EL AYUNO DE RAMADÁN

-Cada día antes del amanecer, se lleva a cabo el shour o desayuno, y en la noche el ftour, la cual es una cena abundante en cuya preparación participa toda la familia en un afán de solidaridad y convivencia…

 Laura Tejeda Meza*

Cuarto pilar del Islam, el Ramadán es el noveno mes lunar –con respecto al Calendario Gregoriano, su fecha de inicio avanza cada año once días aproximadamente–, en el que se expían las faltas cometidas durante el año. Asimismo, constituye una de las manifestaciones más grandes de partencia al Islam.

Del amanecer al anochecer, los musulmanes deben abstenerse de comer, beber, fumar y tener encuentros sexuales, así como evitar de forma reforzada las calumnias y los malos pensamientos. Por tanto, es una época de reflexión y arrepentimiento, por lo que el fiel se debe preparar tanto mental como espiritualmente para recibir este mes santo.

Cada mes lunar comienza a partir de la nueva luna, cuando la última parte del cuarto menguante es visible –por eso uno de los símbolos del Islam es la media luna–; el inicio y termino de Ramadán no son la excepción. La observación de la luna puede ser tanto respecto a las autoridades religiosas locales, como respecto a las autoridades de la Meca, Arabia Saudita.

Además de las diferentes abstenciones que debe observar el fiel, también hay rezos que deben ser realizados, adicionales a los cinco obligatorios de siempre. Igualmente, se recomienda leer cada noche 1/30 del Corán.

Cada día antes del amanecer, se lleva a cabo el shour o desayuno, y en la noche el ftour, la cual es una cena abundante en cuya preparación participa toda la familia en un afán de solidaridad y convivencia; por lo mismo, es de costumbre tener invitados. De los elementos que no pueden faltar (más que nada por tradición) en ésta es el lben  –leche fermentada, la cual contribuye al equilibrio de la flora intestinal, ideal para terminar una comida abundante, debido a su fácil digestión– y los dátiles; un Jadiz nos ilustra mejor sobre esta tradición: “El Profeta rompía su ayuno con dátiles frescos antes de rezar. Si no tenía dátiles frescos, tomaba dátiles secos, pero si tampoco tenía dátiles secos, entonces bebía agua a pequeños sorbos”.

Durante el Ramadán, un día en particular tiene un significado sumamente especial para los musulmanes: la noche 27 de éste mes, la laylat al-Qadr (La Noche del Destino), durante la cual se conmemora la primera revelación del Corán del Ángel Gabriel al Profeta Muhammad. Las noches posteriores, se puede realizar el I’tikaf, que consiste en un retiro espiritual en la mezquita, donde el fiel será alimentado y alojado.

Una vez que se observa la luna el último día de Ramadán, se lleva a cabo una gran celebración llamada Eid el-Fitr, durante la cual, además de una fastuosa comida, se intercambian regalos; también, es el momento de pagar el Zakat (tercer pilar del Islam), destinado a los más pobres.

Como se podrá imaginar el lector, ayunar todos los días durante un mes entero no es tarea fácil, requiere de una gran fuerza de voluntad, así como de una buena fortaleza física, por lo que el Islam prevé ciertas excepciones: las mujeres embarazadas, los enfermos y las personas mayores pueden no ayunar, ya que de lo contrario les podría hacer daño a su salud. Así mismo, las mujeres en periodo menstrual y los viajeros pueden interrumpir el ayuno, siempre y cuando recuperen los días perdidos después del Ramadán.

En cuanto a los niños, tampoco tiene la obligación de ayunar hasta la edad de la pubertad. Existen ocasiones en que desean ayunar como imitación de los padres; en este caso, se les invita a ayunar un día o el fin de semana. Hay que recordar que no basta con la acción: ésta debe de estar acompañada de la intención y el conocimiento de porqué se hace.

Si el ayuno les parece una práctica extraña, sepan que es muy común en diversas religiones, realizada tanto para expiar faltas, como devoción a la deidad respectiva o para pedir algún favor. Recuerdo que en Maestría tuve una compañera hinduista que ayunó unos días para pedir un buen marido.

Para aquellos que crean que ayunar es dañino para la salud, déjenme presentarles nueve beneficios de ayunar:

  1. Es una formidable forma de desintoxicación para el sistema digestivo, ya que el cuerpo se deshace de grasas, desechos y toxinas acumuladas durante el año.
  2. Agudiza los sentidos, particularmente el olfato y el gusto, ya que se redescubren los sabores más simples, que comúnmente son ocultos por la costumbre.
  3. Permite comenzar a mejorar la higiene de vida.
  4. Contribuye a sanar algunos trastornos de salud menores.
  5. Ayuda a perder peso, ya que el estómago se reduce, por lo que comemos menos. También, se beben más líquidos con el fin de resistir el día entero.
  6. Disminuye la ansiedad, el estrés y contribuye a combatir la depresión, debido a la disciplina y a la fuerza de espíritu.
  7. Enseña la paciencia.
  8. Para este caso, el ayuno tiene una conexión directa con la religión, por lo que mejora la conexión espiritual.
  9. Mejora la salud y el tono de piel.

*Laura Tejeda Maza: Licenciada en Estudios Árabes y Maestra en FLE, ambas realizadas en Francia. Políglota y redactora en tres revistas, entre las cuales se cuenta La Voz del Árabe. Aborda diversas temáticas sobre Francia y Mundo arabo-musulmán.

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La Voz del Árabe (LVÁ) – ISLAM – Cd. de México, mayo 29 del 2017

 

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