanos, a la mejor se puede lograr un intercambio comercial aéreo, con líneas que viajen directo, una cooperación entre las líneas Aeroméxico y Middle East Airlines que es libanesa. Ha habido acercamientos, por lo tanto si ha servido, nos interesa porque Líbano es un destino turístico, México también lo es, entonces se podrá hacer algo.

Realmente a nivel político he encontrado que está en los mejores niveles nuestra relación para con México, no creo necesario ningún esfuerzo adicional porque es muy buen nivel que tenemos de relación. En lo que repercutió al visita del canciller Bassil fue hacer que la comunidad libanesa, los mexicanos de origen libanés, los que estaban lejos y quizá renuentes, que no veían a Líbano muy cerca de sus metas, los que decían “es la tierra de mi abuelo yo para qué voy…”, su presencia causó que se movieran sentimientos, que se moviera la sangre, que se enteraran que vino su canciller dos veces en un lapso de dos años y medio, vengan son bienvenidos, hubo un congreso al año pasado, ¿Qué podemos hablar? Todos somos los mismos, vinimos de un abuelo libanés, unos en África, en Australia, en Brasil, en México, pero a todos nos une algo, que somos de origen libanés…

Esperamos ahora que con el cambio de gobierno en México, creemos que puedan haber cosas positivas, porque vemos que el nuevo gobierno tiene intenciones de abrir nuevos mercados, esperamos que eso nos ayude y nos incluyan, vemos con mucho positivismo el futuro entre ambos países para que pueda haber un intercambio comercial, el marco jurídico comercial, siempre tenemos los mismos deseos que sean para bien de México y para bien de ambos países y sus relaciones.

LVÁ – Hace unos días LVÁ publicó una nota en la que el canciller Gebran Bassil refiriéndose a los migrantes sirios y palestinos lo calificó ya como “UN PROBLEMA MAYOR”. ¿Se ha resuelto algo y se tomarán medidas en Líbano para frenar ese problema?

SN –  Tenemos dos problemas muy grandes en Líbanos, primero los refugiados palestinos, y ahora los sirios. Es un problema que lo tenemos hace 70 años, desde 1948. Y ahora los desplazados sirios que están ahí por causa de la guerra que han dejado su país desde hace siete años, desde 2011. Líbano es un país de 10450 Km² (más o menos del tamaño de Guanajuato, México), somos cuatro millones con los emigrantes, con los libaneses que no están ahí, los que viven fuera de Líbano en muchos otros países, somos 10 millones de libaneses con los que van y vienen a Líbano, en la región hay muchos, en Francia, Dubai y otros países, pero dentro de Líbano hay 4 millones, tenemos a 450 mil palestinos, y más de un millón y medio de sirios, finalmente casi la mitad de la población libanesa son refugiados, como si México tuviera 65 millones de refugiados, este es el porcentaje, o como si hubiera 40 millones de refugiados en Alemania, es muy alto, y este país Alemania que es la economía número 4 del mundo no pudo soportar cien mil refugiados, nosotros tenemos 2 millones…

Los refugiados y desplazados están utilizando la infraestructura del Líbano que ya de por sí no alcazaba para los libaneses, el 25% de la producción de luz de Líbano la utilizan los refugiados y ninguno paga nada, ni “un peso”, las escuelas oficiales, públicas, imparten clases en la mañana a libaneses y por la tarde a los refugiados sirios y palestinos, es la infraestructura que se está consumiendo día y noche y está desgastando al país y no hay nada a cambio, no hay un apoyo económico de ningún país ni organización mundial. La contaminación de los últimos siete años en Líbano ha sido la más terrible en la historia del Líbano, se está volviendo el país más contaminado, desde ahora porque hay gente que ignoramos a dónde va al baño, dónde tira basura, todo se va a los ríos, manantiales, se está contaminando toda la riqueza acuífera del Líbano, se está secando porque no hay agua que alcance para tanta gente, no hay infraestructura para tanta gente.

Vamos a regresar al principio del problema, este es un problema internacional con responsabilidad mundial. El tamaño del Líbano que está soportando esta llegada de refugiados no puede solo, no tenemos la ayuda de los país pudientes, de las potencias, de las organizaciones que pueden ayudar, no está en manos de Líbano poder resolverlo, ¿Qué podemos hacer? Líbano es un país hospitalario pero llega un momento que no soporta más, ya son 7 años, los resultados de esto es un problema político, un problema de seguridad porque hay robos, de esa gente porque antes Líbano era muy tranquilo, el índice delictivo en Líbano, de robo y delitos de agresión son muy feos, el 40% de las cárceles están ocupadas por sirios, es un problema económico de grandes proporciones. Aparte el problema de Líbano es que las oportunidades para su gente, sus jóvenes egresados de universidades, los refugiados han llegado a competir por una menor retribución económica, lo que provoca que esos jóvenes libaneses tengan que buscar sus horizontes y trabajo en otros lugares, el porcentaje de desocupación es alarmante, casi del 30%, como nunca lo había tenido Líbano. El tema ecológico y económico no es un problema, es un desastre, es peor que desastre, es una tragedia…

Con el problema de los palestinos sabemos que actualmente no podemos hacer nada, con los sirios sabemos que hay partes o lugares en Siria que son seguros y podrían regresar allá, esa ya es una responsabilidad de varios países y también de Siria, que los vuelva a aceptar nuevamente de una forma segura y pacífica.

LVÁ – Se ha publicado ya que el presidente Bashar Al Assad pide a los sirios que regresen, ha dicho que hay mucho que hacer en su país, lógico después de una guerra… Pero pensamos: ¿Qué van hacer además de reconstruir, Aleppo es piedra sobre piedra, a qué van?

SN – Sí, pero Siria es infinitamente más grande que Líbano y sí hay mucho que hacer allá. Tienen muchas oportunidades para trabajar. Allá el que pueda vivir en su casa o la mitad de su casa es mucho mejor a que esté viviendo en una carpa. Un ejemplo de la poca cooperación internacional, el organismo de los refugiados UNCHR de la ONU, le entrega a cada refugiado sirio, diario, 10 o 15 dólares, Líbano le pidió a ese organismo: “sigue entregándole ese dinero pero dentro de su país”. Ellos respondieron: “no, en su país ya no son refugiados”. Porque en su estatutos y figura jurídica el sirio es un refugiado, desplazado en Líbano. Lo único que pide Líbano es que sigan entregando esa cantidad de dinero pero en su país para que la gente se vaya a trabajar a su país y dejen libre al Líbano, que están causando un peso ya no soportable para ningún país, para ningún pueblo.

Ya es responsabilidad del gobierno Sirio que les de paz y seguridad para que puedan producir y trabajar en paz, pero allá, eso ya no es responsabilidad de nosotros, esto que carga hoy Líbano es inhumano, no hay un país en la historia que haya podido aceptar a más de la mitad de su población como refugiados, no hay así una economía sana, si Alemania que es la cuarta economía del mundo, reitero, no pudo soportar a cien mil refugiados, hoy Líbano tiene que soportar a “dos millones” de refugiados, sin ninguna ayuda del exterior. Todo esto es una tragedia…

LVÁ – ¿Embajador desea agregar algo?

SN – Bueno, yo soy un mensajero de amistad entre México y el Líbano, sabemos del cariño, la amistad y la empatía entre la sociedad mexicana y libanesa, en espacial los libaneses que viven aquí.

Agradezco enormemente al gobierno, a la administración, al pueblo de México, porque me han entregado su cariño y han dado una hospitalidad, me han demostrado una aceptación mucho muy espacial. Este recibimiento que me dieron me hiso sentir y saber del cariño que le tienen a la comunidad libanesa en México, o lo que ha ganado la comunidad ante esos líderes del gobierno. Pensé que represento a un país muy pequeño, en esos momentos me sentí como representante de una gran potencia mundial, de un enorme país, por todo ese cariño y gran recibimiento que me dieron al llegar a México. Lo que deseamos a México es lo que desean a sí mismos, que es bienestar, paz y prosperidad.

LVÁ – Embajador, un mensaje a los lectores de La Voz del Árabe.

SN – Pues que lleguen pronto a un millón de lectores, les deseamos la prosperidad para la revista, son amigos y se les quiere, esperamos que siempre estemos juntos y en cooperación.

LVÁ – Gracias embajador.

Así llegó a su fin la agradable y constructiva entrevista con el embajador, quedando como siempre en la mejor disposición de apoyarlo y recibir la información necesaria.     

Agradecemos la colaboración del Sr. Samir Harb en la traducción al español.

Imagen: LVÁ-Lm.CoBo.FoTo

La Voz del Árabe (LVÁ) – ESPECIALES – Cd. de México, noviembre 21 del 2018

 

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Luis Miguel Cobo

Luis Miguel Cobo – Escritor y periodista desde hace más de 30 años, ha trabajado en medios informativos mexicanos y como gerente de Prensa & Relaciones Públicas en varias empresas trasnacionales. Fotógrafo profesional. Director General de La Voz del Árabe.

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