LO QUE NO SE CUENTA DE SIRIA EN OCCIDENTE
“Aullidos” solo contra Damasco: lo que los medios occidentales no cuentan de *Guta Oriental. La periodista Rania Khalek alerta del doble nivel de los medios a la hora de cubrir el conflicto sirio y denuncia el apoyo de varios países occidentales a grupos extremistas que operan en el país.
Por: Abdullah Al-Kahwagi
Una vez más aquí estamos, una vez más una verdad más, y así más y más una vez más tenemos más verdades, el más es repetitivo siempre porque hoy en día, poco a poco se destapan “más” verdades, sea pues aquí leeremos un más para nuestra gran colección… Se publicó hace apenas unos días…
Aquí la nota: Mientras las fuerzas gubernamentales sirias y el grupo extremista Jaysh Al Islam pugnan por el control de *Guta Oriental, los medios occidentales pasan por alto las atrocidades cometidas por los insurgentes, culpando al ‘régimen’ por toda la violencia en la zona suburbana de Damasco, denuncia la periodista internacional Rania Khalek.
Como ya ocurriera en Alepo, Madaya y Homs, los medios cubren la situación “como si no existieran allí insurgentes armados y las autoridades estuvieran masacrando a civiles sin piedad”, presentándolas como si estuvieran movidas por “una sed de sangre caricaturescamente vil”, indica Khalek en su artículo para RT en inglés.
Cuando se mencionaba a los insurgentes, la prensa occidental generalmente los presentaba —y todavía los presenta— como rebeldes moderados y luchadores por la libertad. Quienes siguen el conflicto sirio limitándose a seguir los principales medios de Occidente, se crean la falsa impresión de que existe un conflicto unilateral entre el Gobierno sirio y sus civiles. Pero esta guerra no es tan sencilla.
YIHADISTAS – Los ‘rebeldes’ que controlan Guta Oriental forman parte de una serie de grupos yihadistas, siendo el más fuerte de todos Jaysh Al Islam, una formación salafita yihadista respaldada por Arabia Saudita que busca reemplazar al Gobierno sirio.
Jaysh Al Islam es un grupo extremadamente sectario e igualmente repulsivo en su retórica, tácticas y objetivos que el Daesh (EI). Se involucra en ejecuciones públicas y su fundador, el fallecido Zahran Alloush, hizo un llamamiento público abogando por una limpieza étnica contra las minorías religiosas de Damasco.
El segundo grupo más grande es Faylaq Al Rahman, aliado de Hayet Tahrir Al Sham (HTS), último nombre de la filial de Al Qaeda en Siria. HTS también tiene una pequeña presencia en Guta Oriental, al igual que Ahar Al Sham y Nour Al Din Al Zenki, que solían recibir armas estadounidenses y cuyos milicianos se grabaron decapitando a un adolescente.
Civiles denuncian haber sido blanco del fuego de estos grupos cuando trataban de abandonar Guta Oriental hacia el territorio controlado por el Gobierno, algo que los medios occidentales se niegan a denunciar. Las informaciones acerca de cómo los insurgentes han cortado el acceso de los alimentos y la ayuda humanitaria destinada a los civiles también han sido ignoradas por los medios principales.
GUERRA MEDIÁTICA – Los gobiernos occidentales y sus aliados regionales han gastado decenas de millones de dólares en crear un aparato mediático que blanquea a la insurgencia, culpa de toda la violencia al Gobierno sirio y reclama una intervención militar occidental más enérgica contra el presidente sirio Bashar Al Assad. Los medios de comunicación occidentales se han vuelto dependientes de estas fuentes de propaganda para obtener información sobre el conflicto.
La más famosa es White Helmets (Cascos Blancos), un grupo de asistencia a civiles fuertemente financiado por los gobiernos de EEUU y el Reino Unido. Promocionados por una influyente empresa de relaciones públicas, los Cascos Blancos abogan abiertamente por el cambio del poder en Siria, mientras trabajan junto a los rebeldes vinculados con Al Qaeda en áreas controladas por la oposición. Algunos de sus miembros han participado en atrocidades grabadas en video, un hecho prácticamente ignorado por los medios occidentales.
Otra fuente de referencia para los medios occidentales es el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, una organización de monitoreo dirigida por un hombre abiertamente predispuesto a favor de la oposición que trabaja desde Reino Unido. Los medios occidentales también confían con frecuencia en los autodenominados ‘activistas mediáticos’ en áreas sirias controladas por grupos insurgentes. “Pero estos grupos no toleran ni el activismo ni el periodismo. De hecho, se sabe que encarcelan, torturan y ejecutan sumariamente a activistas, abogados, trabajadores humanitarios, periodistas y minorías”, escribe Khalek.
Esto debería plantear serias dudas sobre cualquier persona que pretenda presentarse como fuente independiente de información desde el interior de la Siria insurgente, ya que es imposible que la gente divulgue información sin el permiso de los yihadistas que están interesados en promover una narrativa que cause indignación e impulse una intervención. Esto es especialmente cierto en Guta Oriental, donde los insurgentes están perdiendo terreno. Lo único que puede salvar a Jaysh Al Islam de una derrota es una intervención extranjera.
LA “INACCIÓN DE OCCIDENTE” – Y eso nos lleva a una de las mentiras más perniciosas de los medios occidentales: la de cómo la inacción occidental permitió que el derramamiento de sangre en Siria continuara con impunidad. Pero Occidente intervino en Siria y, al hacerlo, prolongó la masacre y reforzó a Al Qaeda.
A pesar de que se advirtió en noviembre de 2011 de que la oposición armada estaba dominada por extremistas sectarios violentos, el Gobierno de Barack Obama gastó 1.000 millones de dólares al año en entrenar y canalizar armas a una insurgencia que sabía que estaba vinculada a Al Qaeda con el objetivo de derrocar al Gobierno sirio. “Al Qaeda ha construido su mayor filial en la historia como resultado directo de esta imprudente política estadounidense de cambio de regímenes”, señala la periodista.
En otras palabras, el Gobierno de EEUU externalizó su guerra contra Siria a los escuadrones de la muerte de Al Qaeda, algo que los estadounidenses no saben porque los medios occidentales continúan difundiendo mentiras sobre la llamada inacción de Occidente. Actualmente, la gran mayoría de los sirios, al menos el 75% en 2016 —cifra que hoy es ciertamente más alta, pues el gobierno ha arrebatado vastos territorios a los insurgentes— vive en las áreas controladas por el Gobierno. De hecho, millones huyeron por seguridad a las ciudades controladas por el Gobierno después de que los insurgentes ocuparan sus tierras para escapar del comportamiento criminal de los insurgentes armados.
DOBLE NIVEL – Después de que el Daesh (EI) pasara a controlar enormes territorios en Irak, el Gobierno iraquí, con apoyo aéreo estadounidense, lanzó una serie de operaciones para recuperar las ciudades de Mosul, Faluya y Tikrit, que la prensa occidental casi siempre celebró como liberación.
Mientras tanto, en Siria, el Gobierno de Damasco, con apoyo aéreo ruso, ha utilizado muchas de las mismas tácticas militares para recuperar Alepo y Guta Oriental de grupos que no difieren de Daesh (EI). Sin embargo, los medios han descrito esas operaciones como actos atroces que equivalen a un genocidio. “El conflicto en Siria puede ser un desastre confuso y complicado, pero a medida que los medios principales intensifican sus aullidos para que Occidente haga algo, es importante tener en cuenta que existe una agenda detrás de su versión unilateral de la realidad”, resume la periodista.
LVÁ COMENTA – Termina el artículo de la periodista Rania Khalek, LVÁ por medio del que escribe, tan solo confirma con estas líneas lo que siempre se ha dicho (y publicado) de la intervención occidental (sionismo) en Medio Oriente, además claro, de la total y aberrante “manipulación” de la información para todo el mundo exterior sólo para que nunca se piense ni se hable mal de ellos y mucho menos se vean como los “malos” de la historia, cuando ya todos sabemos que lo son, cuando lo hemos visto desde hace decenios y hoy, sí, hoy con un presidente trastocado mentalmente que da la impresión no hacer bien las cosas, molesta a Medio Oriente con Belén, pero eso sí, les ha sacado más de 60 mil millones de dólares a la casa saudita, pero siempre se hará su estúpida voluntad, siempre el mundo lo complace pero esto, según se comienza ver, empieza el gran fin, ya no todos están cn el país norteamericano, empieza el gran éxodo económico y, por decirlo de alguna manera, moral… Pues aquí está una vez más una gran y pesada verdad, sólo espero como árabe que ustedes lo puedan entender, que las cosas nunca son como las dicen los medios informativos, siempre habrá que ver más a fondo de cada artículo, de cada foto… Inshallah…
Con mis saludos, desde algún lugar de América…
*Guta, también llamada Ghouta o Ghuta es una región de la campiña de Damasco, cerca de la zona oriental de Damasco, Siria, que contiene una gran cantidad de tierras rurales. Es una zona verde que recibe agua principalmente del río Barada.
La Guta de Damasco es un cinturón agrícola que rodea la ciudad de Damasco por el sur y el este. Separa la ciudad de los prados secos que bordean el Desierto sirio, y ha proporcionado a sus habitantes una variedad de cereales, verduras y frutas durante miles de años. Aunque los establecimientos humanos datan de tiempos antiguos, un desarrollo incontrolado de la zona tuvo lugar en las últimas décadas. La creciente demanda de comida por la población de la capital, la urbanización y el desarrollo industrial han incrementado la presión de las tierras agrícolas. Este cinturón verde ha sido un destino muy popular para los habitantes de la ciudad, especialmente en primavera.
Con información de Reuters / Imagen: Pixabay
La Voz del Árabe (LVÁ) – EDITORIAL – Cd. de México, marzo 17 del 2018