LA VISITA DE MOHAMED BIN SALMAN A WASHINGTON
Estados Unidos busca presionar a Mohamed bin Salman para que concluya su guerra de 3 años en Yemen, donde se ha estancado y está produciendo un desastre humanitario…
Por: Román López Villicaña
El príncipe heredero de Arabia Saudita Mohamed bin Salman (MBS), realiza una visita de dos semanas a Washington, dicha visita tiene varias aristas tanto de un lado como del otro.
Del lado saudita la visita busca que el príncipe sea proyectado como un gran aliado de los Estados Unidos, busca ser presentado ante el mundo como el hombre fuerte que los Estados Unidos necesitan en el Golfo Pérsico. Busca que Irán sea una carta olvidada por los Estados Unidos, lo cual durante el periodo de Obama se contemplaba como opción, como lo muestra el tratado nuclear, del que pretende salirse la administración del presidente Trump en mayo próximo. En efecto, los intereses de Estados Unidos e Irán tienen gran coincidencia en la región, sin embargo, la nueva administración estadunidense busca la confrontación con ese país y no un acuerdo mutuamente ventajoso.
MBS busca pues, presentarse como el continuador de la vieja alianza acordada entre Roosevelt y el rey Abd el-Aziz, en la cual los sauditas ofrecían su petróleo y los Estados Unidos garantizaba la seguridad y continuidad de la casa real saudita en el poder. Hoy busca invertir petrodólares en la economía de los Estados Unidos, para crear empleos, cosa que agrada al actual presidente de los Estados Unidos. Además, visitará empresas como Lockheed Martin entre otras, que fabrican armas, de las cuales hará sin duda grandes compras. Por último, visitará las instalaciones de la Arabian-American oil co. (Aramco) en Houston, de la cual promete vender el 5% de las acciones para abrirse al capital extranjero. Estados Unidos, busca que ese cerrado mercado se abra a las inversiones estadounidenses, lo cual no se ve en el futuro inmediato.
Busca también el príncipe el apoyo estadounidense para la construcción de un proyecto nuclear con fines “pacíficos”, pero como ya lo declaró él mismo, en caso de que Irán obtuviera la bomba, ellos procederían de inmediato a construir la propia. Esto no agrada mucho a los Estados Unidos y menos a Israel, pues ya se tiene la experiencia iraní. Cuando EEUU dio a Irán la tecnología nuclear, gobernaba el Sha, su entonces aliado y no los actuales ayatollahs revolucionarios. Nadie puede garantizar que los sauditas seguirán en el poder por siempre.
Por su parte Estados Unidos busca: presionar a MBS para que concluya su costosa guerra de 3 años en Yemen, donde se ha estancado y está produciendo un desastre humanitario, peor que el de Siria. Coinciden en su desprecio a los Houtíes, pues piensan que Irán está detrás de ellos. En 1967 fue Arabia Saudita la que apoyaba a los Houtíes en contra de la intervención egipcia, del presidente Nasser. Trata el príncipe de vender la idea de que los misiles disparados desde Yemen son iraníes, a ver qué opina el sistema de inteligencia estadounidense.
Otro aspecto que busca solucionar Estados Unidos es el conflicto con Qatar. Arabia Saudita trata de doblegar y convertir a ese país en un protectorado, a lo que los qataríes se oponen. Para esto han buscado ya una alianza con Turquía, y no pueden alejarse de Irán con el que comparten el yacimiento de gas más rico del mundo. En cuanto al conflicto árabe-israelí, no habrá avances, pues los sauditas no están dispuestos a perjudicar su virtual alianza con Israel, en contra de Irán. En lo nuclear seguramente amenazaran con acercarse a Moscú o Pekín. Hay que estar alertas a los próximos movimientos de MBS en el mundo.
*Román López Villicaña: Dr. En Relaciones Internacionales por la UNAM. Maestro en estudios de Asia y África por el Colegio de México. Maestro en estudios de Estados Unidos por la Universidad de las Américas de Puebla (UDLAP) y profesor de tiempo parcial en UDLAP. Colaborador en La Voz del Árabe.
La Voz del Árabe (LVÁ) – EDITORIAL– Cd. de México, marzo 21 del 2018