LA HÁBIL DIPLOMACIA MARROQUÍ
Para el Polisario esto es un golpe terrible, pues ha vivido del cuento de ser un movimiento de liberación nacional…
Dr. Román López Villicaña*
No ha pasado el mes del regreso de Marruecos a la Unión Africana, donde se le dio una cordial bienvenida, (excepto por Argelia y sus secuaces), y de nuevo nos encontramos ante nuevas maniobras diplomáticas de parte de la monarquía alauita.
Hace dos semanas se anunció que el Rey Mohamed VI y su familia, pasarían sus vacaciones de primavera en Cuba. Dicha visita no era oficial sino una visita de carácter privado. Pero detrás de esto hubo una gran movilización, durante las cuales el rey se entrevistó con los principales dirigentes cubanos. El producto de esas reuniones fue el restablecimiento de relaciones diplomáticas entre La Habana y Rabat. Anunciada apenas la semana pasada.
Para el Polisario esto es un golpe terrible, pues ha vivido del cuento de ser un movimiento de liberación nacional, que busca la independencia de un territorio sobre el cual no tenía ningún derecho, y del cual sus líderes tribales de la Yema’a prestaron baya’a al rey Hassan II y Mohamed VI.
El alejamiento entre La Habana y Rabat se da luego de la VI Conferencia de los Países No Alineados celebrada en La Habana, a principios de septiembre de 1979. Pues en dicho comunicado final se pedía el reconocimiento del Frente Polisario por todos los miembros integrantes de dicho movimiento. Ya para estas fechas, el Polisario se había convertido en la mascota de Argelia, y la llevaba de la mano a todas las conferencias para que fuera reconocido, esperando con el tiempo hacer de ese territorio un estado vasallo, que le permita salir al Océano Atlántico; al respecto cito parte del discurso del finado Fidel Castro Ruz: “…El derecho a la independencia del valeroso pueblo saharaui y su representación legítima, el Frente Polisario, deben ser reconocidos por todos.” (sic)
Por esto Marruecos que había tenido excelentes relaciones con Cuba, cierra su embajada en La Habana. Cabe agregar que ya para entonces se nota en los discursos de Castro que su “no alineamiento” era de discurso pues, sus elogios a las relaciones que sostiene, con Moscú son cada vez más elocuentes, así como la dependencia de ese país.
México cae en el juego de la Conferencia y termina reconociendo a ese movimiento títere creado por la intervención de potencias extranjeras en el Sahara. Debe destacarse que México no dio un simple reconocimiento al Polisario, sino que le dio reconocimiento de Estado, se reconoció a ese esperpento denominado “República Árabe Saharaui Democrática”, y que resulta ser la república de las 2 mentiras, pues no es república, ni es democrática. Basta ver la elección de su último presidente, que no puedo ser elegido más que por el dedo poderoso de Abdelaziz Bouteflika presidente de Argelia, lo democrático, creo que muy enterrado en las arenas mismas del Sahara.
Cabe agregar que el discurso de Fidel Castro hace mención de algo muy importante, y que es el que Marruecos sostuvo como México, sus relaciones diplomáticas y comerciales con La Habana en la época más difícil del bloqueo. Cito: “…Cuba, que no tiene ningún diferendo particular con Marruecos, cuyo gobierno mantuvo relaciones diplomáticas y comerciales con nosotros, incluso en los días más agudos del bloqueo de Estados Unidos a nuestro país…” (sic)
Como puede verse, hay en el fondo un sentimiento de agradecimiento a Marruecos que ha utilizado muy bien la diplomacia de ese país. Esperamos que México como Cuba rectifique su posición con respecto a ese movimiento espurio, reconocido como país independiente por México, que, en la realidad, nunca ha sido, más que un edificio de oficinas en Argel. Es extraña la decisión del canciller Jorge Castañeda (q.e.p.d) del 8 de septiembre de 1979. Es muy probable que se pensara que pronto surgiría dicho país, ante la renuncia mauritana a su parte del territorio. Si fue así, nos engañamos y hay que rectificar.
Este logro de la diplomacia marroquí tendrá repercusiones en toda América Latina, Ecuador debe rectificar, Bolivia, incluso lo hará Venezuela, una vez que Maduro abandone el poder. Pronto muchos países revisaran su posición, esperamos que también México lo haga.
*Dr. Román López Villicaña: Dr. En Relaciones Internacionales por la UNAM. Maestro en estudios de Asia y África por el Colegio de México. Maestro en estudios de Estados Unidos por la Universidad de las Américas de Puebla (UDLAP) y profesor de tiempo parcial en UDLAP. Colaborador en La Voz del Árabe.
La Voz del Árabe (LVÁ) – EDITORIAL – Cd. de México, abril 29 del 2017
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