EL ASCENSO DEL PRÍNCIPE DE ARABIA SAUDITA
Mohammed bin Salman fue nombrado príncipe heredero del Reino de Arabia Saudita, con ello se convierte en el siguiente en la línea para dirigir el reino. La promoción del príncipe es visto por la generación joven como un signo de que las cosas están cambiando…
Abdullah Al-Kahwagi
Hablar del Reino de Arabia Saudita es hablar de uno de los países más poderosos del mundo desde hace mucho tiempo a la fecha, hoy la noticia ha sido desde hace días la sucesión monárquica del reino, que como se sabe siempre había sido de hermano a hermano, hace unos días el rey Salman bin Abdulaziz actual rey saudita, anunció que sería su hijo quien lo sucedería. Dedicamos este espacio para hablar de él, presentarlo para que se le pueda conocer, con estas prioridades sólo para estar enterados.
He recopilado datos de varias agencias, de medio oriente y occidente, estos son los que considero más importantes para llevar la noticia que seguramente es el principio de la modernización o apertura de la gran Arabia, que de por sí es, sin duda alguna, el gran país golpeado desconocido por la gran mayoría, dígase lo que se diga, es un gran país que por lo general vive en su propio silencio, pero llegará el momento en el que se podrá conocer la gran obra benéfica que ha realizado en muchos países del mundo, créase o no…
La brusca sacudida que hizo que el príncipe saudí, Mohammed bin Salman, fuera nombrado por su padre como el nuevo heredero del trono, le da, a sus 31 años, poderes extraordinarios para impulsar su visión de separar la economía del petróleo y ejercer su influencia en los conflictos regionales. Lo llaman reformista económico, un príncipe que ha logrado amasar enorme poder y cuyo ascenso está acabando con décadas de tradición en la familia real más poderosa de Medio Oriente.
Mohammed bin Salman, es el cuarto hijo del rey Salman, ha sido nombrado príncipe heredero, reemplazando a su primo Mohammed bin Nayef, como primero en la línea del trono, eliminando así cualquier duda de cómo se desarrollarán los planes de la sucesión después del reinado del rey Salman de 81 años.
El decreto del rey publicado el miércoles pasado, significa que el príncipe, de 31 años, se convertirá en vice primer ministro, al mismo tiempo continuará con su cargo de ministro de Defensa. Incluso antes del ascenso, el hoy príncipe heredero dictaba los temas de defensa y de política petrolera, incluyendo la supervisión de los planes para privatizar al gigante petrolero estatal Saudi Aramco. La promoción afianza el enorme poder que el joven príncipe ha adquirido en sólo dos años desde que su padre ascendió al trono en 2015.
La medida sugiere una línea de política exterior más dura para el aliado clave, Estados Unidos en la región de constante fluctuación.
El príncipe Mohammed fue figura clave en la decisión de aislar a Qatar, en las semanas posteriores de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, fortaleciera sus lazos con el reino durante su visita en mayo.
El príncipe heredero ha sido un defensor público de una sólida presencia saudita en la región. La promoción del príncipe Mohammed bin Salman, y su rápido ascenso, es visto por la generación joven como un signo de que las cosas están cambiando.
ANÁLISIS – Ascenso “meteórico” – Antes de 2015, el príncipe Mohammed bin Salman era un miembro más de la familia real saudita del que pocos habían oído hablar fuera del reino.
Pero sólo cuatro meses después de que su padre, el rey Salman, fuera coronado tras la muerte de su hermano el rey Abdullah Mohammed bin Salman, el príncipe entonces de 29 años, fue puesto a cargo del monopolio petrolero estatal, de la compañía de inversiones públicas del reino, de la política económica y del ministerio de Defensa.
Así, el joven príncipe eclipsó a sus cuatro hermanos mayores, entre los cuales había un astronauta, un científico político educado en Oxford y un apreciado viceministerio del Petróleo. Ha llevado a Arabia Saudita a adoptar un papel más resuelto en la región, y como ministro de Defensa comenzó a tener un impacto en la política exterior saudita.
En los últimos dos años ha liderado el desarrollo de un plan para reducir la dependencia del país en el petróleo, diversificar la economía y relajar algunas de las estrictas restricciones sociales del reino. Como ministro de Defensa ha dirigido la intervención militar saudita en Yemen para tratar de restaurar el gobierno derrocado por los rebeldes hutíes, una campaña que ha tenido pocos progresos y que le ha ganado a Arabia Saudita una serie de acusaciones contra la población yemenita.
El príncipe Mohammed también ha tomado una línea dura contra Irán y ha declarado que el diálogo con ese régimen chiita es “imposible”.
Mientras tanto, el príncipe Mohammed bin Nayef, quien como ministro del Interior se hizo conocido por su posición firme contra los militantes yihadistas, fue destituido de su cargo. Pero informes indican que le ha jurado lealtad al nuevo príncipe heredero.
Frank Gardner, analista en seguridad de la BBC – El ascenso del príncipe Mohammed Bin Salman, de 31 años, ha sido meteórico. Cuando lo conocí en Yeda en 2013, se describió a sí mismo como simplemente “un abogado”. Hoy está a un paso de reinar el país más poderoso del mundo árabe. Ha reemplazado a muchos trabajadores oportunistas e inefectivos en las oficinas del gobierno con jóvenes tecnócratas educados en Occidente.
Ha establecido un plan que posiblemente es extremadamente ambicioso, “Visión 2030”, y anunció planes para vender parte de la enorme petrolera estatal, Saudi Aramco.
También ha forjado lazos con Washington y la administración de Donald Trump. Quizás su plan más riesgoso es su campaña para reducir el poder de la conservadora clase dirigente religiosa. A Washington le gusta esta medida, pero otros más cerca de casa la rechazan. Aseguró Gardner.
En resumen, la llegada del príncipe joven, de sangre e ideas jóvenes a un país tan grande y poderoso, seguramente el futuro les pinta de otra forma, quizá más occidentalizado y moderno, por decirlo de alguna manera sin ánimos de faltar al respeto porque es “su país y son sus leyes” y nadie, en ninguna parte, es nadie para ni siquiera criticar al Reino Saudita, como tampoco para ningún otro país, como lo acabamos de ver y escuchar en Cancún el problema o discusión con Venezuela, de todas maneras y como sea, todos deseamos un futuro positivo y lleno de paz para Arabia Saudita y el Medio Oriente en general, Inshallah…
Hasta la próxima con mis saludos desde algún lugar de América…
La Voz del Árabe (LVÁ) – EDITORIAL – Cd. de México, junio 28 del 2017